Definición de deducción

El término deducción, que deriva del vocablo latino deductio, hace referencia al acto y la consecuencia de deducir. Este verbo, a su vez, alude a extraer una conclusión o a descontar un cierto monto.

Por ejemplo: “Esta mañana, cuando me levanté, no estabas en casa: así que, por deducción, supongo que habrás pasado toda la noche afuera”, “El gobierno provincial anunció que aplicará una deducción del 2% sobre todos los depósitos bancarios que superan los 10 000 pesos”, “El fisco permitirá la deducción del gasto de alquiler del Impuesto a las Ganancias”.

En la deducción, la conclusión se infiere necesariamente de las premisas.

Deducción en la lógica

En el plano de la lógica, la deducción es un tipo de razonamiento a través del cual la conclusión es inferida necesariamente de los axiomas o las premisas. Luego de una sucesión de fórmulas, el razonamiento deductivo permite extraer la conclusión mediante reglas de inferencia.

Veamos cómo funciona la deducción a partir de premisas:

Premisa Nro. 1: “Todos los perros son animales mamíferos”
Premisa Nro. 2: “Bobby es un perro”
Conclusión: “Bobby es un animal mamífero”

Como se puede advertir, si la totalidad de los perros son animales mamíferos y Bobby es un perro, la deducción lógica es que Bobby también es un animal mamífero ya que es un perro. Deducir, en este marco, consiste en la extracción de una verdad particular partiendo de un principio general.

En el campo fiscal, una deducción es una desgravación.

El concepto en un teorema

Se conoce con el nombre de teorema de la deducción, en el ámbito de la lógica proposicional, la de primer orden y otros sistemas formales, a un metateorema que se usa con mucha frecuencia para llevar a cabo la demostración de otro. Un metateorema, por su parte, es una de las ramas de la lógica, y se enfoca en el estudio de los componentes y las propiedades de los sistemas lógicos; entre estas últimas se destacan la completitud, la decidibilidad y la consistencia.

El teorema de la deducción puede definirse como una formalización de la técnica normal de demostración: basta la suposición de A para concluir que B, y de este modo demostrar que se sigue B de A.

Uso cotidiano de la deducción como razonamiento

En la vida cotidiana, fuera del ámbito académico y sin hacer uso de los principios de la lógica de forma estricta, aplicamos la deducción en un sinfín de situaciones, aunque no siempre lo hagamos con todas las herramientas adecuadas.

Las premisas del ejemplo anterior han sido verificadas, tanto la primera (que se puede elaborar gracias a que el ser humano haya dedicado siglos al estudio de las especies que habitan el planeta Tierra) como la segunda (ya que el observador se asegura de que Bobby sea un perro antes de afirmarlo). Sin embargo, cuando visitamos un espacio natural por primera vez y vemos un animal desconocido para nosotros, es normal que deduzcamos su especie, aun si no contamos con ningún conocimiento científico y sin haberlo examinado con detenimiento.

Esta forma de practicar la deducción es muy común, y a veces puede causarnos graves problemas, especialmente cuando el mensaje que creemos estar recibiendo nos hace sentir amenazados o heridos. No podemos escapar de nuestra naturaleza curiosa, de nuestra necesidad de opinar acerca de todo lo que nos rodea, pero muy a menudo nos excedemos y cometemos errores que arruinan relaciones, que nos dejan sin trabajo o que hacen daño a los demás.

La noción en el terreno fiscal

En el ámbito fiscal, una deducción es una desgravación: el descuento de un monto de la cuota o la base de un cierto tributo.

Supongamos que una persona debe pagar 5000 pesos de Impuesto a las Ganancias. Una normativa fiscal, sin embargo, permite deducir de dicho tributo lo invertido en actividades productivas. En el caso de este individuo, son 1000 pesos. Por lo tanto, a la liquidación original se le aplica la deducción correspondiente: el monto a pagar queda en 4000 pesos.

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