Definición de depósito
Depósito es un término con origen en el latín deposĭtum que permite nombrar a la acción y efecto de depositar (entregar, encomendar, encerrar o proteger bienes u objetos de valor). El depósito consiste, por lo general, en poner dichos bienes bajo la custodia de una persona o de una organización que deberá responder de ellos cuando se le pidan.
Como operación bancaria, un depósito consiste en entregar dinero al banco a cambio de intereses. El cliente puede retirar o utilizar su dinero de acuerdo a las condiciones estipuladas con la institución. Si se trata de un depósito a plazo fijo, deberá aguardar a la finalización del periodo antes de retirar el dinero, por ejemplo. La persona también puede depositar objetos de valor en una caja de seguridad, abonando una cierta suma por dicho servicio.
Un depósito es, por otra parte, cualquier lugar donde se guarda o se mantiene una cosa. Un supermercado tiene productos en exhibición a disposición de los clientes y otros almacenados en un depósito para reponer aquellos productos que se agotan. Una familia también puede tener un depósito para almacenar las cosas que no son de uso frecuente.
Los depósitos pueden ser tanques de agua o de otros fluidos. Dependiendo del contenido, los depósitos tienen diferentes características que les permiten tolerar distintas consistencias, temperaturas, etc.
Es importante establecer que uno de los depósitos que utilizamos con más frecuencia es el que tienen los coches y demás vehículos de motor. En concreto, hacemos uso de dicho término para referirnos al receptáculo que poseen aquellos con el claro objetivo de alojar en él el combustible necesario para su funcionamiento.
Así, por ejemplo, es frecuente que a cualquier gasolinera llegue un cliente y se dirija al empleado diciéndole “lléneme el depósito de mi automóvil”.
De la misma forma, tampoco hay que olvidarse de que la palabra que nos ocupa se utiliza igualmente en el ámbito de la geografía. Así, en él se suele hablar de lo que se conoce como depósito para referirse a aquel material que se decide agregar a un accidente geográfico concreto. Esta acción en algunas ocasiones es llevada a cabo por la propia naturaleza, cuando el viento transporta arena de un lugar a otro, y en otras es por manos del hombre.
Otro tipo de depósito que es importante dentro del ámbito sanitario es el depósito de cadáveres. Como su propio nombre indica, es el lugar donde se conservan, en cámaras frigoríficas, los distintos cuerpos de las personas fallecidas hasta que sus familiares puedan reconocerlos y llevárselos así para poder enterrarlos.
Asimismo hay que subrayar que también este espacio es fundamental para el trabajo de los forenses que guardan allí los cuerpos de sus pacientes hasta que pueden examinarlos concienzudamente para determinar la causa o causas que han sido las que han propiciado sus muertes.
Depósito, por último, puede ser la encomienda simbólica que una persona entrega a otra u otras: “María Marta hizo un depósito de confianza en este hombre y él la defraudó sin importarle nada”.