Definición de belleza
La belleza está asociada a la hermosura. Se trata de una apreciación subjetiva: lo que es bello para una persona, puede no serlo para otra. Sin embargo, se conoce como canon de belleza a ciertas características que la sociedad en general considera como atractivas, deseables y bonitas.
Un canon de belleza se construye a partir de la aceptación social de determinados rasgos.
Manifestación sensorial y elementos conceptuales
La concepción de belleza puede variar entre distintas culturas y cambiar con los años. La belleza produce un placer que proviene de las manifestaciones sensoriales y que puede sentirse por la vista (por ejemplo, con una persona que es considerada atractiva desde el punto de vista físico) o el oído (al escuchar una voz o una música agradable). El olfato, el gusto y el tacto, en cambio, no están relacionados con la belleza.
Más allá de la manifestación sensorial, es posible considerar algunas cosas abstractas y conceptuales como bellas. Una reflexión moral puede ser destacada como un texto bello: lo que importa en este caso es qué se dice y no cómo se dice (es decir, la belleza no está en el papel o en la pantalla de la computadora).
Belleza vs. fealdad
Uno de los cánones de belleza más extendido es la armonía. Los seres humanos tienden a considerar que la armonía y las proporciones adecuadas son deseables.
Lo opuesto a la belleza es la fealdad, que no causa placer sino descontento y genera una percepción negativa del objeto en cuestión.
El concepto en la filosofía
Desde los orígenes de esta rama de la ciencia, se ha intentado establecer una definición estable de lo que significa la belleza y se han obtenido dos líneas firmemente marcadas: una que afirma que se trata de un concepto subjetivo, sujeto a las experiencias e ideas de cada individuo en particular, y la otra que la reconoce como algo estandarizado y firme, que responde a una serie de principios establecidos como «normales».
Platón fue un filósofo que reflexionó sobre la belleza.
Para poder definir este concepto es necesario realizarse previamente una serie de preguntas, tales como: ¿A qué objetos se les puede aplicar la categoría de belleza?¿Cuáles son los códigos que trasciendan las normas culturales y temporales?
La rama de la filosofía que se ha encargado del estudio de la belleza se denomina estética. Esta disciplina analiza la percepción de la belleza y busca su esencia.
Dentro de la filosofía determinar qué es bello y que no consiste en uno de los problemas centrales de la estética y diversos pensadores a lo largo de los siglos han abordado esta problemática. Una de las primeras discusiones de este tema data del siglo V a.C. en Jenofonte, donde se establecieron tres conceptos de belleza que diferían entre sí: la belleza ideal (que se basaba en la composición de las partes), la belleza espiritual (el reflejo del alma y que puede verse a través de la mirada) y la belleza funcional (de acuerdo a su funcionalidad las cosas pueden ser o no bellas).
La belleza según Platón
Platón fue el primero en elaborar un tratado sobre el concepto de belleza que tendría un gran impacto en occidente, tomando ciertas ideas plasmadas por Pitágoras sobre el sentido de la belleza como armonía y proporción y fusionándolo con la idea de esplendor. Para él la belleza proviene de una realidad ajena al mundo que el ser humano no es capaz de percibir completamente. Dijo:
«De la justicia, pues, y de la sensatez y de cuanto hay valioso en las almas no queda resplandor alguno en las imitación de aquí abajo, y solo con esfuerzo y a través de órganos poco claros, les es dado a unos pocos, apoyándose en las imágenes, intuir el género de lo representado.»
Posiblemente al día de hoy una de las teorías más aceptadas respecto a este tema es la propuesta por el relativismo, que dice que las cosas son bellas o feas según el fin que persigan.