Definición de bebé
La etimología del término bebé nos lleva al vocablo francés bébé. Se conoce como bebé a un ser humano neonato o de escasa edad. Por ejemplo: “Mi bebé acaba de cumplir tres meses”, “Ese bebé es muy lindo, tiene unos ojos hermosos”, “Todavía no sé qué voy a regalarle al bebé de Juan para Navidad”.
No hay una definición precisa que indique hasta qué edad un niño debe ser considerado un bebé. Por lo general el concepto se utiliza mientras el pequeño no sabe hablar ni caminar y tiene una dependencia absoluta de sus padres. Un bebé, por lo tanto, requiere de adultos para la satisfacción de sus necesidades esenciales.
Debido a su incapacidad de hablar, los bebés se comunican a través del llanto. Esta acción les permite llamar la atención de sus padres o de los adultos que deben cuidarlos. Por eso si un bebé está hambriento, tiene sueño o experimenta alguna molestia, llora.
La alimentación del bebé, en una primera etapa, suele consistir exclusivamente de leche materna. Luego se inicia la etapa de ablactación, que consiste en la introducción de diversos alimentos para cubrir los requerimientos nutricionales del niño.
Cuidar a un bebé no es una tarea fácil, por mucha vocación que sientan los padres. Para las madres primerizas, el sólo hecho de tratarse de una experiencia desconocida la vuelve difícil; el resto debe enfrentarse a que no existen dos personas iguales, y por eso deben invertir la misma cantidad de energía en el recién llegado que en los hijos anteriores.
Los futuros padres suelen documentarse mucho acerca de los cuidados que requieren los bebés, así como de los métodos más adecuados para educarlos y entretenerlos. Sin embargo, no existe una fórmula rígida que funcione en todos los casos, ni tampoco una flexible: es a través del acercamiento al pequeño que podemos ir descubriendo a cada momento cuáles son sus necesidades.
El punto más importante, y uno que la mayoría suele ignorar, es evitar las imposiciones y las estructuras inquebrantables; por ejemplo, el bebé no debería enfrentarse al sexismo, algo que ocurre ya desde la elección del color de su ropa, de los juguetes y de las características de sus accesorios según su sexo. Cualquiera de estas decisiones no hacen más que limitar al niño, en lugar de permitirle que explore todas las opciones y encuentre las que más le atraigan, o bien se quede con todas.
La crianza ideal de un bebé debería consistir en ofrecerle la oportunidad de probar todos los juguetes, sin distinción sexual, vestirlo con ropa colorida y variada, darle acceso al arte en todas sus ramas y acercarlo a diversos instrumentos musicales. Sabemos de sobra que de nada sirven los muros, porque siempre habrá alguien que pueda derribarlos o pasarles por encima; si de verdad queremos a nuestros hijos debemos pensar en su felicidad, en sus necesidades, y no en lo que nosotros deseemos que hagan o sientan. Criar a un bebé acarrea una serie de responsabilidades inmensas, y las emocionales no son menos importantes que las otras.
En el lenguaje coloquial, es habitual que un hombre o una mujer se refiera a su pareja sentimental como “bebé” en sentido cariñoso: “Bebé, ¿quieres ir a cenar afuera esta noche?”, “Te amo, bebé, gracias por acompañarme siempre”, “Por favor, alcánzame la toalla, bebé”.
Si la palabra no lleva tilde (bebe), se acentúa en la primera letra E y es una conjugación del verbo beber: “Bebe más agua, te hará sentir mejor”, “Si él no bebe vino, yo tampoco”.
Bebe, por último, es el nombre artístico de la cantante y actriz María Nieves Rebolledo Vila. Se trata de una artista española que alcanzó la fama internacional gracias a la canción “Malo”.