Qué es Utópico:
Como utópico denominamos aquello perteneciente o relativo a la utopía. Una utopía, como tal, es un proyecto ideal, o prácticamente imposible de realizar.
La palabra utópico es un adjetivo que deriva de utopía, vocablo inventado por Thomas More, a partir de los vocablos griegos οὐ (ou), que traduce ‘no’, y τόπος (tópos), que significa ‘lugar’: lugar que no existe. El término utopía, originalmente, hacía referencia a una civilización perfecta ideada por More.
Vea también Utopía.
En este sentido, como utópico designamos algo que es ideal, quimérico, fantástico, maravilloso o fabuloso. De allí que utópico, por ejemplo, pueda considerarse algo muy positivo, aunque difícil de poner en práctica: “Los chicos han propuesto un plan utópico para el reciclaje de toda la basura que producimos”.
No obstante, utópico también puede ser sinónimo de absurdo, imposible o ingenuo, cuando se refiere a asuntos excesivamente idealistas, sin posibilidad alguna de realización: “Pensar que la paz mundial es posible realmente es algo utópico”.
Lo opuesto a lo utópico, es decir, sus antónimos, serían, por su parte, realizable, viable, posible, factible o practicable.
Utópico y distópico
Lo distópico es lo antiutópico por excelencia. En este sentido, es la cara opuesta de la utopía. Mientras que lo utópico alude a proyectos o sistemas ideales, lo distópico se refiere a las consecuencias nefastas de los planteamientos utópicos, especialmente cuando estos pretenden, a toda costa, conducir a las sociedades hacia sistemas perfectos, anulando al individuo y sus libertades, y derivando, finalmente, en sistemas de control extremos, característicos de los regímenes totalitarios. Como tal, lo distópico siempre ha estado relacionado a la literatura, que ha explorado el tema en libros clásicos como 1984, de George Orwell, o Un mundo feliz, de Aldous Huxley.
Vea también Distopía.
Socialismo utópico
Como socialismo utópico se denominó el primer socialismo, conformado por un conjunto de doctrinas orientadas a la reforma social, que surgió en el siglo XIX como respuesta a los excesos del industrialismo y el capitalismo en Europa. Como tal, se denominó a este primer socialismo como utópico, pues el socialismo posterior consideraba que sus propuestas eran ingenuas, y carecían de un plan efectivo para su aplicación.
Vea también Socialismo.