Qué es Incendio:
Un incendio es un tipo de siniestro ocasionado por fuego no controlado y que puede generar daños estructurales y físicos.
El término incendio viene del latín incendium, que a su vez deriva de la palabra candere (arder), y significa “resultado de arder” o “resultado de prender en fuego”.
Tipos de incendios
Existen varias clasificaciones de incendios según el material combustible, el lugar del siniestro, la magnitud del daño y el riesgo que ocurra en el futuro.
Tipos de incendios según el material combustible
En Estados Unidos, México y algunos países de Latinoamérica se utiliza una clasificación de incendios que abarca cinco categorías de materiales:
- Incendio clase A: son los ocasionados por la combustión de papel, algunos tipos de plástico, goma, materiales sintéticos, papel y madera.
- Incendio clase B: son siniestros que implican el uso de materiales inflamables, pinturas, gases, aceites o gasolina.
- Incendio clase C: se generan por la combustión de materiales, equipos o instalaciones eléctricas.
- Incendio clase D: son siniestros en los que se utilizaron metales combustibles o limaduras de metales, como el sodio o el potasio.
- Incendio clase K: se refiere a los incendios que se generan en la cocina (kitchen, en inglés).
En la clasificación europea, los incendios de clase K corresponden a la categoría E, porque se sigue el orden alfabético, además, se suma la categoría F, que también existe en Australia y que se corresponde con los incendios ocasionados por la combustión de aceites.
Ver también Fuego
Tipos de incendios según el lugar del siniestro
Dependiendo del lugar del hecho, los incendios se clasifican en cuatro tipos:
Incendios forestales
Son siniestros que involucran el daño parcial o total de terreno silvestre o forestal, afectando la vegetación, flora, recursos naturales y fauna existente. Se subclasifica en tres tipos:
- Incendios forestales de subsuelo: se queman las raíces de los árboles.
- Incendios forestales de superficie: el daño afecta áreas como jardines, matorrales, hierba seca u otro tipo de materia orgánica que repose en la superficie.
- Incendios forestales de copas: el fuego se extiende hasta la parte más alta de los árboles.
Incendios urbanos
En este caso, el fuego se inicia en lugares en los que existe una infraestructura física (casas, edificios, comercios) y alta concentración poblacional.
Incendios industriales
Son aquellos que ocurren en las instalaciones en las que se procesa materia prima, especialmente combustibles o material inflamable.
Incendios de transportación
Son los que se generan dentro de un medio de transporte (auto, camión de carga, etc.).
Ver también Tipos de desastres naturales
Tipos de incendios según su magnitud
El nivel de daño estructural que ocasiona un incendio se clasifica en tres categorías:
- Conato de incendio: es un siniestro que puede controlarse rápidamente con extintores de tipo estándar, como los de uso doméstico.
- Incendio parcial: en este caso, el siniestro ya no puede controlarse y ha causado daños estructurales. Es necesario salir del lugar rápidamente y llamar a las autoridades competentes.
- Incendio total: el daño estructural puede extenderse a otras áreas. Son altamente peligrosos y difíciles de controlar, como los incendios forestales que ocurren cada año en California.
Tipos de incendios según el riesgo
La presencia de cierto tipo de materiales o elementos inflamables, así como el nivel de ocupación de un inmueble o estructura y la presencia (o no ) de alarmas o extintores de incendio puede ayudar a determinar la posibilidad de que ocurra un siniestro. En ese sentido, existen dos clasificaciones básicas.
- Riesgo de incendio ordinario: existe una cantidad baja o moderada de materiales inflamables, o en su defecto existe una infraestructura que permita prevenir, detectar o controlar un incendio en caso de que ocurriese.
- Riesgo de incendio alto: hay una alta cantidad de material inflamable, o el área estudiada carece de sistemas de prevención, detección o control de incendios.
Causas de los incendios
Para que ocurra un incendio, es necesaria la presencia de tres elementos, que se conocen como triángulo del fuego:
- Un combustible: cualquier material que, al oxidarse, desprenda energía en forma de calor de manera violenta.
- Un comburente: un agente oxidante, es decir, que oxida al combustible, como el oxígeno.
- Energía de activación: la energía mínima que se requiere para generar una temperatura lo suficientemente alta como para activar el proceso de oxidación y liberación de energía.
Cuando estos tres componentes están presentes y se combinan, se puede generar un incendio, y si bien existen varios tipos de siniestros y de riesgos, la realidad es que por muy pequeño que sea puede descontrolarse rápidamente y generar daños materiales y físicos irreparables.
Algunos factores que pueden influir en la activación de un incendio son:
- Causas naturales, como las sequías intensas que pueden ocasionar incendios forestales.
- Uso inadecuado de materiales inflamables.
- Fricción de máquinas industriales, lo cual aumenta su temperatura y puede iniciar el fuego.
- Actividad humana: lanzar cigarrillos sin apagar, accidentes domésticos en el área de la cocina, daño intencional, uso descontrolado de material pirotécnico, etc.
- Equipos o instalaciones eléctricas en mal estado.
Por ello, es vital contar con sistemas adecuados de prevención y control de incendios, así como de normas de prevención de riesgos, para conocer de qué forma es posible minimizar o eliminar las posibles causas que den inicio al fuego.
Ver también Ignición