Qué es Poder ejecutivo:
El poder ejecutivo es uno de los tres poderes de un Estado republicano. El poder ejecutivo se encarga de diseñar, planificar y ejecutar el proyecto de un país con base en la constitución y las leyes.
Así, actúa como un ente que dirige, coordina, planifica y ejecuta las acciones de gobierno. Sin embargo, no puede legislar ni administrar el sistema de justicia, ya que esto le corresponde al poder legislativo y al poder judicial respectivamente.
El poder ejecutivo está representado por el Jefe del Estado y/o el Jefe del Gobierno. Esto dependerá de la estructura política de cada país consagrada en su constitución.
Funciones del poder ejecutivo
La función del poder ejecutivo es organizar, planificar, ejecutar y evaluar las acciones de gobierno en beneficio del país. Esto implica:
- Poner en práctica las leyes;
- Planificar y ejecutar el presupuesto anual;
- Diseñar y ejecutar políticas en las áreas de educación, salud pública, cultura, deportes; finanzas, economía, comunicaciones, etc.
- Delegar funciones al nivel nacional, regional, municipal y parroquial.
- Proponer reformas o ajustes en el sistema de impuestos;
- Representar al Estado en el ámbito internacional;
- Dirigir la política exterior;
- Proponer y/o firmar tratados internacionales;
- Proteger la nación de ataques extranjeros y velar por la paz interna.
Vea también División de poderes.
Estructura del poder ejecutivo
La Constitución de la República determinará quiénes representan al poder ejecutivo y qué funciones abarcan según el modelo político adoptado.
En el mundo occidental, los modelos más frecuentes son el presidencialismo, el semi-presidencialismo y el parlamentarismo.
Presidencialismo
En América Latina, casi todos los países se rigen por el modelo presidencialista. En este modelo, el Jefe de Estado o Presidente concentra las funciones de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno en un solo cargo.
Por ende, en manos del Presidente de la República están las funciones de dirigir, controlar y administrar tanto la política exterior como la política interior. En el modelo presidencialista normalmente la estructura sigue la siguiente forma:
- Presidente o Jefe de Estado
- Vicepresidente
- Ministros
- Procuraduría
- Otros órganos ejecutivos
Semipresidencialismo y el parlamentarismo
Tanto los gobiernos semi-presidencialistas como los parlamentarios en general, separan las tareas de política exterior respecto de las de política interior. Eso se expresa en los cargos de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno respectivamente. Veamos.
Jefe de Estado o Presidente
El Estado y, en particular, el poder ejecutivo, es representado por el Jefe de Estado o Presidente de la República.
En los modelos de gobierno parlamentario o semi-presidencialistas, el Jefe de Estado o Presidente coordina y representa la política exterior de la nación y, en tal sentido, tiene la facultad de nombrar las delegaciones diplomáticas a que haya lugar.
Jefe de Gobierno o Primer Ministro
Por gobierno se entiende a la autoridad de una unidad política, cuyo propósito es dirigir, controlar y administrar las instituciones del Estado.
Está representado por el Jefe del Gobierno o Primer Ministro, quien es auxiliado por ministros, secretarios, departamentos o gabinetes designado por él.
El equipo del jefe de gobierno colabora, ejecuta y asesora la elaboración de presupuestos, propuestas de leyes y resguardo del cumplimiento de la ley. Cumplen, por lo tanto, una función administrativa.
Vea también:
Poder ejecutivo, legislativo y judicial
El poder ejecutivo, legislativo y judicial son los poderes que compone un Estado. Cada poder tiene sus roles definidos en una visión general como:
- Poder ejecutivo: organizador, planificador, ejecutor y evaluador de toda acción en beneficio del país. Representa al Gobierno.
- Poder legislativo: formulador de leyes y proyectos de ley, amparados por la Constitución, para el bienestar del país. También tiene la función de supervisar las acciones del Gobierno.
- Poder judicial: vela por el cumplimiento de la ley y sanciona a quienes no usen adecuadamente sus derechos.
La división de poderes de un Estado en poder ejecutivo, legislativo y judicial fue formulada por primera vez por el filósofo francés Montesquieu (1689-1755) en sus obras póstumas publicadas en 1862.