¿Qué es la Piedra del Sol?

La Piedra del Sol, llamada erróneamente calendario azteca, es un monolito donde se representa la forma en la que los aztecas concebían el tiempo según su cosmovisión.

Se estima que fue construida por los aztecas (también conocidos como mexicas) entre los años 1250 y 1521 d.C, justo antes del proceso de conquista y colonización europea.

Durante mucho tiempo se asumió que la Piedra del Sol era el calendario de los aztecas. La gran riqueza de las tallas de símbolos, ideogramas y otros detalles referidos al tiempo prolongaron esa confusión.

La Piedra del Sol contiene, por ejemplo, los ideogramas de los 20 días del ciclo solar azteca, pero le faltan ciertos elementos para ser un calendario. Tampoco están representados los meses del ciclo solar, ni el ciclo ritual de los mexicas.

Por otra parte, el nombre azteca de la Piedra del Sol es Cuauhxicalli, que ha sido interpretado como “vaso de las águilas”. Este nombre, la forma cóncava de su figura central y algunos registros históricos han servido para sugerir que el monolito fue, en realidad, un artefacto creado para realizar sacrificios.

Por lo tanto, todo apunta a que no funcionaba como un calendario. Un calendario organiza el tiempo, mientras que los símbolos y los elementos que contiene la Piedra del Sol solo nos muestran una representación del tiempo según el entendimiento del pueblo mexica.

Significado de los símbolos de la Piedra del Sol

La Piedra del Sol es un monolito de roca de basalto de 3,60 metros de diámetro y 25 toneladas de peso que se encuentra en el Museo de Antropología e Historia de México.

Está compuesta por una serie de círculos concéntricos con símbolos o ideogramas que sintetizan la idea del tiempo que tenían los mexicas según su forma de concebir el mundo y su historia.

Primer círculo (Quinto Sol)

Los aztecas dividían el tiempo en soles o eras. Cada era estaba presidida por una deidad. Cada una de estas eras o soles tenía un principio y un final, que era precipitado por catástrofes.

En el primer círculo, la Piedra del Sol contiene el símbolo del Quinto Sol, llamado Tonatiuh, que representa la era actual. De él se desprenden dos garras de águila (que podrían explicar el nombre de Cuauhxicalli o vaso de las águilas). También tiene un cuchillo en lugar de lengua, ya que Tonatiuh se alimenta de la sangre para seguir existiendo.

Para el pueblo mexica, los sacrificios rituales tenían una función sagrada, pues con ellos alimentaban al sol de su era con el fin de no perecer.

Segundo círculo (los cuatro soles o eras)

Contiene los cuatro soles o eras precedentes al Quinto Sol y se leen en sentido antihorario:

  • Sol 4 Viento (nahui ehécatl): una era de 364 años que terminó cuando vientos huracanados arrasaron el mundo y convirtieron a los seres vivos en monos.
  • Sol 4 Lluvia de Fuego (nahui quiáhuitl): una era de 312 años que terminó con una lluvia de fuego.
  • Sol 4 Agua (nahui atl): una era de 676 años, de los cuales los últimos 52 estuvieron bajo fuertes inundaciones que convirtieron a los seres humanos en peces.
  • Sol 4 Jaguar (nahui océlotl): una era de 676 años que terminó cuando los seres humanos fueron devorados por animales.

Por otro lado, los soles o eras representan los cuatro elementos de la naturaleza (aire, fuego, agua y tierra) y junto al quinto sol forman Ollín, el símbolo del movimiento.

Tercer círculo (días del mes)

Los cuatro soles o eras están rodeados de un círculo que contiene 20 ideogramas que corresponden a los 20 días del mes azteca. Cada uno de los días del mes tenía un nombre asociado con un elemento de la naturaleza.

  • Cipactli (caimán)
  • Ehecatl (viento)
  • Calli (casa)
  • Cuetzpallin (lagarto)
  • Cóatl (serpiente)
  • Miquiztli (muerte)
  • Mazatl (venado)
  • Tochtli (conejo)
  • Atl (agua)
  • Itzcuintli (perro)
  • Ozomatli (mono)
  • Malinalli (pasto)
  • Ácatl (carrizo)
  • Ocelotl (jaguar)
  • Cuauhtli (águila)
  • Cozcaquauhtli (buitre)
  • Ollín (movimiento)
  • Tecpátl (obsidiana)
  • Quiahuitl (lluvia)
  • Xochitl (flor)

Cuarto círculo (ciclos venusinos)

Este anillo está compuesto por 40 secciones de cinco puntos llamadas quinqunces (figuras de cinco puntos que forman un cuadrilátero) y 8 triángulos o rayos.

Los quinqunces se han interpretado como un símbolo de los movimientos de Venus, ya que por cada cinco vueltas de este planeta alrededor del Sol, han pasado 8 años del ciclo solar o civil, lo que al multiplicarse da 40.

Quinto, sexto y séptimo círculo

En estas secciones hay distintos elementos, como figuras con forma de arcos, plumas y otros detalles de los que han surgido varias interpretaciones: la unión del cielo y la Tierra, a los planetas Marte, Mercurio y Saturno o a la Vía Láctea.

Octavo círculo (dualidad)

Este último anillo tiene dos serpientes de fuego o xiuhcoatls enfrentadas y rodeando con sus colas todo el monolito para “cerrar” la piedra. Se cree que son la representación de conceptos duales como el día y la noche, el oriente y el poniente, cielo y tierra, etc.

En este círculo también está el glifo que representa el día 13-acatl o 13-caña, que corresponde al año 1479, lo que se ha tomado como fecha de finalización del monolito.

Historia de la Piedra del Sol

La Piedra del Sol estuvo en el centro de México-Tenochtitlán, capital del imperio azteca, hasta la llegada de los españoles en el siglo XV. Luego fue desplazada hasta el Templo Mayor, cerca del Palacio Virreinal, en donde estuvo expuesta hasta que Alonso de Montúfar, arzobispo de México, ordenó enterrarla.

El 17 de diciembre de 1790 la Piedra del Sol fue descubierta mientras se realizaban trabajos urbanísticos en la capital mexicana. Fue entonces cuando se le dio el nombre de calendario azteca, ya que se creyó que se trataba de un artefacto antiguo para medir el tiempo.

Sin embargo, investigadores como el arqueólogo Leonardo López Luján, director del Instituto de Arqueología e Historia de México, coinciden en que la Piedra del Sol pudo ser un recipiente para los sacrificios, en vez de un calendario.

Además, aunque la piedra tiene algunos elementos del calendario, son sólo una síntesis de la visión del tiempo de los mexicas, ya que no está todo lo que se requiere para llevar las cuentas de los ciclos. Por esta razón sería imposible medir el tiempo utilizando esta estructura.

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