Qué es Patente:
Una patente es un derecho exclusivo de explotación comercial por un tiempo determinado, el cual es concedido por el Estado al inventor de un producto a cambio de su divulgación pública.
Parte del principio de que el inventor o los inventores tienen el derecho de solicitar la patente en justificación de su esfuerzo y aporte a la sociedad. De esto se desprende, por lo tanto, que para que una patente sea otorgada, el invento debe ser original, novedoso y de provecho común.
Una patente implica también un derecho negativo. Esto quiere decir que el titular de la patente tiene el derecho de impedir legalmente la fabricación, venta y uso comercial de su producto por parte de terceros.
En consecuencia, los detentores de una patente pueden dar licencia a terceras personas para explotar o usar sus invenciones, siempre que se cumplan con ciertas prerrogativas.
Cada país tiene leyes específicas que definen los términos y condiciones en los cuales las patentes son concedidas. Algunas leyes contemplan que las patentes sean renovables.
Origen de las patentes
Tal como las conocemos, las patentes se crearon con el propósito de estimular la creatividad y la invención al servicio del progreso social, a cambio de garantizar al creador el resguardo de sus intereses económicos por un tiempo determinado.
Las patentes aparecieron por primera vez en el Estatuto de Venecia de 1474 y se concedían por 10 años solamente. No eran exactamente iguales a las de uso moderno, pero aún así permitían la protección económica del inventor por el tiempo estipulado.
En aquellos tiempos las patentes no solo protegían las invenciones sino las importaciones de nuevas técnicas que fueran de provecho para la sociedad. Esto no solo redundaba en torno al beneficio económico del Estado y los detentores de la patente, sino también creaba puestos de trabajo asociados al desarrollo de dichos aportes.
Con el advenimiento de la revolución industrial en la segunda mitad del siglo XVIII, las patentes fueron revalorizadas, lo que implicó que los Estados desarrollaran leyes específicas.
Tipos de patentes
Patentes de utilidad
Las patentes de utilidad se aplican a toda suerte de invenciones destinadas al uso cotidiano, sea doméstico o industrial. Son objeto de patentes utilitarias objetos como: máquinas, dispositivos tecnológicos, productos de consumo, herramientas, procesos, entre otros.
Son ejemplos de patentes de utilidad las siguientes invenciones: el telégrafo, la bombilla, el motor electromagnético, el mouse o ratón, el papel higiénico en rollo, etc.
Patentes de diseño
Son aquellas patentes que aplican sobre los elementos estéticos que caracterizan el diseño de determinados productos. A diferencia de la anterior, este tipo de patente no protege la función del producto, sino su diseño estético u ornamental, siempre que cumpla con las condiciones de ser original y novedoso. Por lo mismo, la patente de diseño puede aplicar sobre joyería, muebles, zapatos, ropa, artefactos, estampados, entre otros. El diseño industrial es uno de los aspectos protegidos por este tipo de patentes.
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Patentes de plantas
Las patentes de plantas son aquellas que conceden derechos de explotación exclusiva sobre las semillas que han resultado de la intervención genética o la clonación. Este caso merece una explicación especial debido a su complejidad.
Las patentes sobre plantas han generado gran polémica en los últimos años, ya que con el tiempo se ha evidenciado que dificultan el trabajo de los pequeños y medianos agricultores, y obstaculizan la libertad de elección sobre los alimentos a cultivar, sus variedades y cepas.
Por ejemplo, en algunos casos, el abuso en las patentes de plantas ha hecho que pequeños agricultores, por sentencia judicial, se vean obligados de por vida a pagar los productos patentados de grandes corporaciones agrícolas.
Uno de estos productos son las semillas transgénicas que no se reproducen naturalmente. En el corto plazo, esto implica la dependencia económica del pequeño agricultor a la empresa de semillas. En el largo plazo, implica la eventual desaparición del alimento en la naturaleza.
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Cosas que no permiten patentes
No son objeto de patentes los siguientes productos:
- teorías;
- descubrimientos naturales;
- métodos y procesos de estudio, análisis y cálculo;
- softwares;
- obras de arte;
- modos de presentación de la información;
- procesos biológicos;
- métodos quirúrgicos y médicos en general;
- material genético tal como se halla en la naturaleza, etc.
Ventajas de las patentes
- Estimulan la creatividad en función del bien público;
- estimulan el apoyo a la inventiva;
- estimulan el desarrollo industrial y comercial;
- registran todos los aspectos de un invento, material disponible para la consulta y continuación de la investigación;
- son públicas.
Desventajas de las patentes
- Las patentes pueden favorecer el monopolio y convertirse en trabas a la libre competencia cuando se aplican de forma abusiva.
- Durante el tiempo de vigencia de la patente, se favorece la especulación sobre el producto, demorando la incorporación de los países o sectores más pobres a los beneficios de la invención.
- Mientras más larga sea la duración de la patente, más se favorece la concentración de poder de unos pocos.
- Las patentes pueden demorar la actualización al no contemplar la obligación de mejorar el invento y al imponer controles excesivos en los competidores naturales.
- Aunque por un lado las patentes ayudan a la explotación industrial y comercial, el exceso de control puede ser factor de bloqueo y retraso de nuevas alternativas.