Qué es Ira:
La ira es una emoción compuesta por un conjunto de sentimientos negativos, que puede conllevar a actos de violencia. Tanto los seres humanos como los animales sienten ira.
En términos de la naturaleza, también se puede hacer mención a la ira para referirse a la ferocidad con la cual ocurren ciertos hechos naturales. Por ejemplo, “La furia del fuego fue tal, que destruyó todas casas de la villa”.
En este mismo orden de ideas, en la Iglesia católica la ira forma parte de los siete pecados capitales. En este caso, la ira puede manifestarse contra uno mismo, por ejemplo, autoflagelación o suicido y, en contra de los demás a través de actos violentos o asesinatos.
Cualquiera sea el caso, la ira es un sentimiento condenado y penado por el catolicismo porque aleja a las personas de Dios.
Vea también Enojo.
La ira es una emoción muy compleja que experimentamos todas las personas, está presente en cualquiera de nuestras acciones y puede surgir por diversas circunstancias como un conflicto laboral, trato injusto e irrespetuoso, frustración por no lograr algo, entre otros.
En estos casos la ira puede ser tan leve como un disgusto momentáneo o transformarse en un sentimiento de rencor y odio.
La ira se apoya en otros sentimientos como el enojo, enfado, molestia, rabia, cólera, odio, rencor, celos, envidia, desprecio, antipatía, impotencia, furia, entre otros, que provocan gran irritabilidad o resentimiento en los individuos.
Por otra parte, la ira también genera cambios físicos que pueden poner en peligro el estado de salud, por ejemplo, respiración acelerada, adrenalina, aumento del ritmo cardiaco, presión alta, entre otros.
Cuando una o varias personas experimentan una situación que les provoca ira, generalmente reaccionan a tal situación y se expresan a través de gritos, insultos, golpean algo. Es decir, las personas buscan atacar como un acto de defensa o huir de una amenaza.
Por ejemplo, “Los fanáticos enfurecidos y con ira le gritaron infinidad de insultos al árbitro por su penalización”, “José tuvo un ataque de ira en la escuela y golpeó a uno de sus compañeros de clase”.
En los estudios psicológicos, la ira se entiende como una respuesta cerebral que busca enfrentarse a una amenaza. No obstante, los especialistas aclaran que la ira no es un sentimiento predispuesto de la genética humana ni forma parte de su evolución.
La ira es un sentimiento que forma parte del comportamiento humano, por ello produce respuestas cognitivas (interpretación de una situación), y físicas (cambios físicos), muchas de éstas producen decisiones consientes.
Sin embargo, a veces la ira es tan fuerte que las personas actúan sin considerar las consecuencias.
Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, argumentaba que los seres humanos sentían ira cuando tenían carencias de amor, es decir, las necesidades de amor y cariño no eran satisfechas.
Cómo controlar la ira
La ira debe ser una emoción controlada a fin de evitar mayores conflictos o dificultades. Los psicólogos sugieren exteriorizar este sentimiento a fin de evitar enfermedades. No obstante, su exteriorización debe ser medida para evitar situaciones violentas o peligrosas.
Cada individuo experimenta la ira de una manera diferente, por lo que se puede distinguir entre una ira pasiva y una ira agresiva. Ambas pueden ser controladas a través de terapias o diferentes estrategias, entre las que se encuentran:
- No ceder a los pensamientos que generan resentimiento.
- Poner en práctica diversos ejercicios de relajación.
- Ser respetuoso.
- Evitar pensamientos negativos de venganza, destructivos o amenazas.
- Poner en el lugar del otro y observar la situación de manera objetiva.
- dentificar qué provocó la molestia y expresar este sentimiento de manera honesta, respetuosa y sin amenazas.
- Buscar ayuda profesional en los casos de daños físicos o psicológicos a fin de evitar futuras frustraciones, enojos desmedidos o angustias. Es importante llevar una vida tranquila bajo pensamientos positivos.
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