Qué es la hiperinflación
La hiperinflación es una inflación enormemente elevada, en la cual los precios suben rápida y continuadamente y el dinero pierde su valor real.
Según el economista estadounidense Phillip D. Cagan, la hiperinflación tiene inicio el mes en que el aumento de precios supera 50%, y termina el mes anterior en que dicho aumento cae por debajo de esa tasa y luego permanece así durante al menos un año.
De modo que, mientras la inflación se anuncia cada año, para la hiperinflación se toman en cuenta periodos más cortos, principalmente mensuales.
Las hiperinflaciones por lo general se producen como consecuencia de círculos viciosos, en los cuales en cada nuevo ciclo se crea más inflación.
Ejemplos de hiperinflación han sido las vividos en Alemania entre 1921 y 1923, en México entre 1972 y 1987, en el Perú en las décadas de los 80 y 90, en la Argentina entre 1989 y 1990 o en Venezuela en 2015 y 2016.
Causas y consecuencias de la hiperinflación
La hiperinflación ocurre por diversas causas, la principal es el aumento del suministro de papel moneda por decisión del Banco Central del país para financiar el gasto público.
Este aumento de oferta de dinero, que no se encuentra apoyado en crecimiento económico, es decir, en la producción de bienes y servicios, genera un desequilibrio entre la oferta y la demanda.
La moneda, entonces, empieza a perder su valor real, lo cual trae consigo una pérdida de la confianza en el dinero por parte de la población.
Los ciudadanos, entonces, temiendo la rápida devaluación del dinero, no quieren retener el dinero, elevando extraordinariamente su nivel de consumo y adquiriendo activos no monetarios para conservar sus riquezas, o conviertiéndolo en divisas extranjeras más estables.
Las principales consecuencias de la hiperinflación son una rápida pérdida del poder adquisitivo por parte de la población, el desestímulo al ahorro y la inversión en dicha moneda, y la fuga de capitales del país, efectos, todos estos, de una profunda depresión económica.
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