Qué es Estalinismo:
El estalinismo es una corriente política derivada del modelo de gobierno aplicado por Iósif Stalin en la Unión Soviética. Responde a la interpretación del marxismo de Stalin, quien impuso un modelo totalitario, represivo y coercitivo dentro y fuera del partido, elementos a través de los cuales el líder se garantizó el control del Estado y de la sociedad.
Como corriente política, el estalinismo se fundamenta en el marxismo, el cual se impuso en Rusia tras la revolución bolchevique o revolución de octubre de 1917.
Origen del estalinismo
Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, mejor conocido como Stalin, fue presidente del consejo de ministros desde 1941 hasta 1953, período en el cual se desarrolló este modelo. Por ende, él es el creador de esta corriente, más que como teoría, lo hizo como práctica del poder.
La influencia de Stalin había comenzado años antes de presidir el consejo de ministros. Inició, de hecho, desde que fue nombrado secretario general del Comité Central del Partido Comunista ruso entre los años de 1922 y 1952. Además, fue comisario del pueblo de defensa de la Unión Soviética desde 1941 hasta 1946.
Características del estalinismo
Aunque el estalinismo es de inspiración marxista, adquirió características específicas, lo que lo distingue de otras corrientes con la misma inspiración, tales como el leninismo y el trotskismo. Veamos algunas de ellas.
Sistema político totalitario
El objetivo de Stalin era convertir a la Unión Soviética en una potencia mundial. Para ello, entendió que debía concentrar todos los ámbitos de ejercicio del poder. En ese sentido, Stalin concentró el poder ejecutivo, legislativo y judicial bajo su control, en contra de las normas establecidas.
Centralismo burocrático
A partir de la reforma constitucional introducida en el año de 1936, pasó a ser obligatoria la militancia en el Partido Comunista para poder participar en cualquiera de las instituciones gubernamentales, lo que supuso un proceso de centralismo burocrático. Por característica, estos militantes debían ceñirse a la disciplina impuesta por el líder, Stalin, de manera sumisa. Así, el liderazgo orgánico fue socavado y los militantes activos pasaron a ser apenas funcionarios.
Capitalismo de Estado
De acuerdo con los planes de Stalin, era necesario tener el control de todo el sistema económico en manos del Estado a fin de cumplir su objetivo.
Por ende, Stailn tomó el control de las industrias pesadas y del sector agrario, prohibiendo cualquier forma de explotación privada y controlando todos los recursos naturales y humanos de la Unión Soviética.
Así, algunos autores hablan de esto como un "capitalismo de Estado" en el que el gobierno es el único propietario de los bienes.
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Estatización de la banca
Para tener el control total del sector económico, el estalinismo también estatizó la banca bajo argumentos nacionalistas. De ese modo, todo el orden económico pasaba por el control estatal.
Socialismo para el propio país
El estalinismo era fuertemente nacionalista y concebía el socialismo como un modelo para la propia nación rusa. En ese sentido, se enfrentaba a otras tendencias como el trotskismo, que proponían la exportación del modelo a otras naciones.
Culto a la personalidad
Un modelo como este solo podía erigirse a partir del culto a la personalidad. Stalin se aseguró que su personalidad fuera obedecida y reverenciada como si de un dios se tratase. En efecto, toda la política del estalinismo sofocaba cualquier nuevo liderazgo y convertía a la figura de Stalin en objeto de culto.
Terrorismo de Estado y fuerte represión
La ambición de control total por parte de Stalin solo era posible a través de una fuerte represión, la cual se convirtió en terrorismo de Estadio. Los medios fueron censurados y los disidentes fueron a prisión o fueron asesinados.
La ola de asesinatos de Estado, tanto individuales como masivos, fueron acometidos para sembrar el terror y mantener a los ciudadanos disciplinados.
Stalin se dedicó sistemáticamente a sofocar, no solo todo intento de oposición, sino cualquier corriente interna del partido comunista ruso que no fuera favorable a sus planes. Así, desarrolló una política de persecución extrema y logró, de hecho, reprimir cualquier divergencia.
Control de los medios de comunicación y del arte
En este mismo sentido, el estalinismo se abocó a controlar todos los medios de comunicación, no solo a través de la censura sino de la administración de los mismos.
Por si fuera poco, el modelo estalinista también interfirió en las corrientes artísticas, censurando todas las tendencias de vanguardia que habían nacido en las primeras dos décadas del siglo XX, tales como la abstracción lírica, el suprematismo y el constructivismo. Este último había tenido un papel muy importante en el nacimiento del socialismo ruso, con el que se identificaba, pero para Stalin resultaba incómodo y peligroso.
Frente a esto, el gobierno estalinista obligó a todos los artistas a ceñirse al modelo estético del realismo socialista, en el cual solo se podía representar escenas de contenido ideológico socialista, pero a través de las formas estéticas propias del realismo del siglo XIX.
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