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¿Cuáles son las diferencias entre un psicólogo y un terapeuta?


Existen muchas disciplinas que se ocupan de abordar la salud mental. La psicología es un campo que tiene muchos enfoques diferentes, y algunos difieren mucho entre sí. Todos los profesionales de la salud mental, sean terapeutas o psicólogos, presentan similitudes, pero también importantes diferencias en su forma de trabajar.

Todas las corrientes psicológicas tienen diferentes fortalezas y áreas de trabajo. Conocer cómo enfoca cada especialista el tratamiento terapéutico, puede ayudar a elegir el profesional adecuado para uno mismo.

Tanto los terapeutas como los psicólogos ayudan a sus pacientes a superar sus problemas y lograr sus objetivos, pero lo hacen utilizando métodos diferentes. En este artículo, discutiremos las diferencias entre estos dos profesionales, psicólogos y terapeutas, para que sepamos qué se puede esperar de cada uno de ellos.

¿Cuáles son las diferencias entre un psicólogo y un terapeuta?

La gente a menudo usa las palabras psicólogo y terapeuta de la misma forma, como estos títulos se usan indistintamente, es posible no saber en qué se diferencian. Tanto los terapeutas como los psicólogos tienen cierta capacitación y educación para tratar distintos problemas de salud mental y pueden ofrecer resultados efectivos a las personas a las que ayudan. Ahora veamos en qué consiste cada una de los dos tipos de profesiones.

Psicólogo

Sin entrar en detalles, un psicólogo es un profesional que ha estudiado psicología y se ha especializado en una de sus ramas.

Un psicólogo especializado en el ámbito de la psicología aplicada está capacitado para evaluar y diagnosticar los estados mentales de una persona en diferentes entornos: en el trabajo, en las relaciones, con su familia o en la escuela, etc. Pueden tratar a las personas de forma individual o utilizar terapia de grupo. Su trabajo es ayudar a mejorar el bienestar de las personas y su funcionamiento mental.

Los psicólogos pueden trabajar en diferentes áreas y desde diferentes enfoques. No siempre trabajan con personas que presentan enfermedades mentales graves o tienen dificultades emocionales. Los graduados en psicología pueden trabajar en muchos campos, como: laboral, legal, educativo, entre otros. Por lo tanto, no siempre un psicólogo lleva a cabo un tratamiento o una terapia. Como vemos no es fácil definir a un psicólogo, ya que existen diferentes especializaciones y el trabajo difiere en una u otra difiere mucho entre sí.

Una rama de la psicología es la psicología clínica. Se asocia normalmente el trabajo del psicólogo clínico al del terapeuta, y mucha gente los considera así. Pero además de ofrecer terapia, un psicólogo clínico tiene instrumentos teóricos y técnicos para diagnosticar, evaluar y tratar los trastornos mentales, tanto específicos como comunes.

Terapeuta

Si nos centramos es su definición un terapeuta: "es aquella persona con habilidades especiales obtenidas a través de la formación y de la experiencia, en una o más áreas de la asistencia sanitaria y, que en su labor, ofrece apoyo". Por lo que los dentistas, fisioterapeutas y otros profesionales pueden llamarse terapeutas, aunque no trabajen en el campo de la salud mental. Aunque el término terapeuta se usa de manera muy genérica, en este caso nos centramos en los terapeutas del ámbito de la salud mental y el bienestar emocional.

Un terapeuta es una persona que debe haber completado estudios de posgrado o haber recibido algún tipo de formación en una institución privada. Su educación incluye el conocimiento y las habilidades necesarias para abordar algunos problemas de salud mental. Los psicoterapeutas utilizan métodos y técnicas para ayudar a sus clientes a mejorar su calidad de vida y sus relaciones con los demás. Existen muchos psiquiatras y psicólogos licenciados que se autodenominan psicoterapeutas, para aclarar que su trabajo está enfocado a la terapia individualizada.

Normalmente, un terapeuta pertenece a una escuela de pensamiento concreto. Algunos de los enfoques terapéuticos más populares son el PNL, la terapia familiar sistémica, la terapia humanista, y la terapia Gestalt. Un terapeuta no necesariamente tiene que estudiar psicología; su enfoque podría estar en una de las ramas de estudio.

En los últimos años, han aparecido algunas personas que realizan entrenamiento de superación personal (coaching). Si bien sus técnicas pueden ser buenas y efectivas, la mayoría de estas personas no tienen formación en salud mental o bienestar emocional y no deben atender este tipo de cuestiones.

¿Qué problemas trata cada uno?

Cualquier terapeuta o psicólogo es un buen comienzo para tratar diferentes situaciones vitales que afectan a nuestro bienestar emocional, por ejemplo se puede acudir a cualquiera de estos profesionales si se necesita ayuda para superar un divorcio o afrontar un duelo.

Tanto los psicólogos especializados en salud mental como los terapeutas pueden ayudar a la hora de abordar problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. Aunque si el problema causa síntomas graves que interfieren en el mantenimiento de la vida cotidiana o laboral, se debe considerar la posibilidad de optar preferiblemente por un psicólogo clínico, ya que este está capacitado para abordar este tipo de condiciones graves.

Diferencias entre psicología y psicoterapia

Para ayudar a diferenciar mejor el ámbito de actuación de psicólogo y el terapeuta vamos a hacer un pequeño resumen de las principales maneras en que ambos especialistas pueden ayudar.

Los psicólogos pueden ayudar con los problemas de salud mental de diferentes formas:

  • Diagnóstico: Una condición de salud mental se puede diagnosticar mediante observaciones y encuestas por un psicólogo clínico.
  • Tratamiento: el psicólogo observará su condición y sugerirá opciones de tratamiento terapéutico,
  • Terapia: Las terapias pueden ayudar a tratar la condición o el problema de salud mental. Además, de ayudar a comprender mejor las emociones y sentimientos, para que se puedan tomar buenas decisiones basándose en ellos.
  • Derivación: en el caso de necesitar medicación, un psicólogo podrá derivarlo a un psiquiatra.

Un terapeuta puede centrarse en:

  • Ofrecer una visión global: Comprender los problemas de salud mental y dar una visión general de estos.
  • Manejo de sentimientos: ayudar a hablar sobre los sentimientos y enseñar a manejarlos de manera positiva.
  • Toma de decisiones: ayudar a tomar decisiones saludables con buenos procesos y criterios.
  • Terapia de conversación: las técnicas de terapia de conversación ayudan a las personas que están lidiando con emociones difíciles.

En algunos países, los terapeutas tienen autoridad para hacer ciertos diagnósticos de salud mental. O pueden remitir al paciente a otro profesional si es necesario realizarlo.

¿Por qué es importante diferenciarlos?

Para realizar un buen proceso terapéutico, es esencial saber que se quiere conseguir o cambiar. Una vez que se conoce el objetivo, se puede planificar la ejecución de este. Y decidir qué tipo de terapia, con qué tipo de profesional o con qué corriente psicológica se quiere trabajar.

Hay muchos profesionales en el campo de la salud mental que pueden ayudar a los clientes de muchas maneras diferentes. Los términos psicólogo, terapeuta indican el tipo y nivel de formación del profesional. Como hemos visto, no todas las personas que trabajan con la psique son psicólogos, de hecho, muchos personajes históricos han trabajado con enfoques psicoterapéuticos sin contar con ningún tipo de certificación.

Esto hace que el terreno sea un poco dificultoso a la hora de decidirse por un profesional u otro, de hecho hay psicólogos bien preparados que no logran buenos resultados, y hay terapeutas muy efectivos que no tienen título de psicología.

Al elegir un terapeuta o psicólogo para trabajar, no hay que dudar en preguntar sobre su formación y capacitación. También se puede consultar sobre los enfoques que utiliza y los temas en los que se especializa.

La importancia del respaldo científico

Si bien la ciencia y los estudios académicos no pueden garantizar que un psicólogo, o cualquier profesional, esté haciendo bien su trabajo, sí pueden garantizar un cierto estándar de calidad. La verificación y certificación de conocimientos ayudan a establecer un control sobre la eficacia de la práctica profesional, así como a asegurar que los profesionales estén trabajando con visiones y principios básicos similares. Estos principios se desarrollan a través de casos de comparación, evidencia empírica y análisis.

Según los criterios éticos de la profesión, los psicólogos están obligados a continuar su formación y supervisar su trabajo en todo momento. Una buena práctica ética para un psicólogo sería derivar a un cliente a un profesional si tiene una patología o si no cuenta con las herramientas o experiencia para manejar el caso.

Conclusión

Elegir entre un psicólogo o un terapeuta depende de las necesidades generales de cada paciente. Cualquiera de los dos especialistas está capacitado para trabajar la salud mental y ayudar a la persona a establecer y cumplir con los objetivos del proceso terapéutico.

Independientemente del tipo de profesional que se elija, es importante asegurarse de que uno se siente cómodo, escuchado y comprendido, esto es fundamental para construir una base sólida y determina la eficacia de la terapia a largo plazo.