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Mentalidad de la paradoja: qué es, cómo nos ayuda, y cómo potenciarla


¿Te cuesta dar con la solución a los distintos problemas? El único modo de innovar y encontrar nuevas posibles soluciones es teniendo en cuenta todas las alternativas, incluso las que pueden parecer contradictorias.

Cuando nos enfrentamos a distintas demandas tendemos a considerar una solución, no contemplando otras posibilidades que pueden ser igual de válidas. La mentalidad paradójica consiste en plantearse todas las alternativas, incluso las opuestas entre ellas, ya que se ha comprobado que este conflicto es el que abre nuestra mente y nos ayuda a innovar siendo así más creativos.

La estabilidad no es mala, pero a veces puede comportar quedar estancado en una idea y no dar con la solución. El ampliar las opciones nos da mayor flexibilidad, aumentando así la posibilidad de alcanzar el éxito. Se ha visto en distintos estudios que el ejercicio de esta habilidad, incrementa la probabilidad de dar con la solución correcta.

En este artículo conocerás mejor qué se entiende por pensamiento de la paradoja, qué utilidad puede tener, qué estudios respaldan su eficacia, por qué se considera útil para el éxito laboral y qué podemos hacer para incrementarla.

¿Qué es la mentalidad de la paradoja?

Para entender mejor el concepto de mentalidad de la paradoja, fijémonos primero que palabras lo forman. Paradoja se define como un hecho que se cree contrario a la lógica, dicho de otro modo, uno en el que se constituyen dos polos opuestos que parecen no poder presentarse al mismo tiempo o que no tiene sentido aparente que se den juntos, pero no es imposible.

Este planteamiento contradictorio da una nueva perspectiva a la situación, algo que puede ayudar a la solución del problema o a la presentación de nuevas alternativas que antes no se habían tenido en cuenta, ayudando a ampliar las posibilidades y a presentar un pensamiento más divergente, lateral, que da lugar a ideas nuevas y que rompen con la consideración habitual.

De este modo, la mentalidad de la paradoja consiste en aunar, aceptar, las alternativas opuestas, puesto que así se mejora la flexibilidad mental y la creatividad y con ello la productividad. Cuando nos encontramos bloqueados sin dar con nuevas alternativas que puedan resolver el problema, una buena estrategia es plantear las versiones contrarias para así ampliar las posibilidades.

La mente humana tiene tendencia a seleccionar una solución, la que nos surge con más facilidad, quedando anuladas otras posibilidades. Por este motivo, cuando esta alternativa contemplada en primer lugar no es la correcta, nos cuesta cambiar de dirección y tendemos a quedarnos encallados en esa idea. Para romper estas limitaciones es propio considerar las alternativas opuestas dado que permiten una nueva visión de la situación, innovando las alternativas y haciendo más probable su resolución.

Cómo potenciar la mentalidad de la paradoja

Investigaciones de la mentalidad de la paradoja

El primero en proponer el concepto de mentalidad paradójica fue el psicólogo Albert Rothenberg, después de obtener los resultados de un estudio que realizó en la Universidad de Harvard con el propósito de conocer la mentalidad o el modo de pensar de los genios más relevantes de la época, sujetos que habían sido merecedores del Premio Nobel.

Después de entrevistar a más de 20 autores y tener en cuenta la biografía de otros ya fallecidos, concluyó que la mayoría, en la comprobación y constitución de sus teorías, había hecho distintas formulaciones de opuestos al mismo tiempo, es decir, habían contemplado afirmaciones contradictorias a la vez.

Un ejemplo típico de esta cognición paradójica es la que experimentó el conocido científico Albert Einstein, quien propuso que según el lugar desde donde se mirara un mismo objeto podría considerarse en movimiento o quieto.

Para entenderlo mejor, imaginemos estar viajando en tren, en la mesita que tenemos delante hemos dejado nuestro bolso; pues bien, según nuestra referencia el bolso estará quieto, pero si lo ve alguien que se encuentra fuera del tren, mientras este está en trayecto, percibirá que el bolso se mueve.

Vista la utilidad que tiene este tipo de pensamiento entre los sujetos que han realizado importantes contribuciones a nuestra sociedad, faltaría comprobar si esta cognición también puede aparecer en la población general, es decir, en los individuos con capacidades promedias. Para este propósito se han efectuado distintos experimentos como la prueba de la asociación remota o la de las velas, que tienen como finalidad comprender o dar con la conexión oculta que tienen distintas ideas o pensamientos, siendo necesario el pensamiento divergente.

Previamente a realizar estas pruebas se les pidió a los sujetos participantes que pensaran en tres acciones o afirmaciones contradictorias, como podría ser "dormir cansa más que estar despierto" que se perciben como contrarias, pero que pueden ser posibles. Pues bien, cuando se presentaron las dos pruebas a los individuos se observó que los que habían efectuado la práctica de las tres afirmaciones contradictorias previa, mostraban un porcentaje más alto de acierto en la resolución de las tareas en comparación con el grupo control que no había hecho el entrenamiento previo.

Así pues, se puede ver cómo una simple tarea previa, donde se había ejercitado el pensamiento paradójico, permite una mayor eficacia en la ejecución de las pruebas posteriores, favorece una mayor creatividad y un mayor número de posibles soluciones.

¿Para qué sirve esta manera de pensar?

Aunque como hemos visto, esta cognición puede ser útil en distintos ámbitos de nuestra vida se ha visto especialmente funcional para tener éxito en el trabajo. Este tipo de pensamiento genera un conflicto entre dos alternativas que parecen contrarias, optando por afirmar las dos y así salir de nuestra zona de confort. No debemos entender el conflicto como algo a evitar, sino que nos da la posibilidad de cambiar, de adquirir nuevas perspectivas y crecer.

Se ha observado que la cognición paradójica permite hacer frente a las distintas demandas de manera más óptima, es decir, el trabajador logra adaptarse a las diferentes situaciones con más facilidad y es eficiente bajo presión. Es importante que esta capacidad esté presente en los líderes, puesto que de este modo se beneficiará todo el grupo.

Las empresas pueden optar por distintas formas de actuar; por ejemplo, pueden centrarse en la productividad que les beneficiará en el momento actual, pero les dificultará su adaptación en el futuro; o en la innovación que no genera tantas ganancias en un primer momento, pero mediante la cual se adquiere más facilidad de adaptación ante el cambio. La mentalidad de la paradoja consiste en no escoger entre una de las actuaciones, sino ajustarlas para amoldarse a la situación, ante períodos de mayor estabilidad laboral, ser más productivos y antes el cambio optar por la innovación.

¿Cómo potenciar la mentalidad de la paradoja?

Como sucede con otras habilidades, aunque podemos tener una mayor o menor predisposición previa, las podemos entrenar y trabajar para incrementarlas. Veamos qué estrategias nos pueden ser útiles para conseguir tal aumento.

1. Utilizada la mentalidad paradójica en las situaciones cotidianas

Para que este tipo de pensamiento aparezca con más facilidad en situaciones más complejas es necesario o puede ayudar primero plantearlo en situaciones más simples, es lógico pensar que a medida que lo empleemos más, si lo utilizamos con más frecuencia, será más sencillo que finalmente se presente de forma automática.

Se cree que el propio Einstein entrenaba su capacidad paradójica enfrentándose a las contradicciones de la vida cotidiana. Así pues, estar atento a las oposiciones que nos surgen durante el día y considerar las dos posibilidades como igual de válidas permite ejercitar nuestra flexibilidad necesaria para la resolución.

2. No evites el conflicto

Como ya hemos dicho, el conflicto, la consideración de opuestas, ayuda a nuestro crecimiento y desarrollo de la capacidad creativa, facilitando paradójicamente la concepción de nuevas perspectivas y poder plantear otras soluciones. Así que no evites estas contradicciones acéptalas como posibles y nútrete de ellas. Entendiendo que no todo en la vida es blanco o negro podemos encontrar los dos colores juntos.

3. Contempla las distintas posibilidades de la situación

Escoger la primera solución que nos viene a la mente, la solución que parece obvia, no nos ayuda para nada, dificultando encontrar verdaderamente la respuesta correcta. Ante una demanda plantéate todas las posibles alternativas, incluso las que sean contradictorias entre ellas y parezca imposible concebir juntas, puesto que así abrimos nuestra mente y es más fácil suscitar la resolución correcta.

La estabilidad puede ser buena en algunas ocasiones, pero también puede generar que nos estanquemos y que no veamos más allá de la misma solución, innova y ten en cuenta posibilidades que te pueden parecer contrarias.

4. Activa la cognición paradójica

Se han propuesto tres pasos a seguir para lograr activar el pensamiento paradójico y, por tanto, ser más creativo: primero formula la pregunta de distintos modos, no la repitas siempre de la misma manera, ya que solo conseguiremos bloquearte más, prueba plantearla en positivo y en negativo o cambiando de lugar los términos; que no te asuste el conflicto, puede parecer que proponiendo los opuestos estamos dificultando la resolución o estamos actuando en nuestra contra, pero lejos de ser así nos estamos beneficiando; y sal de tu zona de confort, abrir tu mente y aceptar otras posibilidades es el único modo de innovar y dar con nuevas respuestas.