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Clinofobia (miedo a dormir): causas, síntomas y tratamiento


La clinofobia es una fobia irracional cuyos afectados sienten un miedo injustificado a dormir o al acto de irse a la cama. Este miedo puede manifestarse como una respuesta concreta a reposar en la cama o de forma más genérica, a dormirse en cualquier contexto.

¿Qué es la clinofobia?

Esta fobia también se suele denominar “oneirofobia” o bien “somnifobia”, aunque tienen matices distintivos. El término clinofobia hace referencia al miedo a irse a dormir, y procede del griego klinein (cama) y phobos (miedo).

Aunque el miedo a irse a dormir no suele ser un trastorno demasiado conocido ni estudiado, estamos ante una fobia realmente habitual que afecta a personas de cualquier edad y de cualquier procedencia social y cultural.

Así como ocurre con la gran mayoría de fobias que sufrimos los seres humanos, los afectados de clinofobia son conscientes de que su temor a irse a dormir es injustificado y les causa una ansiedad irracional. No obstante, no pueden gestionar estas sensaciones psicológicas y fisiológicas que produce su cerebro como respuesta al miedo, por lo que entran en un círculo vicioso.

Si esta fobia no es tratada y se mantiene a lo largo del tiempo, la persona puede empezar a empeorar tanto a nivel físico como psicológico, y su bienestar quedar en grave peligro.

Causas

Como suele ocurrir en la mayoría de fobias y miedos, la clinofobia parte de ciertos eventos en el aprendizaje del individuo. Las asociaciones que hace la persona con su entorno da pie a su historia de aprendizaje, y en el caso de estos pacientes, pueden haber asociado ciertas sensaciones negativas a la conducta de dormir o de irse a la cama. Esto les genera miedo, ansiedad y acaba derivando en la fobia.

Varios sucesos traumáticos en la niñez pueden acabar desembocando en esta fobia. A modo de ejemplo, un niño que moja la cama (enuresis) puede desarrollar clinofobia al relacionar estos dos eventos que le causan baja autoestima y sensaciones desagradables: irse a la cama a dormir y orinarse involuntariamente durante el sueño.

En adultos, tener pesadillas, bruxismo, síndrome de las piernas inquietas, algún tipo de trastorno de la respiración en el sueño, y otras condiciones psicológicas y médicas, pueden también generar clinofobia.

Con todo, lo cierto es que la causa más frecuente de clinofobia está vinculada a problemas crónicos y graves de insomnio. También a resultas de la asociación psicológica, los afectados vinculan el hecho de irse a dormir con la mala experiencia psicológica de tener insomnio, situación que causa ansiedad y, por ende, evitación.

Síntomas

Los síntomas de esta fobia suelen aparecer a la hora de irse a dormir, o ya estando en la cama, intentando conciliar el sueño. De todos modos, hay casos en que la simple idea de dormir puede generar ansiedad y nerviosismo.

Los síntomas más frecuentes son la agitación, nerviosismo e incomodidad en los momentos previos a irse a la cama. En casos más graves, los afectados pueden sufrir una gran ansiedad e incluso crisis de pánico.

En casos remotos, algunos pacientes han relatado que durante las crisis nerviosas asociadas a la clinofobia pueden experimentar síntomas como agudización de sus sentidos, incluso afirmando estados alterados de conciencia.

Como en cualquier fobia, el miedo y la ansiedad son los dos síntomas más frecuentes. También destacan las náuseas y mareos, agitación, tensión muscular, hiperventilación, sofocos, temblores, sequedad oral, vértigo, sudoración, confusión… En casos graves, la persona afectada puede tener miedo a perder el control o incluso a fallecer mientras está dormida.

Por supuesto, los pacientes también experimentan una menor calidad y cantidad del sueño, pudiendo esta fobia correlacionar con problemas de tipo médico, como el insomnio, la apatía, la merma en la calidad de vida... En este sentido, cabe resaltar que el insomnio tanto puede ser la causa del problema como una consecuencia derivada de la fobia.

Tratamiento y terapia

La clinofobia es un trastorno fóbico en que aparecen una serie de síntomas persistentes, vinculados al miedo y a la ansiedad, así como a los efectos que éstos generan en la calidad y cantidad del sueño. Por tanto, también es frecuente que venga asociado a problemas de insomnio.

En este sentido, los distintos abordajes terapéuticos buscan combatir la fobia desde distintos flancos. Vamos a conocer algunas de las formas de terapia y herramientas más frecuentemente usadas como tratamiento de la clinofobia.

1. Técnicas para gestionar la ansiedad

Cada vez son más comunes las personas que practican técnicas de relajación. Algunas son realmente sencillas y tienen magníficos efectos en la gestión de la ansiedad. Tanto las técnicas de respiración como otras técnicas propuestas por psicólogos han tenido un especial interés en este ámbito.

2. Psicoeducación

Si el paciente conoce perfectamente los mecanismos psicológicos y fisiológicos que están detrás de su miedo irracional, será más sencillo que entienda las formas que tienen a su alcance de reducir su malestar y su temor.

Con esta herramienta, el paciente es capaz de comprender las causas de la fobia, cómo se ha ido generando, qué factores limitan que pueda superarla y un buen número de consejos psicológicos para gestionarla. Con este objetivo, el paciente debe contar con toda la información relevante vinculada a la clinofobia.

3. Desensibilización sistemática

Otra técnica efectiva para tratar fobias específicas es la desensibilización sistemática. Se trata de una combinación entre técnicas de relajación con el acercamiento paulatino al objeto, situación o contexto que causa la fobia.

Esta técnica ayuda a poder irse a la cama sin la presencia de la ansiedad y las malas sensaciones que solían ir asociadas a esa conducta.