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El papel de la Psicología en emergencias y desastres


En nuestro tiempo, los efectos del cambio climático y los altos índices de contaminación que las potencias industriales emiten a la atmósfera terrestre están provocando consecuencias negativas para toda la población mundial, tales como los fuertes oleajes, terremotos, huracanes y demás desastres naturales.

Esta inestabilidad natural provocada, sumada los conflictos bélicos que tienen lugar en muchas regiones del mundo, como los recientes bombardeos en la Franja de Gaza, nos alertan de un estado de emergencia no únicamente médica sino también psicológica, dando origen a muchos trastornos que solo pueden ser tratados por especialistas en salud mental.

Psicología en emergencias y desastres

La figura del psicólogo es una más de los distintos profesionales y especialistas de que intervienen en situaciones de desastre. El papel o rol que cumple dentro del equipo encargado de normalizar la vida en estos escenarios es ciertamente cardinal, y es por esta razón que la presencia de profesionales de la salud mental aptos es fundamental a la hora abordar estos fenómenos. Por medio de este escrito definiremos qué es la psicología de emergencias y desastres, los campos de interacción, las técnicas y el rol del psicólogo.

Esta rama de la psicología que estudia las vivencias y reacciones de la persona o los grupos de personas antes, durante y después de las emergencias está experimentando un auge debido a la necesidad de cubrir este tipo de situaciones límite con profesionales preparados.

Definiendo la Psicología en emergencias y desastres

En el libro Manual de salud pública, los autores definen la Psicología de emergencias y desastres de este modo:

“La Psicología de emergencias y desastres es la rama de la psicología que abarca el estudio del comportamiento y el modo de reacción de los individuos, grupos o colectivos humanos en las diferentes fases de una situación de emergencias o desastres” (Acevedo y Martínez, 2007).

Hoy en día, esta subdisciplina se ha expandido rápidamente y cada vez se hace más necesaria debido a los cambios en todas las esferas, en una época donde los desastres naturales son frecuentes y los conflictos armados hacen mella en muchos puntos del planeta. No existe parte del mundo que no sea sacudida por algún evento que requiera asistencia urgente.

Todas estas circunstancias han hecho imprescindible en muchos países incluir a los profesionales de la salud mental en los grupos de trabajo de intervención y rescate, a fin de intervenir en cualquier emergencia que pueda presentarse.

Psicología en emergencias: campos de intervención

El psicólogo que trabaja en este ámbito se relaciona con todo tipo de profesionales, tales como técnicos, médicos, trabajadores sociales, sociólogos, ingenieros, entidades de rescates y de ayuda como la Cruz Roja, policía, ejército, defensa civil, etc. Asimismo, esta rama joven de la psicología también está estrechamente vinculada con los demás ámbitos del estudio de la conducta y los procesos mentales:

Los aportes que nos brinda la relación bidireccional con las demás ramas de la psicología enriquece el trabajo del psicólogo que trabaja en situaciones de emergencia, aunando los conocimientos de diferentes ámbitos para poder ofrecer un servicio de asistencia urgente adaptada a la complejidad que entrañan estas situaciones.

Técnicas de Intervención de la Psicología en emergencias y desastres

Según Acevedo y Martínez (2007), las técnicas son las siguientes:

  • Primeros auxilios psicológicos

  • Intervención en situaciones de duelo

  • Técnicas de desmovilización psicológica para el manejo de incidentes críticos

  • Intervención terapéutica grupal para evacuados

  • Técnicas de intervención comunitaria orientadas a la recuperación de las redes y soporte social.

  • Integración de los equipos de primera respuesta participando en los programas de capacitación, diseñando programas de contención.

Estas son algunas de las muchas técnicas que el psicólogo usa para intervenir. No debemos de olvidar que dependerá en gran medida del campo donde se desarrolle la intervención: en algunas situaciones se requerirá hacer hincapié en algunos puntos más que en otros.

No todas las tragedias son iguales, por tanto resulta inviable establecer protocolos iguales para situaciones asimétricas. La hoja de actuación dependerá del tipo de desastre, la conducta de las personas que han sido afectadas, la gravedad, y en definitiva de la casuística propia de cada intervención.

Rol del psicólogo

El profesional en esta especialidad de la psicología debe estar preparado psicológica y emocionalmente para hacer frente a las más variadas contingencias. Algunos psicólogos de emergencias advierten que es una especialidad en que, más allá de la gran preparación técnica y mental que requiere, es imprescindible una gran vocación. Hay que admitir que no todos los psicólogos estamos preparados para actuar y trabajar bajo tanta presión y en situaciones de especial vulnerabilidad.

Cabe recordar que el psicólogo tratará con personas con episodios traumáticos que pueden generar estados de ansiedad, ataques de pánico, desconsolación… La meta del profesional es regular las crisis emocionales y psicológicas tanto a nivel individual como, sobre todo, a nivel del grupo en general que esté a cargo, lo cual implica también una excelencia en la gestión de tiempos y recursos.

Un dato interesante es el que plantean Beltrán, Valero y García (2007), quienes citan en su libro Profesionales de la psicología ante el desastre de Puertas (1997), autor que afirma que los diferentes aspectos de la formación y competencias que debe tener un psicólogo de emergencia son:

  • Aptitudes sociales

  • Técnicas de comunicación

  • Conocimientos sobre comportamientos colectivos

  • Conocimientos técnicos de intervención en emergencias

El rol del psicólogo es dar a conocer a las personas sus estados vulnerables y examinar el impacto psicoemocional del desastre, creando un ambiente de protección y asistencia, promoviendo así un clima de confianza en la persona o grupo de personas, y regular las reacciones psicológicas negativas que se presenten en ellas.

Pueden darse casos en que el profesional tendrá que intervenir a alguno de sus compañeros de profesión o a otros miembros de equipos de asistencia (médica, de seguridad, técnicos…), porque puede presentarse en ellos también algún tipo de reacción negativa no prevista. Esta circunstancia es más habitual de lo que se puede pensar, y da fe de que por muy preparados que estén los profesionales, nadie es inmune a sufrir una crisis.

Referencias bibliográficas:

  • Acevedo, G. y Martínez, G. (2007). Manual de Salud Pública. Editorial Encuentro. Córdoba, Argentina.
  • García Redón, J., Gil Beltrán, J., y Valero, V. (2007). Profesionales de la psicología ante el desastre. Editorial Universitat Jaume I.