Psicología de Emergencias: qué es, características y funciones
Los desastres, las catástrofes, los accidentes… Los acontecimientos que afectan negativamente a las personas forman parte del continuum de la historia de la humanidad.
Aunque el tipo de accidentes han ido variando según el momento histórico estos siempre han estado presentes, y lo seguirán estando. Por tanto, es importante saber afrontarlos de manera correcta, ayudando a que el efecto producido en las personas afectadas no sea tan negativo y pueda integrarlo mejor en su vida.
Para hacer esto posible se desarrolló la Psicología de las Emergencias, con el propósito de aplicar los conocimientos y prácticas psicológicas en las situaciones de emergencia.
En el siguiente artículo presentaremos la Psicología de las Emergencias, definiéndola, viendo qué características son más adecuadas que muestren los psicólogos de emergencias, así como las funciones e intervenciones que realizan estos tanto a la víctima y familiares como a los profesionales que también trabajan en la situación de catástrofe.
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¿Qué es la Psicología de Emergencias?
La Psicología de Emergencias y catástrofes es la rama de la Psicología que tiene la función no solo de estudiar la reacción de las personas ante situaciones de emergencia, sino también antes y durante estas situaciones.
Del mismo modo, tiene como misión la aplicación de intervenciones psicológicas para preparar a la población ante situaciones catastróficas, teniendo presente como reacción ante un estado de alarma y así poder aumentar las conductas adaptativas y mejorar la rehabilitación posterior.
Es decir, no solo se centran en la intervención una vez acontecida la catástrofe, sino que también actúan en el previo y durante, preparando y fortaleciendo a los individuos, impartiendo conocimiento y técnicas que les sean útiles, funcionales, para afrontar de la mejor manera la situación de emergencia.
La función de esta rama de la Psicología, es muy importante, ya que se ha visto que sino se hace una correcta intervención, los estados de alteración que aparecen en los individuos ante las catástrofes, pueden derivar, con un tercio de probabilidad, en una reacción de estrés agudo, pudiendo desarrollar incluso, un trastorno de estrés post traumático
En España, el primer grupo de expertos en intervención psicológica en emergencias fue constituido en Madrid, en el año 1999, a raíz de la catástrofe natural ocurrida en el camping de Huesca.
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El rol de los psicólogos ante las emergencias
Con el objetivo de que la función de la Psicología de Emergencias sea alcanzada correctamente, es importante que el profesional que realice la actuación esté preparado para hacerlo óptimamente.
Se ha apuntado que sumado al título en Psicología y a la especialización en intervención psicológica en emergencias y catástrofes es necesario que el profesional presente unas habilidades y características de personalidad adecuadas, dadas las situaciones excepcionales donde intervienen.
La profesión de psicólogo en emergencias debe ser vocacional, ya que no todas las personas, incluso las que han recibido formación psicológica, están preparadas para actuar en situaciones de crisis en las que tiene que intervenir este psicólogo especialista.
Es fácil que se llegue a producir burnout, es decir, que aparezca desgaste laboral, ya que requiere de mucha implicación, trabajando con personas en situación de crisis y pudiendo afectar incluso al estado psicológico del profesional.
Referente a las características de personalidad y habilidades que debería poseer el psicólogo en emergencias, podríamos citar:
- Equilibrio emocional.
- Autocontrol.
- Resistencia a la fatiga psicológica y física.
- Habilidades sociales.
- Habilidades de trabajo en equipo.
- Tolerancia a la frustración.
Del mismo modo, es necesario que tenga experiencia en realizar intervenciones psicológicas en situaciones de emergencia y en situaciones de crisis.
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Principales funciones de esta rama de la Psicología
El psicólogo en emergencias hará intervención tanto con las víctimas del accidente y sus familiares, como con los otros profesionales que también ejercen sus funciones en la situación de crisis, por ejemplo, los médicos y enfermeros.
Los objetivos principales de actuación después del suceso de un acontecimiento traumático son los siguientes: minimizar el impacto psicológico a corto plazo, hacer más fácil el afrontamiento de situaciones con alto contenido emocional que pueden generar estrés, disminuir la probabilidad de presentar un trastorno psicológico (ya sea en la víctima directa como en las personas allegadas a ella), informar de los servicios de ayuda disponibles y facilitar el acceso de la población de riesgo a la asistencia sanitaria.
Como ya apuntábamos en el primer apartado, el psicólogo de emergencia ejercerá su función durante y después de la intervención en la situación de crisis. A continuación haremos mención de las principales actividades a realizar en cada momento.
Funciones durante la intervención
La principales actividades a realizar durante la intervención en la situación catastrófica son: observar tanto el comportamiento individual como las relaciones entre los afectados, acercarse de manera empática escuchado al afectado (esto ayudará no solo a una mejor relación con la víctima, sino que también tendrá función terapéutica), valorar el estado de la víctima prestando principal atención a los grupos de riesgo (niños, ancianos…) y considerar los recursos perdidos y derivarlos si es necesario a un centro de salud.
En relación con las familias, el psicólogo en emergencias, las acompañará en el reconocimiento de cadáveres y realizará intervención a los familiares en crisis, ayudando en el inicio de una correcta elaboración del duelo. Además, también colaborarán con los medios de comunicación con la finalidad de que se comuniquen de forma correcta las catástrofes, protegiendo y mirando siempre por las víctimas y afectados.
Asimismo, asesorarán a gestores en relación a aspectos psicológicos y sociales, darán apoyo y cooperarán con otros profesionales cuyo trabajo también se vincula con la situación de emergencia. Por último, dada la situación, será vital saber transmitir de forma adecuada las malas noticias.
Funciones después de la intervención
Una vez realizada la intervención, las actividades que se pueden llevar a cabo son las siguientes: hacer seguimiento de los grupos de intervención, de las personas afectadas y en especial de los grupos de individuos más vulnerables; intervenir de manera preventiva y terapéutica a las víctimas y familiares; elaboración de informes técnicos y participar en debates científicos aportando el punto de vista psicológico.
Del mismo modo, de forma paralela a las funciones relacionadas con la intervención, el psicólogo en emergencias, además, puede efectuar funciones de asesoramiento a profesionales del ámbito de las emergencias, de la salud y organizaciones (estos podrían ser tanto centros de emergencia 112 como escuelas y ayuntamientos).
De igual forma, para que las prácticas realizadas en la situación de emergencia sean adecuadas, llevarán a cabo funciones de investigación, tanto de cursos como de técnicas de pedagogía y de metodología de enseñanza.
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La intervención psicológica en emergencias
En primer lugar, veremos las intervenciones que se realizan a las víctimas, para posteriormente citar las aplicadas a los profesionales.
Intervención a las víctimas
Como ya se ha mencionado con anterioridad, las catástrofes afectan tanto al estado psicológico de las víctimas y allegados como a los profesionales que intervienen. Por tanto, para disminuir la posibilidad de afectaciones mayores en el futuro, será fundamental la realización de un adecuado contacto psicológico, escuchando sin hacer críticas lo que nos cuenta la víctima y generando así un clima favorable, examinando las dimensiones del problema y el número de pérdidas, y valorando las decisiones pasadas, futuras e inmediatas y los recursos personales
También, con el propósito de mejorar el estado de los afectados, se analizarán las posibles soluciones que se pueden ejecutar, teniendo presente los hechos del pasado, las prioridades y obstáculos y las diversas alternativas. Igualmente, será útil realizar acciones concretas que establezcan objetivos, valoren la mortalidad y faciliten el proceso de duelo. No sería una intervención completa sino se valorara cómo evoluciona el paciente, así que, será necesario realizar un seguimiento.
Se aplicará intervención en distintas áreas del individuo como: la área somática, con el objetivo de preservar la salud física y valorar los intentos de suicidio; el área afectiva, para expresar y mejorar la forma en la que se manifestan los sentimientos, así como aprender a manejar la ansiedad; la área cognitva, con la finalidad de reflexionar sobre el accidente ocurrido y analizar y adaptar los pensamientos y creencias de los afectados y la área conductual, para analizar que cambios serían utiles a consecuencia de la crisis.
Intervención a los profesionales
Como ya se ha hecho mención, trabajar en situaciones de catástrofe produce un gran desgaste en los profesionales, pudiendo presentar burnout. Por este motivo es importante intervenir proporcionando recursos y técnicas a estos profesionales para poder afrontar mejor las situaciones estresantes, identificando el estrés y controlandolo.
Las técnicas utilizadas tendrán como objetivo el desahogo psicológico (debriefing), formando grupos donde se puedan expresar de forma segura y así minimizar el sufrimiento psicológico. Los principales objetivos a conseguir son: expresar los sentimientos, reorganizar las cogniciones, disminuir la tensión, aumentar los recursos y fomentar la cohesión con el grupo e identificar necesidades mayores.
En caso de que ya se haya manifestado el burnout, desgaste, será necesaria una intervención más especializada con la finalidad de aumentar los recursos de afrontamiento del estrés del profesional y de este modo mejorar el control percibido y la autoeficacia. Algunas de las técnicas utilizadas son: la inoculación del estrés, la reestructuración cognitiva, la relajación y respiración profunda y las habilidades sociales y de vida saludable.