Pluviofilia: qué es y cómo se experimenta el placer ante la lluvia
En el lenguaje coloquial se conoce como pluviofilia al amor por la lluvia. No se trata de un término especializado, es decir, no hace referencia a una categoría clínica formal; no obstante, se ha utilizado de manera ordinaria para describir una serie de intereses y aficiones relacionadas con la lluvia.
¿En qué consiste la pluviofilia? En este artículo lo veremos.
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¿Qué es la pluviofilia?
En griego antiguo, la palabra “philos” quiere decir “amor”, y el sufijo “ia” significa “cualidad”. De ahí que “philia” (“filia” en castellano), significa cualidad de sentir amor por una situación, objeto o práctica determinada. Se trata de las experiencias contrarias a las fobias, en las que se prevalece un miedo intenso a situaciones precisas.
Por su parte, “pluvio” viene de “pluvial” que significa “de la lluvia o relativo a ella”. Dicho esto podemos ver que la “pluviofilia” es el amor, afición o atracción especial por la lluvia y todo lo que le concierne.
Cabe aclarar que no se trata de una conducta patológica. De hecho, aunque hay muchos tipos de “filias”, son pocas las que se han convertido en criterios diagnósticos específicos (por ejemplo las parafilias). En su mayoría, las aficiones que se consideran patológicas son diagnosticadas con el sufijo “manía” (como la cleptomanía); y no con el de “filia”.
En este sentido, el disfrute especial e intenso por la lluvia no representa en sí mismo una amenaza ni requiere un tratamiento. ¿Esto quiere decir que la pluviofilia no puede causar malestar? La pluviofilia (tal como otras filias), puede acompañarse de experiencias de malestar diagnosticables o no diagnosticables. Incluso puede acompañarse de poca flexibilidad, incomodidad o estado de ánimo decaído ante situaciones donde el clima resulte más incómodo (por ejemplo el soleado). Pero en sí misma, la pluviofilia no es un cuadro clínico ni genera necesariamente malestar clínicamente significativo.
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5 características de la pluviofilia
En tanto que se trata de una afición especial por la lluvia y todo lo que se relaciona con ésta, la pluviofilia tiene como característica general la inclinación por todas las circunstancias que permitan disfrutar sensorialmente de la lluvia. Por ejemplo, a través de la vista, del tacto o del olfato. Se basa en el pensamiento de que la lluvia es fenómeno bello y placentero, contrario a lo que muchas veces se piensa.
1. Afición por las ventanas
La pluviofilia no necesariamente implica el interés especial por estar bajo la lluvia. Puede ser placentero también mirarla desde una ventana. Por ejemplo, personas que se asumen a sí mismas como pluvifilicas dicen disfrutar de ver las gotas de lluvia caer, o contarlas y buscar cuál es la que cae primero. En este sentido, mantenerse cerca de una ventana en tiempos de lluvia puede ser un elemento importante para quien disfruta intensamente de esta.
2. Preferencia por el cielo nublado
Contrario a lo que suele pensarse, hay personas cuyo estado de ánimo es favorable o incluso mejora con los cielos grises y los tiempos nublados. Es decir, que puede provocarles más incomodidad el clima caluroso y muy soleado. En la pluviolifia, el cielo gris se percibe como un fenómeno natural bonito y mirarlo se disfruta.
3. Gusto por empaparse
Con frecuencia las personas evitamos mojarnos bajo la lluvia. Si es que salimos en tiempo lluvioso, vamos preparadas con paraguas, impermeables, botas, automóvil, etcétera.
Motivadas por el riesgo de enfermarnos o ensuciarnos, o por el simple hecho de no querer mojarse, en general solemos preocuparnos cuando vemos la lluvia. Este no es el caso de la pluviofilia. Lejos de evitarla, la experiencia de estar bajo la lluvia puede transmitir una sensación de libertad y de seguridad; incluso aunque se reconozca la posibilidad de resfriarse. Sentir el cuerpo húmedo bajo la lluvia resulta en este caso placentero.
4. Devoción por el sonido de la lluvia
El oido es otro de los sentidos que fácilmente puede estimularse a través de la lluvia. De hecho, aún sin la presencia de pluviofilia, generalmente el sonido de la lluvia resulta agradable, por lo mismo es con frecuencia utilizado para relajar o para concentrarse.
Hay varias teorías sobre por qué esto último funciona. Por un lado puede ser porque escuchar el sonido de la lluvia en la comodidad de nuestro hogar nos transmite una sensación de resguardo y protección. Por otro lado, puede ser porque la intensidad y la variabilidad de los sonidos que provocan tanto las gotas al caer como los truenos resultan en sí mismos confortables. En la pluvifobia pueden preferirse estos sonidos a cualquier otro y las personas pueden pasar varias horas en su escuchándolos.
5. Disfrute por el olor que queda luego de llover
Finalmente, el olfato permite disfrutar también de los momentos lluviosos. O más bien, de los momentos y los olores que deja la lluvia cuando termina. El olor de las calles mientras llueve y luego de llover puede resultar muy agradable, confortable e incluso refrescante. Existen incluso algunos perfumes que han tratado de imitar en algunos tonos del aroma de la lluvia.
Referencias bibliográficas:
- Trinidad, M. (2015). 7 signs you are a pluviophile. Recuperado 26 de julio de 2018. Disponible en https://thoughtcatalog.com/mica-trinidad/2015/03/7-signs-youre-a-pluviophile/.