Cronofobia (miedo al paso del tiempo): causas y síntomas
Todos, con el paso de los años, nos hacemos mayores. A medida que el tiempo pasa, las personas aceptamos que no podemos hacer nada para cambiar esta situación. No obstante, algunas personas experimentan el miedo irracional a envejecer, que se conoce como gerontofobia o gerascofobia, pues sufren una gran ansiedad frente a los cambios físicos y las consecuencias que para una persona tiene el llegar a la tercera edad.
Ahora bien, otros individuos experimentan un gran temor al paso del tiempo, algo que les provoca un gran malestar. Esta fobia recibe el nombre de cronofobia, y en este artículo conoceremos sus características, sus causas, sus síntomas y su tratamiento.
Qué es la cronofobia
La cronofobia es una fobia específica y, por tanto, un trastorno de ansiedad. Es un miedo irracional que crea un gran malestar y ansiedad a la persona que lo sufre, que tiende a evitar el estímulo fóbico en un intento de reducir la sintomatología negativa asociada a este trastorno.
Según los expertos, los ancianos y las personas que están en la cárcel lo experimentan con más frecuencia. En este último caso, se ha acuñado como “neurosis de las prisiones”.
En cuanto a los ancianos, se encuentran cercanos al final de su vida y pueden experimentar grandes niveles de ansiedad por el paso del tiempo, lo que puede hacerles sentir que el tiempo se les escapa y experimentan un fuerte miedo, ansiedad y angustia.
La cronofobia puede causar una alteración significativa y grave para la vida de las personas que la sufren, puesto que éstas están constantemente en contacto con el estímulo fóbico, es decir, al elemento al que temen. Nadie puede parar el tiempo, por lo que esta fobia puede desarrollarse en cualquier momento y lugar. Cuando las respuestas ansiosas aparecen, es complicado que la persona pueda evitar la situación temida.
Causas de esta fobia
No están claras las causas de esta fobia, pues el estímulo fóbico que la elicita es algo más complejo y abstracto que otras fobias específicas, como el miedo a volar, el miedo a los payasos o el miedo a las arañas.
La gran mayoría de las fobia específicas son causadas por una experiencia traumática durante la infancia. Esto ocurre por un aprendizaje asociativo llamado condicionamiento clásico, pues se produce una asociación entre un estímulo que provoca una respuesta refleja de miedo y otro que al principio no la produce, pero que con la exposición conjunta acaba produciéndola.
Este concepto, que investigó inicialmente Ivan Pavlov, se dio a conocer principalmente por los experimentos de John B. Watson, un psicólogo estadounidense que realizó una serie de estudios, que hoy en día serían considerados poco éticos, con un niño pequeño llamado Albert. Al principio del experimento, el sujeto disfrutaba con la compañía de una bonita rata blanca, pero tras sucesivos ensayos, era incapaz de acercarse al animal por el miedo intenso que sufría ante la inofensiva criatura.
- Para entender cómo se desarrolla este tipo de aprendizaje asociativo, puedes leer nuestro artículo: “El condicionamiento clásico y sus experimentos más importantes”
Otras causas de este trastorno fóbico
Ahora bien, en el caso de la cronofobia el desarrollo de este temor irracional tiene mucho que ver con las creencias irracionales que tiene la persona, y por la falta de aceptación del individuo sobre lo que es la vida.
Algunos expertos aseguran que también puede haber un origen genético, por ejemplo, la insuficiencia suprarrenal, que provoca que las glándulas suprarrenales no produzcan cantidades adecuadas de hormonas como el cortisol o la aldosterona, lo que tiende a hacer a una persona más susceptible a la ansiedad y al miedo. Algunas personas también pueden tener un tipo de personalidad ansiosa, que puede facilitar la aparición del trastorno.
Por otro lado, otros profesionales de la salud creen que las personas estamos biológicamente predispuestas a sufrir miedos irracionales, ya que los miedos tienen que ver con el cerebro primitivo, y las fobias se producen por asociaciones de este tipo y no cognitivas, por lo que no suelen responder a argumentos lógicos. Esto, que puede haber sido muy adaptativo en el pasado y ha contribuido en la supervivencia de los seres humanos a lo largo de los siglos, puede causar este tipo de trastorno.
Síntomas del miedo al paso del tiempo
Como cualquier fobia, el miedo al paso del tiempo causa una serie de síntomas característicos. La persona sufre una una gran ansiedad consecuencia de sus ideas irracionales sobre el paso del tiempo. La confusión, el aturdimiento, la falta de concentración, etc, son algunos de los síntomas cognitivos que la persona experimenta.
Además, se producen una serie de síntomas físicos y fisiológicos, como pueden ser los siguientes:
- Dolor de cabeza
- Mareo
- Falta de aire
- Sofoco
- Náuseas y vómitos
- Temblores
- Boca seca
- Palpitaciones
Tratamiento y terapia
Las fobias son trastornos frecuentes, por lo que existe gran cantidad de estudios respecto a la efectividad del tratamiento. Estos estudios indican que la psicoterapia es realmente útil, especialmente la terapia cognitivo conductual.
Este tipo de terapia incluye diferentes técnicas, pero las más destacadas para tratar los trastornos fóbicos son las técnicas de respiración y las técnicas de exposición (real o imaginada). Una técnica que incluye ambas técnicas es la desensibilización sistemática, en la que se expone al paciente a su miedo y a la vez se le enseña una serie de estrategias que le permiten afrontar su miedo irracional de la mejor manera positiva.
Para este tipo de fobias, además, también es muy útil la terapia cognitiva basada en Mindfulness y la terapia de aceptación y compromiso, que se centran en la aceptación, en el contexto y cómo el paciente se relaciona con la situación y el problema.
En casos graves, el tratamiento farmacológico está indicado, pero siempre en combinación con la terapia psicológica.
- Quizás te interese: “8 apps para tratar fobias y miedos desde tu smartphone”