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Guía para conocer gente nueva: sitios, habilidades y consejos


No es una cuestión de ser más o menos espontáneo, más o menos tímido o más o menos extravertido. Conocer gente nueva no es tarea fácil.

El arte de comunicarse y gozar de la simpatía de las demás personas es complejo. Muchos queremos tener más amigos, más personas en quien confiar, pero lo cierto es que raramente nos ponemos manos a la obra para lograrlo, porque creemos que es una forma de reconocer que estamos bastante solos en esta vida. Además, parece que cuando ya hemos cumplido una cierta edad lo “normal” es que ya disfrutemos de nuestra pandilla de amigos, pero...

La guía definitiva para conocer gente nueva

La verdad es que todos (o casi todos) tenemos esta sensación de que nuestra vida social está un poco estancada. Las circunstancias por las cuales podemos notar que no tenemos tantos amigos como quisiéramos son variadas: nos hemos ido a vivir a una ciudad nueva, hemos tenido relaciones amorosas que han cambiado el panorama de nuestra vida social, estamos demasiado inmersos en nuestro trabajo, nos hemos acostumbrado a tener un repertorio mínimo de colegas, o simplemente porque disfrutamos de hobbies un poco solitarios.

Puedes tener mil motivaciones para querer conocer más gente. La clave está en buscar entornos y situaciones en que puedas entablar conversaciones espontáneas y naturales con personas que, por algún motivo, te llamen la atención.

En ocasiones, este tipo de situaciones sociales donde todo juega a nuestro favor para conocer gente no son tan fáciles de encontrar. Por no hablar de que, a cada año que cumplimos, nos puede ser un poco más complicado hacer nuevas amistades y abrirnos al mundo. Hace falta que pongamos de nuestra parte: deberás quitarte la vergüenza de encima, saltar a la palestra y abandonar tu zona de confort.

Para ayudarte en esta empresa de conocer nuevas personas y darle nuevos colores a tu vida, hemos querido elaborar esta práctica guía. Aquí encontrarás lugares donde poder hacer nuevos amigos, y también consejos y técnicas de comunicación para que lo tengas mucho más fácil.

Lugares propicios para conocer gente

Cuando busques lugares donde conocer a nuevas personas, lo mejor es que te centres en aquellos sitios donde sea probable que te encuentres con la misma gente recurrentemente. Ejemplos válidos: un club deportivo, un gimnasio o una cafetería con una parroquia fiel. De este modo, acudiendo frecuentemente a un sitio tendrás más posibilidades de interactuar con personas a las que les resultas familiar, y será más fácil conocer nuevas personas.

De todos modos, nunca olvides estos consejos:

  • Crea interacciones simpáticas y naturales. Piensa que no es necesario (ni recomendable) que actúes con estridencia. Es mucho más aconsejable que seas prudente y agradable, ya que vas a volver a ver a esas personas de forma cotidiana.
  • Es muy buena idea que los sitios que elijas sean lugares donde conocer potenciales amigos con aficiones, ideas y trabajos con los que te sientas cómodo e identificado. Si por ejemplo no te gusta el fútbol, es mala idea que frecuentes una peña de un equipo de balompié, porque te sentirás como un pulpo en un garaje.
  • Si acudes a un cumpleaños o a un evento procura llegar un poco antes de que comience, y así podrás empezar a conocer a los asistentes. Si llegas tarde, la gente ya se habrá conocido y estarán hablando en grupitos, y puede serte más difícil introducirte en alguno.
  • Ten en cuenta que la familiaridad gusta; mientras más conoces a una persona, más fácil es que te caiga bien. Por eso es importante que seas habitual de algunos sitios que te permitan estar en contacto con otra gente.

En definitiva, todo es cuestión de tiempo y de abrirte un poco a los demás. No todas las interacciones van a salir como tú esperas, pero poco a poco irás fomentando la buena sintonía con las personas que te rodean.

Más sitios y ambientes interesantes donde conocer gente son los siguientes:

1. Asiste a un curso de cocina para principiantes (o a un curso de inglés, o de salsa…)

Si te apuntas a clases de algo que te apasione, es más que probable que hagas nuevos amigos. Cuidado, no es conveniente que asistas a esas clases con la única intención de hacer nuevas amistades. Simplemente escoge una actividad que te atraiga por sí misma, y una vez estés ahí será más fácil que conectes con otras personas a las que les gusta lo mismo. Clases de baile, de idiomas, de cocina, de pintura, de manualidades… hay muchas facetas en esta vida que están esperando que les des una oportunidad.

Si te apuntas, pongamos, a clases de alemán, ten en cuenta que los demás asistentes pueden estar muy dedicados a la tarea y a los libros, y no tanto a entablar conversaciones con otros asistentes. Para combatir esto, es buena idea que te presentes unos minutos antes a cada clase, así tendrás tiempo para interactuar con otros alumnos y conocerles un poco mejor.

2. Organiza alguna fiesta e invita a amigos y conocidos

Si ya tienes algunos amigos cerca de donde vives, es una gran idea que organices en tu propia casa una fiesta. Puedes pedirle a tus amigos que inviten a varios de sus compañeros de trabajo o gente con la que se lleven bien, y así es muy fácil que logres conectar con nuevas personas. ¡Ser el anfitrión es un punto añadido!

3. Tus vecinos también existen

Sí, a primera vista puede parecer poco apetecible, pero piénsalo bien. Si conoces a las personas que viven cerca de ti, puedes empezar a ampliar tu círculo de amistades fácilmente. Solo necesitas ser amable y presentarte educadamente. Seguro que les caerás bien y, si más o menos tenéis edades o aficiones parecidas, te invitarán cualquier día a tomar una cerveza en su piso, o a salir de fiesta… ¡quién sabe!

4. Apúntate a una entidad con la que desarrollar tus aficiones

Todos tenemos hobbies y actividades a las que nos gustaría dedicar más tiempo. Si tienes una afición es muy probable que no estés solo en el mundo. Tu trabajo consiste en buscar alguna entidad u organización con ese mismo interés, y asistir a los encuentros que se hagan. Si eres un fanático de los videojuegos, de la cerámica, de la escalada del tiro con arco o del buceo, seguro que encuentras personas con esa misma pasión y será muy sencillo entablar conversaciones y hacer planes con ellas.

5. ONGs y voluntariado

Si tienes ganas de ayudar a personas con pocos recursos, puedes acudir a algún centro de voluntariado y llevar a cabo acciones solidarias para mejorar la comunidad. No solo es algo positivo contribuir con estas causas altruistas, sino que te va a permitir conocer gente con buenos valores, personas dispuestas a tender una mano y que disfrutan haciendo nuevas amistades. De ahí puedes sacar amigos para toda la vida.

6. Cualquier sitio es bueno

Vale, hemos hablado de sitios especialmente buenos para conocer gente, pero vamos a ser claros: cualquier lugar es propicio para que puedas conocer a personas agradables y con las que compartir buenos momentos. Lo más importante es que estés abierto a esa posibilidad.

Las habilidades que te permitirán conocer gente nueva

Ya hemos estado hablando sobre dónde conocer gente, pero no hemos tenido aún tiempo para explicar cómo debe ser nuestra actitud si queremos abrir nuestro círculo social. Todos podemos ser más sociables, divertidos y lanzados, solo es preciso que sigas leyendo y que apliques estos principios a tu vida diaria.

1. No pasa nada por estar nervioso

Los expertos en habilidades sociales suelen dar el consejo de que cuando te dirijas a alguien desconocido, debes parecer una persona segura de ti misma. Empecemos a destruir este mito. Si por lo que sea no eres un hacha de la comunicación, no estás solo: el 80 o 90% de la población mundial también sentimos nervios cuando hablamos por primera vez con alguien que no conocemos.

No pasa absolutamente nada por estar un poco más nervioso de lo normal. Ten en cuenta que es más probable que tu interlocutor empatice contigo si nota que estás un poco nervioso, ya que a todos nos ha pasado, y darás la imagen de ser alguien honesto y que no va con máscaras ni imposturas. Aunque bueno, eso no quiere decir que debas hablar muerto de miedo: ve con soltura, muéstrate tal como eres e intenta conectar con la persona con quien estás charlando. Un truco para disipar el nerviosismo es centrarse en lo que diga y haga la otra persona, así no estarás tan pendiente de ti mismo.

2. ¿Cómo empezar? Preséntate

Bueno, claro, no vas a cantarle una copla en el primer momento de la interacción, ¿verdad? Presentarse de forma jovial y desenfadada es una buena manera de romper el hielo. Puedes aprovechar para, educadamente, preguntar el nombre de la persona con quien estás hablando. En ese momento ya tendréis un poco de confianza, pero es necesario que trates de ser abierto y preguntes por aquello que te ha animado a entablar una conversación: “Me encanta tu vestido, ¿dónde lo has comprado?”, “Tienes unos rasgos muy bonitos, ¿estoy equivocado si digo que eres de otra ciudad?”, o incluso algo más anodino como “¿Qué tal ha ido tu día?” o “¿Por qué estás en esta fiesta?”.

Lo importante no es el qué, sino el cómo. Si eres agradable y educado, cualquier pregunta es buena para romper el hielo y seguir fomentando un buen clima. Por supuesto, no es buena idea que digas que quieres hacer amigos, porque puedes poner en un compromiso a la otra persona, y estarás transmitiendo bastante necesidad. Simplemente sé amable y creativo y la otra persona querrá seguir conociéndote.

3. Algunas preguntas e ideas para ir construyendo la conversación

Pero, ¿cómo seguir interactuando; qué decirle a esa persona que acabas de conocer? Lo mejor es optar por comentarios contextuales, que hagan referencia a cosas que están sucediendo en el entorno en que os encontréis (lo mala que es la música de la fiesta, lo divertido que es el profesor de la clase siguiente, la opinión que ambos tenéis sobre el local…).

En algunos estudios se ha demostrado que una de las preguntas más buenas para empezar a hablar con alguien es preguntarle su procedencia. Eso puede desencadenar bastante interés y comentarios. Piénsalo: todos tenemos ganas de explicar nuestra historia a alguien que quiera escucharla.

4. Sé un buen “escuchador”

¿Sabes qué es la escucha activa? Es importante que demuestres que estás interesado en la persona con quien mantienes una conversación, y eso se hace escuchando atentamente.

Además, no olvides que a todos nos gusta que nos refuercen nuestras creencias y nos halaguen. Sin pasarse y sin ser falso, es bueno que le recuerdes a tu interlocutor aquello que te gusta de él o ella. Es la forma más sencilla de que se sienta valorado y cómodo.

5. ¿Qué es aquello que te vincula con tu interlocutor?

Si tu objetivo es tener una conversación agradable y fructífera, lo normal es que hagas preguntas y contestes a las respuestas de tu interlocutor. En algún momento os daréis cuenta de que tenéis algo en común: una afición, el equipo de fútbol al que seguís, una serie de televisión que a los dos os encanta, un programa de televisión con el que no podéis para de reír… Eso es positivo, y puedes apoyarte en estos puntos en común para profundizar en la conversación.

No es necesario que te empeñes en buscar cosas en común a toda costa, es algo que surgirá de forma bastante natural.

6. Despídete cordialmente y mantén el contacto

Si has conectado con la persona a la que has conocido, te sentirás bien y notarás que fluyen las palabras y los buenos sentimientos. Aprovecha para pedir el contacto (número de móvil, e-mail…) y así podrás contactarle para veros en otra ocasión.

Ten en cuenta que todavía no sois amigos y es mejor que la “segunda quedada” sea en un lugar público y para realizar alguna actividad que os motive a ambos, o simplemente para tomar algo en una terraza soleada. Así la otra persona no se sentirá presionada y aceptará casi seguro.