Las 10 claves para superar la timidez de una vez por todas
¿Te resulta difícil relacionarte con la gente? ¿No eres capaz de expresar tus opiniones o tus sentimientos? ¿Te importa demasiado lo que los demás piensen de ti? ¿Nunca eres el centro de atención en las reuniones sociales?
Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, te invitamos a que conozcas 10 claves para superar la timidez.
Superar la timidez: 10 claves para vencer tu introversión
La mayoría de personas tímidas (65%) creen que lo son a causa de circunstancias externas, como un exceso de control por parte de sus familias, haber sido tratadas de forma autoritaria o sobreprotectora, o haber sufrido bullying en su niñez.
No hay que confundir la timidez con la introversión, ya que este último concepto alude a unas bases biológicas de la personalidad, mientras que la timidez sí que suele representar un problema a la hora de relacionarse con otras personas. El 23% atribuye su timidez a sus causas internas, como la pobre autoimagen. Por suerte, el 86% de las personas tímidas son optimistas en poder mejorar su problema si se lo proponen, según informa The Shyness Institute, expertos en estudios sobre este rasgo.
Te invitamos a que conozcas si eres extravertido o introvertido leyendo el siguiente artículo:
La timidez, así como cualquier otro problema, precisa de consejos y seguimiento profesional, pero en los casos leves hay diez consejos que pueden ayudar a superarla si tenemos la intención clara de hacerlo.
1. No seas tan duro contigo mismo
No te exijas tanto cuando estés rodeado de personas y creas que tus aportaciones no salen como querías. No te preocupes. La mayor parte de tus juicios no se basan en los hechos sino en pensamientos negativos que has aprendido sobre lo que debería ser una conducta social óptima.
La perfección no existe, es mejor dejarnos llevar por la intuición del momento. Lo más importante, sobre todo al principio, es relativizar la importancia incluso de que ocurrieran esas experiencias que tanto miedo te dan: ¿es realmente tan grave quedar en ridículo de vez en cuando, si con ello vas aprendiendo a ganar soltura a la hora de expresarte y ser tú frente a los demás? ¿A cuántas de esas personas a las que te obsesiona ofrecerles solo tu mejor faceta tendrás en tu día a día de aquí a tres o cuatro años?
2. Responde a las situaciones sociales de forma auténtica
No seas reactivo a ellas. No trates de impostar una actitud o conducta que no estás sintiendo realmente. Ríe si te hace gracia algo, no por compromiso. Habla si quieres hablar, no porque la situación lo exija.
Piensa que el desempeño social de las personas no depende tanto de si hacen "check" en las casillas de las acciones que se consideran populares, como del modo en el que demuestras estar cómodo o cómoda con lo que haces. Incluso si hicieras algo considerado raro o excéntrico, podría jugar en tu favor si demuestras que es una acción deliberada y genuina que refleja tu personalidad, y que incluso eres consciente de que técnicamente resulta poco común pero te da igual que vean esa faceta tuya.
3. Cuando te dispongas a decir algo o hacer un movimiento…
Lleva al límite las creencias que tu mente te envía. Muchas creencias son limitantes, a veces hay que arriesgarse a entablar esa conversación que tanto miedo (mejor dicho: emoción) te genera.
Si te acostumbras a ceder siempre a tus miedos, entrarás en una dinámica en la que ya no es que no te atrevas, es que ni siquiera te propondrás ir más allá de los hábitos y los comportamientos que te resultan familiares, con todas las limitaciones que ello implica.
4. Aprende y no tengas miedo a hacer pasos hacia conductas nuevas en las situaciones sociales
La realidad debe ser concebida, en cierto modo, como un banco de pruebas. Experimenta, no hay nada más estimulante que probar cosas, aunque salgan “mal”. En realidad, son aprendizajes y experiencias únicas que te llevas: estás sembrando semillas que tarde o temprano darán sus frutos.
5. Puedes practicar nuevas conductas sociales con gente de confianza
Puedes practicar con tus allegados hasta que vayas habituándote a entablar conversaciones. Mantén contacto visual, desarrolla tu lenguaje corporal, expresa tus ideas y emociones… Poco a poco te irás sintiendo más cómodo e irás ampliando tu radio de acción. Aquí tienes un buen artículo para desarrollar este conjunto de habilidades sociales.
6. Si has estado evitando hacer algo, puedes escribir lo que vayas a decir
¿Te gusta escribir? Puedes ensayar la interacción anotándola en un bloc de notas o frente al espejo hasta que te sientas cómodo. Sin obsesionarse: recuerda que los fracasos deben ser entendidos como éxitos, puesto que te reportan aprendizajes que te ayudarán en el futuro.
7. Déjate caer en reuniones de grupos
Es buena idea que frecuentes grupos y ambientes donde se toquen intereses coincidan con los tuyos y pruebes a hablar con gente nueva. Podrás entablar conversaciones en las que puedes aportar mucho, y quizá a partir de ahí te será más fácil pasar al terreno personal con tus interlocutores.
8. No te preocupes por la aceptación social
Practica tu asertividad y no tengas miedo de ser más espontáneo. En realidad, ser espontáneo es algo muy positivo, y si lo eres ten por seguro que los demás lo valorarán. Di lo que piensas con honestidad y asertividad, y es probable que la gente te acepte y se muestre receptiva ante tus opiniones.
9. Habitúate a hablar delante de más gente
Empieza a hacerte ver en las situaciones en que puedas sentirte más cómodo. Aunque no te des cuenta, te estarás entrenando y tu cerebro irá asimilando que hablar delante de otras personas no supone ningún riesgo; no hay nada que temer.
10. Si te sientes nervioso y tímido, puedes recordar esto
Si alguna vez los nervios te embriagan, acuérdate de que hay grandes personajes de la historia que superaron su timidez. Aunque sea costoso, la timidez no va a ser un obstáculo para conseguir tus metas personales y profesionales.