Cambia las bases de tu estilo de vida y gestiona la ansiedad
¿Quieres gestionar la ansiedad para que no sea un impedimento en tu día a día? ¿Sientes que las horas del día se escapan? ¿Miedo al futuro o que no salga cómo esperas? Observando y ajustando tu estilo de vida, así como los ritmos diarios, puedes disminuir la ansiedad.
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La influencia ansiedad - estilo de vida
La respuesta es sí, y mucho. En el transcurso de un estado de ánimo ansioso influyen muchos factores los cuales determinan su disminución o su incremento. Éste incremento a veces puede llevar a ataques de pánico, es por ello que es importante autoobservarse, entender qué ha desencadenado una sobreestimulación de mi sistema nervioso.
Cuando sentimos sensaciones ligadas a la ansiedad, automáticamente nuestros pensamientos nos llevan a padecer un ataque de ansiedad. Todo ello sucede de una forma automática e inconsciente muchas veces, como si de un tobogán se tratara; una vez has empezado a bajar por él, ya no puedes parar hasta que llegas al final. La realidad es que hay muchas maneras de controlar esa caída de “tobogán”, es decir, el proceso desde que empezamos a sentirnos nerviosas hasta que entramos en el bucle ansioso.
Relacionarse con la ansiedad
Para empezar a hacer cambios en el estilo de vida y los ritmos diarios, primero tenemos que conocer nuestra ansiedad. Cada uno vive el proceso de ansiedad de forma diferente y por causas distintas, por ello es importante que empieces una relación con tu ansiedad. No intentes huir de ella, ya que está ahí para informarte de que algo no estamos procesando de forma adaptativa.
Cuando hay algún trastorno o síntoma en la persona, éste nos manifiesta que hay algún malestar profundo, un conflicto que es tan doloroso que preferimos esquivar y vivir la ansiedad en vez de afrontar y destapar el miedo o carencia. La oportunidad en la ansiedad empieza por aceptar que algo no está en coherencia con mi ser, para más tarde escuchar nuestra ansiedad, preguntarnos porqué está ahí, qué mensaje nos trae para hacer nuestra vida más satisfactoria y finalmente entender qué cambios emprender enfocados a trabajar nuestro malestar profundo y llegar al bienestar.
Aquí te dejo algunas preguntas para poder conectar y lidiar con la sensación de ansiedad y comprenderte mejor. ¿Qué me asusta tanto cómo para no querer avanzar? ¿Tan incapaz me veo de no saber gestionar lo que devenga el futuro? ¿Quién me hizo sentir incapaz? Recuérdate algunas palabras para reforzar tu autoestima. “Sea lo que sea que suceda en la vida, soy capaz y hábil para superarlo” “El miedo a…sólo está en mis pensamientos, la realidad es divertida y llena de amor” “No tiene sentido preocuparse por algo que no ha sucedido y seguramente no suceda”.
Recuerda que nuestra mente es capaz de crear imágenes y pensamientos mucho más crueles de lo que sucede luego en la realidad, y los miedos son el motor. Pensar en el futuro, en personas con tendencia a la ansiedad, supone la activación de la misma, así pues intenta centrarte tanto como puedas en el momento presente, sin ruido mental; sintiendo.
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Estilo de vida
El estilo de vida está definido por las pequeñas decisiones que tomamos día a día, éstas decisiones están marcadas por las prioridades de cada persona, las cuales van vinculadas a nuestros valores.
Por ello, nuestros valores marcarán nuestro estilo de vida. Tómate unos minutos para pensar cuáles son tus valores; familia, reconocimiento social, crecimiento personal, vivir experiencias experiencias, solidaridad, creatividad, etc.
Tus valores, los cuales cambian a lo largo de las etapas de la vida, determinarán tus prioridades en la vida y por tanto tus decisiones. Revisa tus valores ya que es posible que en la etapa presente, estés viviendo desde los valores de etapas antiguas, y por ello tus acciones no están en coherencia con tus valores y por tanto prioridades. Ésta dinámica de valores incoherentes puede traer mucha ansiedad, al poner energía y esfuerzos en el día a día sin obtener los resultados deseados.
Ritmos diarios
Otro aspecto muy importante a la hora de gestionar la ansiedad son los ritmos diarios. Estamos acostumbrados a vivir en “piloto automático”, es decir de forma automática; vamos siempre por el mismo camino a los destinos y muchas veces no recordamos ni cómo hemos llegado al sitio. Éste ejemplo define el modo “piloto automático”, el cuál nos hace vivir desde la racionalidad, sin sentir ni observar, lo que nos lleva al ruido mental, al ser sin estar.
Para romper ésta dinámica empieza por preguntarte porqué hago lo que hago, si las cosas que hago tienen sentido y si las hago cómo a mi me gusta hacerlas. Además la sensación de sorpresa y de novedad alimenta nuestra curiosidad, y hace que estemos en el momento presente. Empieza por escoger distintos caminos para llegar a tus destinos, te mantendrás despierta y consciente en el momento presente.
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Rutina de apertura y cierre
Por último, las rutinas diarias también nos ayudarán a conectar con nosotras/os y comprendernos mejor. El empezar y acabar el día es una oportunidad para tomarnos un tiempo para nosotras mismas. Tomarnos un tiempo, el tiempo que podamos aunque sea poco, al despertar y antes de ir a dormir, nos ayudará a gestionar nuestro estado de ánimo en general.
Por las mañanas puedes hacer algo de expresión y cuidado corporal y mental, para que a lo largo del día puedas disfrutar de todo lo que te sucede con una sonrisa en la cara. Es aconsejable meditar, ejercitar, estirar, bailar, etc con el objetivo de estimular y prepararse para estar activa/o.
Por las noches es aconsejable meditar, baño de pies, ver una puesta de sol, escribir, etc con el objetivo de relajar y prepararse para descansar.
Recuerda que tu cuerpo tiene unos ritmos circadianos que están muy ligados a la naturaleza, y sobre todo a la luz solar al igual que los animales. Ir en acorde a las horas de luz solar reconecta nuestro cuerpo físico con nuestros ritmos biológicos naturales.
Ralentizar el tiempo
Todos éstos consejos deben ir de la mano del tiempo pausado, es decir, si padeces de ansiedad, el estrés o la rapidez o los límites de tiempo no van a aportar en tu día a día, sino lo contrario, harán que entres en “piloto automático” y pierdas tu centro; el vivir y sentir cada segundo enfocados en el presente.
Conclusión
Es posible que sientas que hace mucho tiempo que lidias con la ansiedad pero no obtienes resultados positivos. Muchas veces nos centramos en una solución y ponemos esfuerzos en ella pensando que lo solucionará todo, pero nos damos cuenta que no es así. Una perspectiva desde fuera como la de un profesional psicólogo, con sus conocimientos y habilidades, puede ayudarte a gestionar la ansiedad. No tienes porque sentirte mal, y mucho menos dejar que empeore la situación.
Estaré encantada de recibirte en mi consulta de forma online y empezar a marcar objetivos para trabajar la ansiedad que padeces. ¡Deja de sufrir y ponte en contacto con un psicólogo/a!