Cómo tener más seguridad en uno mismo en el trabajo
A pesar de los estudios, la experiencia y la formación laboral, muchas personas sienten que algo falla cuando están en el trabajo. Es común que, de vez en cuando, nos entre una crisis existencial, viéndonos como unos totales incompetentes en aquello que se supone que se nos da bien o para lo que nos hemos formado.
Nuestra mente suele jugarnos malas pasadas y, en ocasiones, nos hace sentirnos muy inseguros en la profesión que hemos escogido, situación que nunca nos es propicia. Sentirse inseguro incrementa el riesgo de fallar, además de acobardarnos e impedirnos tomar decisiones ambiciosas en nuestro empleo.
Por fortuna, es posible trabajar nuestra confianza en el ámbito laboral. Por ello, a continuación vamos a ver unos cuantos tips para ver cómo tener más seguridad en uno mismo en el trabajo.
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Consejos para tener más seguridad en uno mismo en el trabajo
“Nunca seré capaz de lograrlo”, “no sirvo para esto”, “no se me da bien este empleo”... ¿Alguna vez te has dicho este tipo de cosas? Si es así, tranquilo, es bastante habitual y, dentro de lo que cabe, normal. Son pocas las personas que a lo largo de toda su carrera profesional no han tenido ningún problema de seguridad, despreciando o incluso denigrando sus propias habilidades. Pero, pese a ser relativamente común, esta falta de confianza y seguridad en el trabajo puede ser un gran obstáculo para desarrollarse laboralmente y aprovechar todas las habilidades que sin duda tenemos.
A continuación vamos a ver cómo tener más seguridad en uno mismo en el trabajo.
1. Dejar de perseguir la confianza
Es imposible sentirse siempre confiado, así que no hay nada más sano que dejar de perseguir la confianza. Esto es como la felicidad, buscarla incansablemente lo único que nos hace es amargarnos.
Nuestro nivel de confianza fluctúa, es inestable. Habrá días que nos sintamos más seguros de nosotros mismos al trabajar en aquello que nos gusta y otros en los que no tanto, como por ejemplo el día que un compañero discuta con nosotros. Es normal, no somos máquinas frías sin emociones.
Incluso los grandes empresarios de éxito, actrices de Hollywood y grandes cantantes de la industria musical reconocen que, en más de una ocasión, se han sentido verdaderos fracasos. Han sentido como su confianza se encontraba por los suelos, para después volver a estar por los cielos y convertirse en las personas de éxito que son.
Por estas razones no intentes estar siempre confiado y seguro de ti mismo, no es posible. Además, pretender tener la seguridad alta constantemente es agotador y frustrante. Cuanto más lo persigas, más inseguro y poco confiado te sentirás, y más triste también. Cierto que hay que trabajar en ello, pero son muchas las formas más saludables de conseguir esta cualidad, como los puntos que vienen después de este.
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2. Atreverse a actuar
La autoestima no depende del resultado de nuestros actos, sino de los propios actos en sí. A esta conclusión fue a la que llegaron Richard L. Bednar y Scott R. Peterson, dos psicólogos expertos en autoestima.
Ellos mismos lo mostraron hablando del caso de casos de pacientes. Cuando uno de ellos no se presentaba a un examen tras haber pasado un tiempo preparándose para esa prueba, se sentía peor que si se presentaba a la convocatoria y terminaba suspendiendo. Es decir, el orgullo de haberlo intentado actuase contrarrestando la influencia de la decepción y la tristeza por el hecho de no haber pasado el examen.
La seguridad de uno mismo aumenta cuando actuamos. Así pues, para tener más seguridad en uno mismo en el trabajo hay que intentar tareas nuevas, enrolarse en nuevos retos, atreverse a hacer cosas. Actuando, aunque acabemos fallando al final, es algo que ya nos hace sentirnos más confiados, confianza la cual nos traerá el éxito tarde o temprano.
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3. Mantener una pose de triunfador
La doctora Amy Cuddy realizó un interesante experimento en el que descubrió que si se pedía a alguien que adoptara durante dos minutos una pose de poder, sus niveles de testosterona aumentaban y disminuían los de cortisol, la famosa hormona del estrés. Todo esto contribuía a que se sintiera más confiado y dispuesto a correr riesgos.
Con pose de poder nos referimos a aquellas que representan cierta dominancia. Sería la típica de expandir el cuerpo, como lo hacen los deportistas cuando ganan, con los brazos levantados, pecho hinchado y mentón hacia arriba.
La explicación de la dra. Cuddy es que existe una comunicación de doble sentido entre la mente y el cuerpo. Cuando estamos orgullosos, nuestra postura lo refleja. Si, aun estando tristes, adoptamos una pose de triunfo, poco a poco iremos sintiéndonos más confiados.
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4. Convertir el miedo en entusiasmo
El miedo y la excitación son dos emociones distintas, pero con fundamento biológico similar, pues ambas son provocadas por la hormona adrenalina. Teóricamente, sería posible usarla para sentir entusiasmo en vez de miedo.
Y así parece que lo demostró un estudio realizado por la doctora Alison Brooks. Esta investigadora separó varios estudiantes en tres grupos y, para generarles ansiedad, les mandó hacer una presentación individual mientras un jurado les evaluaba.
Al primer grupo no le dio ninguna instrucción previa, mientras que al segundo y al tercero les pidió que repitieran en voz alta “estoy tranquilo” y “estoy entusiasmado”, respectivamente. El resultado final fue que los estudiantes del tercer grupo, quienes intentaron interpretar sus nervios como entusiasmo en vez de miedo, lo hicieron mucho mejor.
De todo esto podemos recomendarte que, la próxima vez que te enfrentes a un reto, trata de pensar que los nervios no son miedo, sino entusiasmo, nervios de emoción. Seguro que te sentirás mucho más confiado y harás lo que te hayas propuesto con más ganas.
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5. Tratarse como un amigo
¿Qué te dices a ti mismo cuando fracasas? La mayoría somos muy duros con nosotros mismos, diciéndonos cosas nada alentadoras como “¡Eres un fracasado!”, “Menudo inútil”, “No sirves para nada…” cada vez que hacemos algo mal o que, simplemente, no ha salido a la perfección.
¿Estas mismas cosas se las diríamos a un amigo? Si lo queremos conservar a nuestro lado, desde luego que no. Cuando un buen amigo comete un error o falla, lejos de decirle que no sirve para nada, le intentamos consolar y animar para que no se deprima.
Ha llegado la hora de que nos tratemos como unos buenos amigos a nosotros mismos. Decirnos cosas alentadoras, animarnos diciéndonos que todo saldrá bien, que conseguiremos nuestras metas y que no tenemos que deprimirnos porque han habido algunas cosas que han fallado suena simple, pero funciona.
La autocompasión es capaz de reducir la inseguridad, el estrés y la ansiedad, además de aumentar la cantidad de pensamientos positivos, que nunca están de más. Pero muy importante: La autocompasión no significa sentir pena por ti, sino tratarte como lo harías con un amigo cuando fracasa o le pasa algo malo. Es saber valorar el hecho de que lo has intentado en vez de castigarte por haber cometido un error.
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6. Acudir a terapia
La manera más eficaz de hacer frente al malestar por complejos e inseguridades personales consiste en acudir a terapia psicológica. En la consulta de un psicólogo o una psicóloga encontrarás las herramientas adecuadas para gestionar tus emociones, adoptar una nueva forma de vida más coherente con tus valores e intereses, y aprender a expresarte con asertividad.
Por ello, si buscas servicios de psicología, ponte en contacto con nosotros. En PSiCOBAi estaremos encantados de atenderte de manera presencial u online.