El autocuidado a través de la práctica de Mindfulness y la autocompasión
El autocuidado emocional es un proceso complejo que implica hacer uso de varios recursos provenientes del mundo de la Psicología.
En este artículo nos centraremos en dos de ellos, muy relacionados entre sí: el Mindfulness (o Atención Plena, en español) y la autocompasión. ¿De qué manera nos ayudan a alcanzar un estado de equilibrio emocional?
Artículo relacionado: "Los 4 tipos de Mindfulness y sus características"
¿Qué es la Atención Plena?
El término “Mindfulness” tiene dos significados. Por un lado, un estado de consciencia caracterizado por el hecho de centrar nuestra atención hacia el presente desde una perspectiva libre de prejuicios y de juicios de valor, limitándonos a describir y a reconocer la existencia de los pensamientos, emociones y sentimientos que van pasando a través de nuestra mente.
Por el otro, Mindfulness también es el conjunto de ejercicios utilizados para alcanzar ese estado de consciencia de forma deliberada, a través de ejercicios inspirados en la meditación Vipassana, una tradición milenaria. Se trata de actividades fáciles de adoptar como un hábito y que en algunos casos pueden ser realizadas también por niños y niñas, siguiendo unas instrucciones muy sencillas.
Existen muchas variantes y versiones de ejercicios de Atención Plena, algunas de las cuales pueden ser hechas en unos pocos minutos. Por ello, es un recurso que puede ser incorporado al horario fácilmente: después de comer, antes de ir a dormir, en el descanso del trabajo, etc.
Pero el Mindfulness no es solo una experiencia agradable, sino que tiene potencial terapéutico; es por eso que muchos centros de psicología lo usamos para ayudar a nuestros pacientes, e incluso a profesionales que participan en talleres y cursos en el ámbito de los programas de formación impulsados por las empresas.
Destaca su utilidad para gestionar el exceso de ansiedad o el dolor, y para potenciar las intervenciones para evitar las recaídas en la depresión. La clave está en el modo en el que nos permite “resetear” la mente y no alimentar la rumiación psicológica, ayudándonos a parar en seco los bucles de pensamientos negativos asociados a nuestras preocupaciones, nuestros miedos y nuestras obsesiones.
- Quizás te interese: "Las 7 actitudes del Mindfulness aplicadas al insomnio"
¿Qué es la autocompasión y cómo influye en el autocuidado?
Muchas personas dan por sentado que el término “autocompasión” tiene connotaciones negativas, como si incorporarla a nosotros supusiera vivir en una burbuja basada en encontrar confort en la tristeza y en las lamentaciones acerca de lo poco que valemos. Sin embargo, esta es una visión sesgada de este fenómeno.
Es cierto que en la cultura popular muchas veces se usa este término para referirnos al inmovilismo de quien asume que vale mucho menos que los demás y que por consiguiente no puede esperar nada de sí mismo/a ni tampoco puede aportar nada a los demás (y por consiguiente solo puede pedir, buscar la protección de la sociedad). Pero en Psicología, el significado de la palabra autocompasión cambia, y de hecho, pasa a ser en un elemento emocionalmente beneficioso.
Desde este punto de vista, la autocompasión significa la mentalidad de no usar los problemas y las crisis como una crisis para “machacarnos” a nosotros mismos, y por el contrario, mostrar un grado de comprensión con nosotros mismos que demostraríamos ante alguien que vemos que se ha equivocado, pero que merece nuevas oportunidades. En esencia, esta forma de autocompasión supone no pedirnos un grado de perfección y pulcritud moral muy superior al que esperaríamos del resto por el simple hecho de ser nosotros.
Así pues, la autocompasión es uno de los elementos psicológicos que nos ayudan a “esquivar” esos pensamientos trampa que nos predisponen a caer en el auto-sabotaje. Supone abrazar la mentalidad de que los problemas y el malestar existen, pero que no estamos indefensos ante ellos ni estamos predestinados a sufrirlos por el simple hecho de ser quienes somos.
Supone, también, asumir que es normal pasar por momentos de crisis a lo largo de la vida, y que incluso en los casos en los que somos los principales responsables de lo malo que nos ocurre, no debemos dejar que la culpa nos paralice, porque aunque parezca contradictorio, la culpabilidad puede transformarse en un refugio que usamos como excusa para no avanzar.
Esto encaja a la perfección con los principios del Mindfulness; la Atención Plena nos lleva a centrarnos en el aquí y ahora evitando fijar nuestra atención en los juicios de valor, y poniendo énfasis en poder comprender y describir lo que ocurre en ese momento, en vez de adoptar el rol de juez que estima los aspectos morales de la experiencia. De ese modo, percibimos los problemas como lo que son, sin “inflarlos” alimentándonos con nuestros miedos.
¿Buscas servicios de asistencia psicológica basada en Mindfulness?
Si te interesa incorporar el Mindfulness a tu vida, ponte en contacto con nosotros; en Psicotools contamos con expertos que utilizan la Atención Plena tanto en terapia como en sesiones de formación para particulares y profesionales. Nos encontrarás en Barcelona, y también realizamos sesiones en el formato online por videollamada.