Retículo endoplasmático liso: definición, características y funciones
El retículo endoplasmático es un órgano de la célula formado por membranas conectadas entre sí. Estas membranas se continúan con las del centro de la célula, el núcleo celular.
Existen dos tipos de retículo endoplasmático: uno, denominado rugoso, cuyas membranas forman cisternas aplanadas y con unas estructuras esféricas llamadas ribosomas, y el otro llamado liso, el cual se organiza con membranas formando túbulos sin estos ribosomas.
En este artículo vamos a hablar sobre el retículo endoplasmático liso, y de cuáles son sus partes y sus funciones.
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¿Qué es el retículo endoplasmático liso?
Este orgánulo celular consiste en un conjunto de estructuras tubulares y membranosas que están conectadas entre sí, las cuales se continúan en las cisternas de su contraparte, el retículo endoplasmático rugoso.
El retículo endoplasmático liso se diferencia de su homólogo rugoso por el hecho de no tener ribosomas adosados a sus membranas. Es por este motivo que recibe la denominación de liso. Debido a esta carencia de ribosomas, las proteínas presentes en este orgánulo tienen su origen en el retículo endoplasmático rugoso.
Este orgánulo cumple funciones muy necesarias para la supervivencia de la célula y del organismo en el que se encuentra, participando en la síntesis de lípidos, desintoxicación del alcohol y otras sustancias perjudiciales, regula los niveles de glúcidos en sangre y también sirve como reserva de minerales esenciales como lo es el calcio.
Funciones
Este orgánulo realiza unas cuantas funciones importantes para la célula y para el buen mantenimiento del organismo.
1. Síntesis lipídica
En el retículo endoplasmático liso se sintetizan la mayoría de grasas que constituyen las membranas de la célula, como el colesterol y glicerofosfolípidos.
Cabe indicar que más que síntesis lo que se lleva a cabo en este orgánulo es el ensamblaje de lípidos, cuya materia prima viene de otros orgánulos. Por ejemplo, para fabricar glicerofosfolípidos, el retículo endoplasmático liso requiere ácidos grasos, los cuales proceden del citosol, es decir, el medio interno de la célula.
El transporte de estos lípidos hacia las membranas que constituirán se puede realizar mediante vesículas o con proteínas transportadoras.
Una de las sustancias que son sintetizadas en el retículo endoplasmático liso es el colesterol. Esta sustancia adquiere gran importancia dado que es el componente de la doble capa lipídica de la célula. Esta sustancia es transportada desde este orgánulo hasta la pared plasmática mediante transportadores proteicos solubles.
En el retículo endoplasmático liso, además de colesterol para formar las membranas celulares, se forma triacilgliceroles, lípidos muy presentes en las células adiposas, las cuales almacenan grasa para el aislamiento térmico y como reserva alimenticia.
También está implicado en las síntesis de algunas hormonas, como las hormonas esteroideas, ácidos biliares y la parte lipídica de las lipoproteínas.
2. Detoxificación
Se entiende por detoxificación al proceso en el que sustancias, como drogas y metabolitos producidos en las reacciones que se llevan a cabo dentro del organismo, son transformadas en compuestos hidrosolubles, es decir, que se puedan disolver en agua y ser excretados mediante la orina.
Este proceso es posible gracias a la presencia de unas enzimas oxigenasas, las cuales se ubican en las membranas de este orgánulo, como lo es la familia de proteínas del citocromo P450. Esta familia de enzimas adquiere gran importancia en el metabolismo de fármacos.
La detoxificación se lleva a cabo sobre todo en las células del hígado, las cuales reciben el nombre de hepatocitos. Estas células se caracterizan por presentar un retículo endoplasmático liso muy desarrollado.
Cabe destacar que la ausencia de ribosomas en este tipo de retículo permiten una mayor superficie de acción enzimática en proporción al tamaño del retículo.
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3. Desfosforilación de la glucosa-6-fosfato
La glucosa es un azúcar que se almacena en forma de glicógeno, mayormente en el hígado. Por este motivo, este órgano es el encargado de introducir en el torrente sanguíneo azúcar, mediante dos hormonas que se encargan de regular este proceso: glucagón e insulina.
El glicógeno, cuando es degradado, forma glucosa-6-fosfato. Esta sustancia no puede abandonar la célula, debido a que es incapaz de atravesar las membranas.
Mediante la acción de la glucosa-6-fosfatasa, una enzima, la glucosa-6-fosfato es degradada, formándose glucosa la cual podrá ser llevada a la sangre.
4. Reserva intracelular de calcio
El retículo endoplasmático liso se encarga de recoger y almacenar el calcio que se encuentra flotando en el citosol. Esta recogida de este elemento es realizada mediante la acción de bombas de calcio que se encuentran en la membrana del retículo.
El calcio que se encuentra en el interior de este orgánulo puede ser expulsado al exterior de forma masiva en caso de que se dé la señal necesaria para ello, ya tenga su origen en el interior o exterior de la célula.
Este proceso toma lugar sobre todo en las células musculares, en donde el retículo endoplasmático liso recibe el nombre de retículo sarcoplásmico.
Si una motoneurona, es decir, una neurona implicada en el movimiento muscular, recibe un impulso nervioso, el retículo hace que se libere acetilcolina en la placa neuromuscular. Esta acetilcolina se une a los receptores de la célula muscular, haciendo que se desporalice la membrana.
Al darse la despolarización, se liberan iones de calcio que estaban almacenados en el retículo sarcoplásmico y van a parar al citosol. Así pues, mediante este proceso, se da la contracción muscular ordenada por el sistema nervioso.
Cuando se deja de enviar impulso nervioso, se deja de liberar iones de calcio al citosol y el que ha sido liberado anteriormente es recogido de forma activa hacia el retículo sarcoplásmico.