Cómo gestionar tus pensamientos negativos: 7 consejos prácticos
Experimentar pensamientos negativos, que nos hagan sentir mal y que nos lleven a sufrir por algo que nos preocupa, es completamente normal, y de hecho muchas veces es necesario para atender aspectos de nuestras vidas que deben ser atendidos.
Sin embargo, a veces es complicado evitar que esos pensamientos tomen el control de nosotros y hagan muy difícil que adoptemos una mentalidad constructiva; por ejemplo, ocurre cuando nos paralizan a causa del miedo a equivocarnos, o cuando nos obsesionamos con alejarlos de nuestra mente y no obtenemos los resultados deseados. Por eso, aquí trataremos una serie de consejos para gestionar tus pensamientos negativos en el día a día.
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Consejos útiles para gestionar los pensamientos negativos
La investigación centrada en el desarrollo de técnicas de psicoterapia eficaces lleva varias décadas estudiando estrategias de gestión emocional y de gestión de pensamientos no deseados, un problema que puede afectar de manera decisiva a la salud mental de las personas.
En la actualidad son muchas las formas en las que podemos superar pensamientos negativos de todo tipo que nos asalten en nuestro día a día, y algunas de ellas tienen versiones “sencillas” que pueden ser aplicadas por la propia persona en su día a día en forma de consejos generales (aunque la opción más eficaz es siempre asistir a psicoterapia). Veamos cuáles son estas recomendaciones y pautas.
1. No intentes bloquearlos
Una de las principales claves prácticas que podemos aplicar diariamente para gestionar con éxito los pensamientos negativos que asalten nuestra mente es no intentar bloquear dichos pensamientos ni mantenernos fuera de la conciencia a toda costa.
Las personas que suelen tener pensamientos negativos recurrentes saben que intentar alejar un pensamiento de la mente, eso suele tener consecuencias opuestas a lo deseado, y lo único que conseguimos con ello es pensar más aún en ese contenido que nos hace sentir mal.
En lugar de intentar forzarnos a no pensar en algo, los profesionales de la psicología recomendamos dirigir la atención hacia otras cosas, actividades o aspectos de la vida que nos resulten más satisfactorios, tal y como se indica en el siguiente apartado.
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2. Redirigir el foco atencional
Aquellas personas que tienen un mayor dominio a la hora de controlar sus propios pensamientos acostumbran a ser capaces de dirigir la atención hacia otros estímulos o contenidos mentales en momentos clave.
Dirigir la atención de manera voluntaria hacia donde nosotros deseemos es una estrategia muy útil en cualquier momento en el que cualquier pensamiento negativo no deseado pase por nuestra mente y resulta mucho más eficiente que intentar bloquearlos o eliminarlos.
Para dirigir nuestra atención hacia otros pensamientos más constructivos o estimulantes que aquellos que nos hacen sentir mal o nos paralizan existen muchas estrategias que podemos seguir, pero todas pasan por asumir la idea de que lo que nos preocupa se mantendrá en nuestra mente durante un rato, y que eso es normal.
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3. Aceptar el malestar
Otra de las formas que tenemos las personas para gestionar con éxito un pensamiento negativo consiste en aceptar el malestar transitorio que experimentamos con ese pensamiento, pero teniendo en cuenta que eso forma parte de la vida y que tarde o temprano hay que lidiar con este tipo de sinsabores.
Esto es importante, porque de lo contrario estamos adoptando una posición de negación del problema, y al no aceptar el malestar que experimentamos durante cierto tiempo le estamos prestando más atención y otorgándole al pensamiento más importancia de la que tiene.
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4. Transformar el malestar en elementos constructivos
Transformar el malestar que sentimos en motivos que nos ayuden a mejorar y a seguir adelante hacia nuestros objetivos es una estrategia muy útil ante la aparición de pensamientos negativos que nos afecten. Para ello, hazte la siguiente pregunta: ¿qué puedo aprender de este malestar que siento? A partir de ella, será más fácil poner la atención centrada en una cadena de acciones que contribuyan a resolver lo que nos preocupa.
Esta transformación del malestar en algo positivo se puede resumir en el ejemplo siguiente. Si lo que nos preocupa tiene que ver con el sentimiento de culpa, podemos centrarnos en aprender de nuestros errores y en sacar conclusiones constructivas sobre lo que ha ocurrido.
5. Aprende a desconectar
Aprender a desconectar es esencial para gestionar correctamente los pensamientos negativos, ya que tras un largo período de sufrimiento provocado por contenidos angustiantes cualquier persona necesita descansar la mente a causa del agotamiento originado por este tipo de pensamientos.
Algunas de las estrategias que podemos aplicar son la práctica de Mindfulness, una técnica de relajación y focalización de la atención que nos ayudará a controlar mucho mejor nuestros pensamientos y también a centrarnos en el presente para dejar atrás obsesiones, rumiaciones psicológicas y miedos infundados.
Algunas otras actividades que pueden ayudarnos a desconectar pueden ser el ejercicio físico semanal, los paseos por la naturaleza y las actividades sociales positivas como quedar con amigos, ir al cine, etc.
6. Fijar metas realistas
El establecimiento de metas realistas y bien distribuidas en el tiempo es una buena forma de empezar a solucionar el problema que nos preocupa y haciéndolo de manera organizada y metódica lograremos el éxito en nuestro empeño.
De igual manera, el hecho de ponernos manos a la obra para solucionar nuestro problema ya actúa per se de manera terapéutica en nuestra percepción del problema y nos ayuda a relativizar y a que éste no nos afecte tanto en nuestra vida diaria.
Otro de los consejos que se relacionan notablemente con el anterior consiste en no exigirnos demasiado y no intentar solucionar todos nuestros problemas en un momento o de la noche a la mañana.
Algunas personas que se encuentran en medio de un problema intentan tener un control total sobre lo que les pasa, y al ver que sus exigencias no se corresponden con la realidad de los hechos acaban arrastrándose y terminan por tirar la toalla.
Como en cualquier aspecto de nuestra vida, también resulta de gran importancia no exigirnos demasiado, tratarnos a nosotros mismos con respeto y ser conscientes de que a veces no podemos con todo.
7. Acudir al psicólogo
El consejo más útil que podemos seguir cuando nuestros problemas y pensamientos negativos siguen persistiendo es acudir a un profesional de la psicología cualificado que nos preste sus servicios para superar cualquier adversidad.
En la consulta de un psicólogo especializado recibiremos todo tipo de pautas, estrategias y consejos útiles para gestionar pensamientos negativos, y entrenaremos también técnicas psicológicas útiles relacionadas con el control de las emociones y los pensamientos intrusivos.
Si buscas servicios de psicoterapia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Cribecca Psicología te podemos atender de manera presencial u online por videollamada.