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¿Qué es ser lithsexual? Una manera de vivir la sexualidad poco conocida


Cuando nos enamoramos de alguien o, como mínimo, sentimos algún tipo de atracción hacia un hombre o una mujer lo que más nos gustaría en el mundo sería que nos correspondiera, es decir, que sintiera lo mismo que sentimos nosotros por él o ella.

No son pocas las veces en que el amor no es correspondido, doliéndonos en lo más profundo del alma a la mayoría de los mortales, pero habiendo un pequeño grupo que justamente es esto lo que quieren.

Hay personas que se sienten atraídas por aquellas personas que no les corresponden y, en el momento en que parece que sí lo hagan, van y dejan de estar interesadas en ellas. Son las personas lithsexuales, gente con un curioso patrón de sexualidad del que vamos a hablar a continuación.

¿Qué es ser lithsexual?

El sexo ha sido un tema tabú en nuestra sociedad durante mucho tiempo, tanto que a día de hoy seguimos sorprendiéndonos con algunos hallazgos que hacen los científicos sobre cómo es el comportamiento sexual humano.

Si antaño la heteronormalidad era considerada la única forma sana de comportamiento sexual, hoy en día entendemos que la homosexualidad, la bisexualidad y la asexualidad son otras realidades igualmente sanas, aunque todavía queda mucho camino por recorrer y muchos prejuicios que derrocar.

Todo profesional que se dedique al tratamiento de enfermedades disfuncionales sexuales, tanto en hombres como mujeres, debe conocer las diferentes inclinaciones sexuales y también las parafilias de todo tipo. Solo es posible ofrecer un buen tratamiento entendiendo que el comportamiento sexual es diverso y adoptando una visión abierta sobre los problemas que puedan presentar los pacientes.

Uno de los comportamientos sexuales menos conocidos es la lithsexualidad. Es un patrón de comportamiento sexual atípico y es que, en efecto, las personas que se identifican como lithsexuales tienen un comportamiento más bien peculiar hacia aquellas personas por las que sienten atracción: su deseo se mantiene vivo siempre y cuando la otra persona no les corresponda. Esta palabra se considera sinónima de litosexual, lithromántico, litoromántico, acoisexual y acoirromántico.

Una persona lithsexual es toda aquella que siente deseo o atracción por otro ser humano, independientemente de su género u orientación sexual, pero no quiere llegar a tener una relación “real” ni consumada. Si en algún momento la persona por la que se siente atracción comienza a dar señales de que quiere corresponder a ese deseo, entonces sucede algo realmente curioso: el lithsexual deja de sentir atracción por aquella persona. Su deseo se basa en el amor platónico y, si ese amor platónico se convierte en real, simplemente el deseo deja de existir.

Entendiendo esto podemos comprender que la lithsexualidad es un tanto irónica. Mientras que la mayoría de las personas sueña que la persona de la que se enamoran perdidamente les corresponda algún día, los lithsexuales parece que deseen justo lo contrario. Cuando los lithsexuales se sienten atraídos hacia alguien no tienen la necesidad de que esa persona les corresponda y, de hecho, la situación de rechazo o de indiferencia por parte del otro les resulta hasta estimulante, manteniendo ese deseo o atracción por la otra persona sin que exista atracción mutua.

A diferencia del amor idealizado, en el que se guarda una mínima esperanza de que algún día se vuelva realidad, la persona lithsexual siente satisfacción simplemente por el hecho de desear a alguien sin ser deseado. No quiere ni necesita nada más, puesto que si lo tuviera se esfumaría la magia. No hay frustración ni incomodidad, ya que el lithsexual no está interesado en tener éxito conquistando a la persona por quien siente interés. Tampoco hay masoquismo, puesto que no busca sufrimiento.

Origen del término ''lithsexualidad'' y simbología

Acorde con lo curioso de su comportamiento asociado, el término “lithsexual” tiene un origen etimológico también interesante. Se trata de la combinación de la palabra griega “lith”, que significa “piedra”, con la terminación sexual.

El motivo de que se haya escogido esta palabra en concreto para describir este peculiar comportamiento es un tanto misterioso, pero se puede deducir que lo de la piedra es un recurso narrativo, una forma de describir a la persona por la que se siente la atracción. Él o ella, cual piedra, no se da cuenta de que hay alguien que siente una intensa atracción hacia su persona.

Las personas que se identifican como lithsexuales tienen su propio símbolo, constituido por una bandera con cinco franjas de colores, cada uno con su propio significado:

  • Rojo: sociedad, vitalidad y sensibilidad
  • Naranja: el color seleccionado para identificar la lithsexualidad.
  • Amarillo: diversidad en la atracción. Representa la camaradería, la lealtad y el honor.
  • Blanco: idealismo y sexualidad.
  • Negro: lo arromántico y asexual.

Lithsexuales

La akoisexualidad: la variante en los hombres

Tal y como hemos explicado qué es la lithsexualidad, este término es aplicable a cualquier persona al margen de su identidad de género. Se sea hombre, mujer o de género no binario, lithsexual es aquel que siente atracción hacia alguien que no le corresponde.

Sin embargo, parece que en los últimos años esta palabra se ha ido popularizando para referirse a las mujeres que tienen este comportamiento más que los hombres.

Como ha habido personas que consideraron que el término “lithsexual” puede implicar cierta confusión y no es generalizable a todas las identidades de género, se consideró necesario inventar una nueva palabra, en este caso de uso preferente para los hombres: akoisexual o acoisexual. Los acoisexuales, al igual que los que se identifican como lithsexuales, constituyen un colectivo organizado que tiene su propia bandera, valores y principios.

Lithsexualidad, acoisexualidad y disfunción eréctil

No se debe pensar que las personas lithsexuales y acoisexuales no tienen la necesidad de tener sexo. Que sueñen con amores platónicos y que dejen de sentir interés cuando son correspondidos no nos debe hacernos pensar que sienten aversión sexual o que este tipo de personas no disfrutan en lo más absoluto fornicando. Más bien al contrario, puesto que puede haber momentos en los que sientan interés por tener sexo pero, lamentablemente, no rindan debido a un problema sexual.

Que una persona lithsexual tenga disfunción eréctil, eyaculación precoz, enfermedad de La Peyronie, vaginismo u otra disfunción sexual puede parecer algo de poca importancia. Uno puede preguntarse qué tan grave puede ser que una persona con esta peculiar predisposición no pueda usar bien sus genitales si al fin y al cabo no los va a usar con otra persona.

En realidad, esto no es cierto, puesto que las personas con este tipo de sexualidad sí que va a usar sus órganos sexuales, especialmente cuando esté soñando con aquella persona con la que está sintiendo atracción, amor y deseo en ese momento.

Es por este motivo que todo profesional en sexología o que aborde de una u otra forma las disfunciones sexuales debe estar al tanto sobre la lithsexualidad, entendiendo que hay personas que aunque no tengan sexo con otros individuos o cuyo interés romántico desaparezca cuando ven que son correspondidos, son individuos que siguen teniendo intereses sexuales y que necesitan satisfacerse en solitario.