Epilepsia refractaria: síntomas, causas y tratamiento
La epilepsia es uno de los trastornos del sistema nervioso más comunes junto con las cefaleas. Este problema implica sufrir convulsiones cuyo origen está en un mal funcionamiento del cerebro.
Dependiendo de la edad en que aparece y la cantidad de crisis epilépticas que se sufre, este trastorno puede dificultar gravemente llevar una vida normal y plena.
En ocasiones, pese a seguirse correctamente varios tratamientos, el paciente con epilepsia no mejora. A este tipo de epilepsia se le llama refractaria, y en este artículo la abordaremos, junto con sus causas, síntomas y tratamientos alternativos.
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¿Qué es la epilepsia refractaria?
Decimos que una persona sufre epilepsia refractaria cuando se dan crisis epilépticas de forma muy frecuente y, tras aplicar un tratamiento adecuado, no se están obteniendo mejoras. Este hecho impide gravemente el llevar una vida normal, como lo son tener interacciones sociales sanas y plenas o el desarrollar autonomía, debido a que no se sabe cuándo se tendrá la próxima crisis y encima no se tiene ningún tipo de control sobre ella.
Para determinar que una persona sufre epilepsia se tienen en cuenta tres criterios, los cuales permiten definir el grado de refractariedad o resistencia del trastorno ante el tratamiento. Veamos cuáles son.
1. Refractariedad biológica
Hace referencia a las características biológicas de la persona que impiden que el tratamiento sea efectivo. Estas características no se pueden modificar de forma directa, y habitualmente implican que se tenga que recurrir al tratamiento quirúrgico.
Algunos predictores que indican que se podría sufrir una epilepsia de difícil tratamiento son:
- Primeras crisis antes de los 2 años de edad.
- Espasmos masivos.
- Electroencefalograma anormal.
- Signos de discapacidad intelectual.
- Retraso en el desarrollo cognitivo.
- Examen físico anormal.
- Deformidades en el hipocampo y en la corteza cerebral.
2. Refractariedad farmacológica
Implica que, a pesar de utilizarse fármacos apropiados para el tratamiento de la epilepsia, no se logran mejoras.
Antes de considerar que la epilepsia es farmacorresistente es importante que se evalúe si se ha administrado la dosis necesaria del medicamento, se ha utilizado como mínimo tres anticonvulsionantes diferentes o la combinación de ellos ha sido apropiada.
También debe vigilarse que el paciente toma la medicación o que no sufre de ningún trastorno intestinal que impida la total absorción del fármaco. En ocasiones, se puede diagnosticar como epilepsia refractaria a un problema nutricional.
Una vez se ha determinado que el tratamiento farmacológico ha sido adecuadamente administrado pero que el paciente no muestra mejoras, se indica que hay un elevado grado de resistencia a este tipo de tratamiento.
3. Refractariedad psicológica y social
Las crisis epilépticas interfieren en la vida de los pacientes. Sufrir convulsiones con mucha frecuencia impide poder llevar a cabo las tareas del día a día y mantener relaciones sociales satisfactorias.
Este criterio es tenido muy en cuenta, y se considera que una epilepsia es refractaria cuando las crisis se dan cada semana, a pesar de estar yendo a terapia.
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Síntomas
Como en todas las epilepsias, el principal síntoma es sufrir crisis epilépticas. Las convulsiones pueden darse de diferentes maneras y durar desde segundos hasta minutos. Durante estas crisis, la persona no tiene la capacidad de parar de forma voluntaria, puede hacerse daño a sí mismo e incluso herir a los demás accidentalmente.
Además de esto, otros síntomas que se pueden dar son:
- Pérdida de conocimiento.
- Pérdida de control de esfínteres.
- Mirar hacia el vacío.
- Caerse al suelo súbitamente.
- Ponerse rígido.
- Morderse la lengua.
Causas de este tipo de epilepsia
Las causas detrás de la epilepsia refractaria son varias, y van desde problemas médicos a malos hábitos del paciente. Entre factores que influyen en el desarrollo de este tipo de epilepsia están:
- Enfermedad cerebrovascular.
- Tumores cerebrales.
- Estrés mantenido.
- Infelicidad en el hogar.
- Problemas emocionales.
- Problemas de personalidad.
- Lesiones cerebrales.
- Enfermedades neurodegenerativas.
- Síndromes epilépticos generalizados.
- Poca adhesión al tratamiento farmacológico.
- Estilo de vida errático: consumo drogas, horarios de sueño irregulares…
Tratamiento
Estas son las diferentes formas de tratamiento de la epilepsia refractaria.
1. Farmacológico
Habitualmente, la primera opción para tratar epilepsias es la administración de fármacos. Los más utilizados son:
- Gabapentina.
- Lamotrigina.
- Cannabidiol.
- Levetiracetam.
- Oxcarbazepina.
- Topiramato.
- Zonisamida.
- Tiagabina.
Si tras probar varios fármacos y ajustar las dosis no se logran mejoras, debe tomarse como opción la cirugía.
2. Quirúrgico
La cirugía es recurrida cuando se considera que el tratamiento farmacológico no está siendo efectivo, pese a ser utilizado de forma correcta.
Las intervenciones quirúrgicas en epilepsia implican eliminar el área cerebral que es el origen de las convulsiones.
3. Dieta
Otra opción utilizada durante el tratamiento es el seguimiento de una dieta cetogénica. Este tipo de dieta se caracteriza por tener alimentos con una gran cantidad de grasas y proteínas y evitar el consumo de carbohidratos.
Ha sido relacionada con la mejora de los síntomas epilépticos, aunque en pacientes con este tipo de problemas neurológicos es necesaria la supervisión de un profesional.
4. Electroestimulación
La estimulación eléctrica o electroestimulación es una tecnología utilizada para tratar problemas neurológicos. Con esta técnica se estimulan directamente los nervios, enviándose señales eléctricas al área defectuosa. Algunos métodos utilizados:
1. Estimulación cortical
Se colocan electrodos sobre determinadas partes del cerebro y se envían señales muy suaves.
2. Estimulación en el nervio vago
Se coloca un aparato que envía una señal al nervio vago, disminuyendo la frecuencia y cantidad de las crisis.
3. Estimulación cerebral profunda
Se colocan electrodos en áreas afectadas y se envían señales para impedir la actividad anómala.
4. Estimulación de circuito cerrado
Se coloca un aparato dentro del cráneo, el cual detecta cuando hay actividad propia de una convulsión y produce una corriente que puede impedir que haya una crisis.
Referencias bibliográficas:
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