Encefalitis japonesa: síntomas, causas y epidemiología
Una de las enfermedades infecciosas de tipo vírico más comunes en Asia es la encefalitis japonesa. Aunque los brotes se controlan habitualmente mediante vacunación masiva y los síntomas no suelen ser graves, en algunos casos este virus se asocia a una peligrosa inflamación del cerebro que puede dejar secuelas significativas o incluso provocar la muerte.
En este artículo describiremos qué es la encefalitis japonesa, qué la causa y cuáles son sus síntomas y signos principales. También explicaremos en qué lugares aparece de forma frecuente esta enfermedad y qué medidas se pueden tomar para prevenir contraerla, así como los cuidados que suelen recomendarse en caso de que se desarrolle.
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¿Qué es la encefalitis japonesa?
La encefalitis japonesa es una enfermedad infecciosa que se contrae a través de picaduras de mosquitos. Está causada por un virus endémico de 24 países del este, el sur y el sureste asiáticos, así como de las islas del Pacífico Occidental.
En lugares como China, Tailandia, Corea, Vietnam, India, Indonesia, Filipinas, Taiwán, Myanmar, Sri Lanka, Camboya, Laos, Nepal o Malasia los casos de encefalitis japonesa son muy habituales, aunque existen vacunas para prevenirlos; curiosamente, en Japón esta enfermedad es poco frecuente por la eficacia de los programas de inmunización.
El virus que provoca la encefalitis japonesa se clasifica en la familia de los flavivirus, a la que también pertenecen el de la fiebre amarilla, el del dengue, el virus del Nilo Occidental y los que causan algunos tipos de hepatitis.
Aunque en una gran parte de los casos el virus no provoca la aparición de síntomas severos, más de un tercio de las personas enfermas de encefalitis japonesa sufren secuelas permanentes y aproximadamente un 30% mueren a causa de las alteraciones derivadas de la inflamación cerebral.
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Signos y síntomas
En la mayoría de ocasiones contraer el virus de la encefalitis japonesa no causa ningún síntoma, o bien se dan sólo dolor de cabeza y fiebre. Sin embargo, a veces se desarrolla una inflamación del cerebro (encefalitis) que puede llegar a ser grave.
En uno de cada 100 o 250 casos la infección progresa hasta dar paso a una enfermedad que aparece entre 5 y 15 días después de la picadura de mosquito y puede poner en peligro la vida de la persona. Los síntomas y signos característicos de esta fase son los siguientes:
- Cefalea
- Fiebre intensa
- Vómitos
- Desorientación
- Temblores
- Convulsiones
- Rigidez en la nuca
- Parálisis espástica
- Coma cerebral
Algo menos de un tercio de las personas infectadas de encefalitis japonesa se ven afectadas de forma permanente por este virus. Es habitual que se den secuelas relacionadas con alteraciones neurológicas, como parálisis parciales, pérdida del habla y trastornos cognitivos y conductuales.
Causas y epidemiología
La encefalitis japonesa se transmite principalmente a través de las especies de mosquito Culex tritaeniorhynchus y Culex vishnui. Animales como los cerdos de granja y las garzas portan el virus con frecuencia; los mosquitos infectan a personas y a otros animales, especialmente los caballos, mediante sus picaduras.
La enfermedad afecta sobre todo a poblaciones de zonas rurales y de las regiones que rodean a las ciudades por la mayor cercanía de animales; también se asocia al cultivo de arroz y al riego por inundación. En comparación, es relativamente poco frecuente en las zonas urbanas.
En Asia se registran aproximadamente 70 mil casos de encefalitis japonesa cada año; la enfermedad provoca la defunción de entre 13 mil y 20 mil personas anualmente. No obstante, la mayoría de personas de los países en que la encefalitis japonesa es endémica se vuelven inmunes después de vacunarse o de contraerla durante la infancia.
Las grandes epidemias de encefalitis japonesa tienden a producirse en verano, si bien en países de clima tropical la prevalencia es elevada durante todo el año y aumenta aún más en la estación lluviosa; esto se relaciona con el incremento en el número de mosquitos. La frecuencia de aparición de brotes intensos oscila entre 2 y 15 años aproximadamente.
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Prevención y tratamiento
No existe un cura para la encefalitis japonesa, de modo que el tratamiento está orientado a la reducción de los síntomas, así como al favorecimiento de los procesos biológicos que permiten la eliminación de la infección. Para estos fines se prescriben descanso, cantidades importantes de líquidos y medicamentos antipiréticos y analgésicos.
En general, en los países de Asia y el Pacífico donde este virus es común existen protocolos médicos orientados a minimizar el riesgo de contraer la enfermedad y de sufrir sus efectos más graves, principalmente mediante la vacunación y la vigilancia de la aparición de nuevos casos y epidemias.
Dado que las personas de otras regiones del mundo no están tan preparadas para defenderse de la encefalitis japonesa, es recomendable vacunarse de forma preventiva antes de viajar a lugares donde podría contraerse el virus. Asimismo utilizar productos repelentes y tapar los brazos y las piernas puede prevenir las picaduras de mosquito.