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Autodesprecio: qué es y cómo superar este problema


Muchas personas rechazan su propia manera de ser y de comportarse sin ser conscientes de ello en algunas ocasiones, de forma tienen unos altos niveles de autocrítica, se valoren bastante poco e incluso puede darse el caso de que no soporten escuchar su propia voz en grabaciones. Estos síntomas y algunos más podrían estar detrás de una problemática condición psicológica.

El autodesprecio o el odio a uno mismo, consiste en una forma de crítica extrema que una persona podría llevar a cabo hacia sí misma de manera que podría parecer que nada de lo que hace o dice es lo sucintamente bueno o lo adecuado. Por todo ello, esa persona pensaría que no es indigna o que no es merecedora de las cosas buenas que la vida podría llegar a brindarle.

En este artículo veremos qué consiste el autodesprecio y cómo podría llegar a afectar a nuestra salud mental.

¿Qué es el autodesprecio?

El autodesprecio está relacionado con una dinámica psicológica en la que una persona ha integrado y reforzado una serie de sentimientos relacionados a una visión negativa hacia sí misma, de manera que esto impedirá que sea capaz de ver y valorar todos los rasgos positivos que posee y acerca de todo su potencial.

Además, el autodesprecio abarca una serie de sentimientos continuos relacionados con la culpa y la insuficiencia en relación con todo lo que uno hace, por lo que puede causar que las personas lleguen a compararse de forma constante con los demás, percibiendo solamente lo negativo e ignorando lo positivo. Por ello, creerán que nunca llegarán a ser suficientemente buenos, mientras que la realidad dista mucho de esto puesto que cada persona tiene un valor que la hace única y potencialmente posee la capacidad para cultivar el amor propio y lo que necesita es desarrollar las herramientas necesarias para ello.

Se podría decir incluso que el autodesprecio podría llegar a surgir a partir de una baja autoestima, lo que puede provenir de varios factores y situaciones. Podría partir desde hechos acaecidos durante la infancia o la adolescencia (p. ej., haber sufrido algún trauma o haber sido víctima de bullying en el colegio), que han hecho que esa persona piense que vale menos que los demás o que considere que hay algo malo en ella y que no es merecedora de cariño.

Qué es el autodesprecio

Por otro lado, el autodesprecio también se encuentra ligado a diversos problemas de salud mental como podrían ser la depresión u otros trastornos del estado de ánimo, algunas adicciones, el trastorno de estrés postraumático, los trastornos del espectro de la esquizofrenia, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno de la personalidad por evitación o algunos trastornos de la conducta alimentaria (TCA), entre otros. En la mayoría de los casos, el autodesprecio suele estar asociado con unos bajos niveles de autoestima.

Ejemplos

Algunos de los pensamientos más comunes que suelen tener las personas cuando se desprecian a sí mismas pueden ser los siguientes: “sabía que iba a fracasar”, “no sé por qué lo intento, si no lo voy a hacer bien”, “soy un perdedor”, “lo he hecho todo mal”, etc.

Estos ejemplos de pensamientos y otros semejantes son bastante comunes cuando aun persona sufre autodesprecio, siendo bastante invalidantes en diversas facetas de su vida por lo que si no encuentra la forma de desafiar y replantearse esos pensamientos negativos, a la par de ponerse en práctica un tipo de conversación interna más positiva y optimista, es probable que los problemas asociados y la salud mental empeoren. Si fuera necesario, lo más aconsejable sería buscar ayuda profesional.

Principales señales del autodesprecio

Cuando una persona se desprecia a sí misma hay una serie de señales y comportamientos que nos podrían ayudar a detectar una problemática que afecta tan considerablemente a la salud mental y diferentes ámbitos de la vida de quienes lo sufren. Algunas de esas señales son las que vamos a exponer brevemente a continuación.

1. Crítica excesiva hacia uno mismo

Una de las señales más claras que pueden observarse en los casos de autodesprecio es la autocrítica de manera excesiva. Cuando estas personas cometen algún error, por pequeño que sea, lo lamentan enormemente y suelen tener dificultades para perdonarse por ello. Por ello, es común que maldigan en alto cuando ha ocurrido o que se les venga a la mente una serie de pensamientos negativos dirigidos hacia sí mismos. También es probable que comenten en diversas ocasiones su arrepentimiento por errores del pasado ante cosas que hicieron mal o por oportunidades que dejaron escapar.

2. Ver solamente el lado negativo

En este tipo de casos es frecuente que siempre se centren en lo negativo de las cosas, incluso cuando hayan tenido un día bueno o hayan hecho las cosas bien. A pesar de ello, encontrarán algo negativo o que no ha salido a la perfección para poder lamentarse por ello. De esta forma, no lograrán dejar de despreciarse a sí mismos ni en los días o épocas en las que les estén saliendo las cosas bien o mejor de lo habitual.

3. Tener un pensamiento dicotómico

El pensamiento dicotómico, también conocido como pensamiento de “todo o nada”, se trata de un modo de pensar a través de cual lo ven todo a su alrededor desde los extremos, de manera que nunca se fijan en que puede haber un término medio y de esta forma, si cometen algún error, tienden a pensar que todo ha salido mal y han fracasado.

4. Esforzarse por encajar con las demás personas y tomarse muy mal las críticas

Es bastante común que estén tratando continuamente de encajar con otras personas o con grupos y ven como un gran fracaso cuando no lo logran o las cosas no salen como esperaban. Además, se suelen tomar como algo personal las críticas ya que no tienen la capacidad para encajarlas de manera adecuada.

Por otro lado, tampoco suelen aceptar los cumplidos y suelen tener una perspectiva bastante negativa de la vida. Todo ello dificulta aún más que sus relaciones con otras personas resulten tan exitosas como quisieran.

Consejos para combatir el autodesprecio

Para combatir el autodesprecio existen algunos ejercicios que una persona puede poner en práctica sin la ayuda de nadie para empezar a cambiar esos pensamientos y sentimientos negativos asociados. A continuación, vamos a explicar de manera breve algunos de ellos que resultan bastante sencillos de poner en práctica. Cabe destacar que, si fuera necesario, hay que buscar ayuda por parte de un profesional de la salud mental.

1. Prestar atención a los desencadenantes del autodesprecio

A la hora de tratar de combatir el autodesprecio sería aconsejable empezar por buscar su raíz con el fin de saber cual es el origen y así saber qué es lo que podría haber provocado todos esos sentimientos negativos que han estado yendo dirigidos hacia uno mismo. Un ejercicio que podría servir de ayuda para ello es escribir un diario donde se trate de anotar cada día lo que se ha hecho y los sentimientos y pensamientos asociados a cada actividad. Así podríamos empezar a detectar los posibles desencadenantes de esos sentimientos y pensamientos negativos.

Una vez que se haya logrado identificar los desencadenantes de esos pensamientos negativos se puede comenzar a trabajar para encontrar las formas de evitarlos o al menos minimizarlos tanto como sea posible. En aquellos casos en los que no se pueda evitar estos desencadenantes, por el motivo que sea, se pueden buscar herramientas que puedan ayudar a minimizar el malestar y así tolerar ese tipo de situaciones.

2. Poner en práctica una conversación interna positiva

A causa del autodesprecio es común que el diálogo interno sea bastante negativo a lo largo del día de manera que llegará a haber momentos en los que no haya compasión hacia uno mismo. Ante ello, podría ser útil anotar una lista de las cosas positivas que uno mismo posee, aprovechando aquellos momentos del día o épocas en las que uno se siente mejor.

En caso de que cueste al principio, no hay que preocuparse, esto requiere su tiempo. Se puede empezar por cosas que no se odien acerca de uno mismo (p. ej., lo bien que cocinas tu plato favorito, la bien que cuidas de tu mascota, etc.). Vale cualquier cosa que se venga a la mente que sea positiva o al menos no se considere que sea negativa.

Una vez elaborada esta lista, se debe colocar en un lugar donde se encuentre visible para poder leerse todos los días y se puede recurrir a ella cuando aparezcan los pensamientos relacionados con ese autodesprecio. En esos momentos hay que detenerse, tratar de calmarse realizando una serie de respiraciones profundas y, a continuación, es el momento de recitar en voz alta esa lista de cosas positivas acerca de uno mismo. También podría ser útil tener esa lista anotada en el móvil para poder recurrir a ella en todo momento.

3. Desafiar y replantearse los propios pensamientos negativos relacionados con ese autodesprecio

En aquellos momentos en los que resulta complicado evitar los pensamientos de autodesprecio, se puede tratar de tener una conversación con uno mismo, y en ese caso habría que desafiar a ese tipo de pensamientos.

Por poner un breve ejemplo, cuando se vengan a la mente pensamientos como “me odio a mí mismo”, podría ayudar preguntarse el “por qué” de ese pensamiento. Si la respuesta es alguna de este tipo “porque me queda mal esa ropa” o “porque fue el culpable de estropear esa cita”, o cualquiera de estilo, habría que recurrir a pensamientos que desafíen esas conclusiones que se han sacado precipitadamente y sin fundamento. Entonces hay que decirse a uno mismo “todas esas razones que he dado realmente no son ciertas” y, a continuación, hay que razonar los motivos por lo que esos pensamientos no son reales.

Este es solamente un simple ejemplo y lo que es pretende es explicar que la idea de este tipo de ejercicios está en que se busque qué es lo que hay de verdad detrás de todos esos pensamientos de autodesprecio y razonar cuáles son los motivos por los que es real lo que uno piensa de mentar negativa hacia sí mismo. Esto puede ayudar a cambiar los pensamientos negativos hacia una perspectiva diferente que sea más realista y positiva.

4. Buscar ayuda profesional

Por último, cabe mencionar que no estamos solos y, por ello, no hay que tener nunca temor o vergüenza para pedir ayuda. Podemos empezar buscando apoyo por parte de alguien cercano y de confianza, para después buscar ayuda de un profesional de la salud mental u optar directamente por el apoyo profesional. En cualquiera de los casos, es importante que se busque ayuda cuando se esté pasando por un mal momento y no se encuentre la forma de salir adelante ya que un profesional podrá ayudar a manejar ese autodesprecio y todos esos pensamientos y sentimientos negativos asociados que causan tanto malestar.