Eliminativismo Materialista: una filosofía que descarta la subjetividad
El Eliminativismo Materialista es la postura filosófica que niega la existencia de los “estados mentales”, proponiendo eliminar el aparato explicativo que nos ha llevado a entender la “mente” como lo hemos hecho desde el siglo XVII, y crear otro que retome las condiciones materiales de existencia.
Aunque es una propuesta radical, el Eliminativismo Materialista ha tenido un impacto importante en la forma de hacer filosofía y una repercusión especial en la psicología contemporánea. ¿Qué es y de dónde surge exactamente el eliminativismo?
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Eliminativismo: ¿realmente existen los estados mentales?
La “mente” es un concepto que utilizamos con tanta frecuencia que difícilmente podríamos en duda su existencia. De hecho, en gran medida la psicología científica se ha dedicado a estudiar procesos como el sentido común, las creencias o las sensaciones; derivadas de una comprensión específica y bastante extendida sobre la “mente” o los “estados mentales”.
Ya en el siglo XVII Descartes había insistido en que de lo único que los seres humanos no podemos dudar es de nuestra capacidad de pensar, con lo cual se sientan las bases para el desarrollo de nuestro actual concepto de la “mente”, la “conciencia” los “estados mentales” e incluso de la psicología moderna.
Lo que hace el Eliminativismo Materialista es retomar todo esto, pero para abrir un debate sobre si estos conceptos hacen referencia a cosas que realmente existen, y por lo tanto, se cuestiona si es prudente seguirlos utilizando.
Es entonces una propuesta contemporánea que dice que nuestra forma de entender los estados mentales tiene una serie de carencias fundamentales, que incluso hacen que sean inválidos algunos conceptos, como las creencias, la sensaciones, el sentido común, y otros cuya existencia difícilmente nos cuestionarios.
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Algunas propuestas filosóficas fundamentales
El Eliminativismo Materialista propone que, más allá de modificar la forma en la que hemos entendido a la mente, lo que deberíamos hacer es eliminar todo el aparato explicativo que nos ha llevado a describirla (por eso se llama “eliminativismo”). La razón: los estados mentales son cosas inexistentes, en todo caso se trataría de fenómenos cerebrales o neuronales, con lo cual habría que formular un nuevo aparato explicativo basado en la realidad material (por eso es “materialista”).
En otras palabras, el Eliminativismo Materialista analiza algunos conceptos sobre la mente y los estados mentales, y concluye que son nociones vacías porque con frecuencia se reducen a propiedades intencionales o experiencias subjetivas que no hacen referencia a algo que tenga una realidad física.
A partir de ahí se deriva una segunda propuesta: el marco conceptual de las neurociencias tendría que ser el que explique estados mentales, porque estas ciencias sí pueden hacer referencia a realidades materiales.
Como ocurre en todas las corrientes filosóficas, hay distintos matices según el autor o autora; hay quienes dicen que la cuestión no es que tanto la inexistencia de los estados mentales, sino que no están bien descritos, por lo que deberían ser reemplazados por los conceptos que se han sugerido en los estudios del cerebro. En este mismo sentido, el concepto “qualia” es otra propuesta que ha puesto en evidencia el vacío que hay entre las explicaciones sobre las experiencias subjetivas y los sistemas físicos, en especial el sistema cerebral.
Finalmente, el Eliminativismo Materialista también ha generado interrogantes, por ejemplo, la cuestión sobre dónde están los límites entre el eliminativismo y reduccionismo materialista.
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El eliminativismo no ha sido solo materialista
El eliminativismo ha tenido muchas facetas. A grandes rasgos podríamos ver algunos tintes de eliminativismo en varias de las propuestas filosóficas y deterministas del siglo XVIII que cuestionaron conceptos también relacionados con la psicología, como “libertad” o el “yo”. De hecho, el propio materialismo es ya una postura eliminativista, en tanto que se rechazan las condiciones de existencia de los elementos no materiales.
Habitualmente conocemos como Eliminativismo Materialista a la postura que niega específicamente la existencia de estados mentales. Es una propuesta más o menos reciente, que surge de la filosofía de la mente y que tiene como principal antecedente la obra del filósofo Charlie Dunbar Broad; pero que surge formalmente en la segunda mitad del siglo XX entre los trabajos de de Wilfred Sellars, W.V.O. Quine, Paul Feyerabend, Richard Rorty, Paul y Patricia Churchland, y S. Stitch. Por eso también se conoce como Eliminativismo Materialista contemporáneo.
Formalmente, el término “Eliminativismo Materialista” se atribuye a una publicación de 1968 de James Cornman titulada “On the elimination of “Sensations” and Sensations” (En la eliminación de “Sensaciones” y Sensaciones).
Impacto en la psicología moderna
En sus versiones más modernas, el Eliminativismo Materialista propone que nuestra comprensión del “sentido común”, los “estados mentales” o los procesos psicológicos como como los deseos o las creencias está profundamente equivocada porque surgen de postulados que no son realmente observables, con lo cual su valor explicativo es cuestionable.
En otras palabras, el Eliminativismo Materialista permite actualizar las discusiones sobre la relación mente-cuerpo (mediante la fórmula mente-cerebro) y sugerir, por ejemplo, que las creencias, al no tener un correlato fisiológico, deberían ser eliminadas o sustituidas por algún concepto que si tenga un correlato físico; y en el mismo sentido está la propuesta de que, en estricto rigor, las sensaciones no son realmente “sensaciones” sino que son procesos cerebrales, por lo que deberíamos reconsiderar su uso.
En suma, a partir del Eliminativismo Materialista la psicología del sentido común y las ciencias cognitivas quedan cuestionadas. No es sorprendente que en las últimas décadas esta postura haya tomado mucha fuerza, sobre todo en los debates sobre las ciencias cognitivas, las neurociencias y la filosofía de la mente. Además, esto ha sido tema de discusión no solo para los estudios de la mente sino para quienes analizan los procesos a de construcción y transformación de los marcos teóricos modernos.
Sin duda, es una corriente que no solo ha puesto sobre la mesa preguntas fundamentales sobre nuestra forma de entendernos y de entender lo que nos rodea, sino que a partir de ahí, hace notar que las explicaciones más populares son en gran medida insuficientes así como susceptibles de ser actualizadas constantemente.
Referencias bibliográficas:
- Stanford Encyclopedia of Philosophy (2013). Eliminative Materialism. Recuperado 19 de abril de 2018. Disponible en https://plato.stanford.edu/entries/materialism-eliminative/#BriHis.
- Braun, R. (2008). El eliminativismo filosófico y su ataque a la psicología. Persona, 11: 51-67.
- Feser, E. (2005). Philosophy of mind: A short introduction. Oneworld publications: Reino Unido.