Los 2 tipos de Trastorno Límite de la Personalidad

El trastorno límite de la personalidad (TLP) es el trastorno de la personalidad que más ha sido investigado y sus principales características son las siguientes: inestabilidad la autoimagen, las relaciones interpersonales y en el estado anímico y; por otro lado, una notable inestabilidad que afecta en diferentes contextos.

Hay dos tipos de trastorno límite de la personalidad: el primero, “de tipo impulsivo”, que se caracteriza fundamentalmente por la existencia de la impulsividad en los patrones de conducta, y el segundo, “de tipo límite”, caracterizado por una inestabilidad general a nivel emocional, interpersonal y en su autoimagen.

En este artículo veremos cuáles son los dos tipos de trastorno límite de la personalidad, de acuerdo con los criterios diagnósticos de la “Clasificación internacional de enfermedades de la 10ª edición (CIE-10)”.

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¿Qué es el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)?

Antes de explicar en qué consisten los dos tipos de trastorno límite de la personalidad conviene que expliquemos en qué consiste este trastorno de acuerdo con las versiones más actualizadas de los principales manuales diagnósticos sobre trastornos mentales (DSM-5 y CIE-11).

Cabe destacar que la subdivisión de 2 tipos de trastorno límite de la personalidad se encuentra únicamente en la anterior versión de la CIE (CIE-10), como veremos más adelante, aunque conviene tenerla presente puesto que, aunque en los manuales actuales no aparezca reflejada dicha subdivisión, en la práctica clínica muchos profesionales de la salud mental sí la tienen presente para hacer un diagnóstico más detallado con el fin de buscar el tratamiento más adecuado para cada caso particular.

También es importante mencionar que el CIE-11 ha planteado una visión de los trastornos de la personalidad diferente a las clasificaciones que acostumbramos a ver, llegando proponer una visión más cercana a la realidad presente en la práctica de la psiquiatría y de la psicología clínica, por lo que únicamente aparece un sólo diagnóstico denominado “Trastornos de personalidad y rasgos relacionados”, de manera que no hay una clasificación categorial de los distintos trastornos de la personalidad que había aparecido en el DSM-5 y en la CIE-10 y, por ello, no hay una clasificación explícita del trastorno límite de la personalidad en CIE-11.

Vamos a ver brevemente a continuación la clasificación del trastorno límite de la personalidad según los criterios del DSM-5 y también la nueva clasificación de los trastornos de la personalidad de la CIE-11 antes de proceder a comentar los tipos de trastorno límite de la personalidad.

1. Criterios del trastorno límite de la personalidad según el DSM-5

Los criterios del trastorno límite de la personalidad de acuerdo con el manual DSM-5 son los siguientes.

El criterio A es que, en primer lugar, se da un patrón de experiencia interna y del comportamiento que no se ajusta a la normalidad en su cultura. Dicho patrón debe aparecer en 2 o más de las áreas de la cognición, la afectividad, la actividad interpersonal y el control de los impulsos.

Además, el criterio B establece que esos patrones del criterio A deben ser inflexibles y aparecer en una gran diversidad de situaciones, llegando a provocar un malestar significativo en esa persona.

Por otro lado, estos patrones deben mantenerse estables en el tiempo para poder hacer el diagnóstico y su inicio debe remontarse a la adolescencia o al inicio de la etapa adulta, no pudiendo deberse estos patrones a otro trastorno mental o a los efectos del consumo de alguna sustancia.

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2. Criterios del trastorno límite de la personalidad según la CIE-11

Como dijimos anteriormente, la CIE-11 únicamente propone un diagnóstico general “Trastorno de personalidad y relacionados”, de manera que la definición que aparece en este manual se basa en las alteraciones y disfunciones presentes en el paciente a nivel intra e interpersonal.

Entonces, en primer lugar, el clínico hace una valoración de la gravedad de esa alteración de la personalidad: trastorno de la personalidad leve, moderado o grave, en función de esa valoración dimensional de la gravedad que haya encontrado en dicha alteración.

Después, valora a nivel categorial los patrones o los rasgos de la personalidad prominentes; dichos rasgos evaluados se asemejan al modelo de los “5 grandes de la personalidad” (desapego, afectividad negativa, desinhibición, anaplastia y anti-sociabilidad) y junto a esos rasgos que se muestran prominentes, debe describirse un patrón límite de comportamiento específico que no se ajusta a ninguna de las dimensiones del modelo de los 5 grandes.

Ahora que ya hemos visto cuál es el diagnóstico del trastorno límite de la personalidad según los criterios del DSM-5 y de la CIE-11, pasaremos a explicar los tipos de trastorno límite de la personalidad.

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¿Qué tipos de Trastorno Límite de la Personalidad existen?

De acuerdo con los criterios de la CIE-10 de la OMS, existen 2 tipos de trastorno límite de la personalidad (TLP), cuyos nombres clasificatorios se corresponden con los dos síntomas que son más significativos en cada caso: en primer lugar, la impulsividad y; en segundo lugar, la inestabilidad a nivel emocional, de autoimagen y también interpersonal.

Es por ello que en cada unos de los dos tipos de trastorno límite de la personalidad que vamos a explicar con más detalle a continuación se hace más prevalente uno o el otro de estos síntomas que acabamos de mencionar.

1. Trastorno Límite de la Personalidad de tipo Impulsivo

El primero de los dos tipos de trastorno límite de la personalidad sería el TLP “de tipo impulsivo”, cuya característica fundamental y diferenciada del otro tipo es la impulsividad que se encuentra presente en las conductas de estas personas, de forma que no suelen prever las consecuencias de los actos que llevan a cabo de forma impulsiva y que, con bastante frecuencia, acarrean que terminen viéndose involucrados en conductas autodestructivas y lleguen a presentar explosiones de actos violentos.

En el TLP impulsivo también es característico que estas personas tengan una inestabilidad a nivel emocional, de forma que podrían llegar a fluctuar de una forma un tanto brusca sus estados de ánimo en muy poco tiempo y sin que exista una relación aparente con los acontecimientos del exterior que le rodean.

Los criterios diagnósticos del TLP “de tipo impulsivo” según la CIE-10 son los que vamos a enumerar a continuación.

Por un lado, deberían cumplirse los criterios generales que permiten diagnosticar los trastornos de la personalidad.

Por el otro, deberían estar presentes por lo menos 3 de los siguientes criterios, debiendo estar presente obligatoriamente el segundo:

• Predisposición marcada a comportarse de forma pendenciera y a tener conflictos con otras personas.

• Tiende a presentar arrebatos de violencia y de ira, siendo incapaz de controlar sus conductas explosivas.

• Le cuesta llevar a cabo tareas duraderas que no le ofrezcan alguna recomensa de manera inmediata.

• Humor caprichoso e inestable.

• Predisposición marcada a actuar de manera inesperada y sin tener presentes las consecuencias.

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2. Trastorno Límite de la Personalidad de tipo Límite

El segundo de los dos tipos de trastorno límite de la personalidad sería el TLP “de tipo límite”, cuya principal característica es la inestabilidad, que influye en sus relaciones interpersonales, a nivel emocional y también en su autoimagen.

La inestabilidad que está presente en su autoimagen o autopercepción queda reflejada en sus grandes cambios en cuanto a preferencias personales, de objetivos o incluso de identidad sexual sin que aparentemente haya demasiado criterio.

Respecto a la inestabilidad en las relaciones sociales o interpersonales queda reflejada en sus repentinos cambios acerca de lo que opina sobre otras personas de su entorno que oscila en función de la atención que perciba por parte de estas hacia él. La inestabilidad a nivel emocional se puede observar a través de su variabilidad tan frecuente de sus estados anímicos.

Los criterios diagnósticos del TLP “de tipo límite” según la CIE-10 son los siguientes.

Por un lado, deberían cumplirse los criterios generales que permiten diagnosticar los trastornos de la personalidad.

Además, deberían estar presentes por lo menos 3 de los siguientes criterios, debiendo estar presente obligatoriamente el segundo:

• Existen dudas o alteraciones en cuanto a la imagen que tiene de sí mismo y sobre sus preferencias.
• Se envuelve con facilidad en relaciones inestables e intensas, que con frecuencia acaban mal.
• Se esfuerza demasiado para evitar que sea abandonado.
• Lleva a cabo en reiteradas ocasiones amenazas o incluso actos de autoagresión.
• Sentimientos crónicos de vacío.