''Me siento solo'': 4 claves para superarlo
¿Con qué frecuencia te sientes solo/a? La soledad es un sentimiento que la mayoría de las personas podemos experimentar de vez en cuando, pero... ¿Qué hacer si este sentimiento se convierte en algo persistente a lo largo del tiempo?
Y es que si no se lidia con ello adecuadamente, la soledad puede convertirse en algo extremadamente dañino para nuestra salud mental. Y es precisamente por eso que no hay que normalizar el malestar que podemos llegar a sentir al notar que estamos solos, algo que puede ocurrir incluso si estamos rodeados de personas que nos aprecian y nos quieren. No solo eso: debemos tomar medidas para evitar que dicho problema siga desgastándonos mentalmente. Así pues, veamos algunos consejos generales que puedes tener como referencia ante esa experiencia de "me siento solo", sin olvidar que la medida más eficaz es asistir psicoterapia.
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¿Qué podemos hacer para poner freno al sentimiento de soledad?
Muchos de nosotros podemos experimentar sentimientos de soledad cuando estamos aislados durante demasiado tiempo; no obstante, el sentimiento de soledad no solo depende de que estemos físicamente solos. La soledad, como todas nuestras emociones, no es más que un estado mental.
Según varios experimentos científicos llevados a cabo, el sentimiento de soledad no tiene porqué reflejar la cantidad de amigos o familiares que tenemos a nuestro alrededor. Puede darse el caso en el que estemos rodeados de compañeros de trabajo, familia y amigos y nuestro sentimiento de soledad no hace más que persistir y aumentar.
En este sentido, hay varias cosas que podemos hacer para gestionar el sentimiento de soledad: aquí van cuatro consejos que nos pueden ayudar.
1. Hazte amigo de ti mismo primero
Cuidarse a uno mismo es algo de vital importancia para nuestra salud mental. La verdad es que puede que nos sintamos solos porque, en el fondo, anhelamos nuestra propia amistad y no estamos en paz nosotros mismos.
Piensa en cuándo fue la última vez que trataste bien y te tomaste un tiempo para relajarte y desestresarte. No me refiero a caer rendido en el sofá después de una intensa jornada laboral. Me refiero a dedicarte un tiempo consciente para ti y tus pensamientos. Pensamientos centrados en tu persona, que no tengan que ver con el trabajo o problemas sentimentales. Puede ser algo tan simple como darte un baño relajante de un a hora en vez de una ducha rápida.
Otra opción sería realizar alguna actividad o hobby que de verdad nos guste o sencillamente leer un buen libro. Cuando la soledad llama a la puerta, una buena idea es mirar hacia nuestro interior y pasar algún tiempo con nosotros mismos. Una vez que aprendamos a querernos y respetarnos a nosotros mismos, puede que no nos sintamos tan solos, porque sabremos que siempre podemos contar con nosotros mismos.
2. Sé compasivo con los demás
A veces, cuando estamos solos, lo único que deseamos tener es que alguien esté ahí para nosotros. Una persona que nos comprenda y nos anime cuando las cosas se ponen difíciles.
Tomar la iniciativa y preocuparnos por otros nos puede ayudar. ¿No te sientes mejor cuando cuando alguien te hace un cumplido o te hace un favor? ¿No te sientes más valorado y menos solo?
Ser amables y empáticos con otras personas no solo ayuda a la persona que recibe la amabilidad y la empatía, sino también al sujeto que realiza esas acciones. Después de todo, de esta forma, nos estamos involucrando activamente en una interacción social, lo que puede significar estar a un paso de hacer un nuevo amigo o sencillamente sentirse menos solo, sabiendo que has hecho algo bueno por otra persona.
Según los estudios científicos de los psicólogos Ed Diener y Martin Seligman, el altruismo puede llevarnos a mejorar nuestra salud mental y física, así como acelerar el tiempo de recuperación después de haber sufrido otro tipo de enfermedades.
La próxima vez que experimentes ese sentimiento de soledad, intenta hablar con algún familiar o algún amigo al que le podría venir bien algo de apoyo. Otra opción excelente sería hacer un voluntariado en una organización con cuya misión nos identifiquemos.
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3. Acepta que no existe un amigo perfecto
Nadie es perfecto. Si te sientes solo, posiblemente habrás fantaseado con la idea de estar completamente socializado. Te habrás imaginado cómo sería tener un grupo de amigos ideal. La verdad es que, en realidad, no existe la perfección.
Varios estudios científicos han demostrado que aquellas personas con rasgos perfeccionistas corren un riesgo mayor de sufrir depresión a lo largo de su vida. Debido al sentimiento de alienación que sufren, los sentimientos de soledad y el aislamiento pueden ser mucho más intensos. La perfección a la hora de socializar puede hacernos completamente asociales.
La búsqueda de una persona perfecta hace que nunca la encontremos. Esto genera en nosotros sentimientos de frustración que hacen que cada vez nos sintamos menos predispuestos a socializar con otras personas. Muchos individuos que experimentan sentimientos de soledad crónica en realidad son perfeccionistas sociales.
No dejes que tu perfeccionismo se entrometa en tu capacidad de hacer amistades. La gente no es perfecta y no todas las interacciones sociales son del todo de nuestro gusto. ¡Dale a la gente la oportunidad que merecen!
4. Abre tu mente ante nuevas aficiones y formas de desarrollo personal
Muchas veces, el sentimiento de soledad se basa en una cerrazón de mente que ni siquiera podemos admitir en un principio, algo que limita mucho el tipo de contextos sociales a los que nos exponemos. Por eso, es recomendable que ante la soledad que produce el no conectar emocionalmente con el resto de personas (o al menos, no hacerlo de manera recíproca), mantengamos una mentalidad abierta a la hora de conocer gente en nuevas situaciones y a través de aficiones nuevas, dejando a un lado los prejuicios.
Busca ayuda ante el malestar intenso por soledad
Si crees que estás sufriendo de soledad crónica o excesiva, es muy importante que busques ayuda a través de un profesional cualificado para ello. Esa persona te dará las herramientas necesarias para hacer que este sentimiento de soledad se vaya alejando progresivamente de nuestras vidas. Es un gran primer paso y nos da la oportunidad de hablar con alguien de los sentimientos que estamos experimentando.