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​15 enfermedades que se previenen practicando ejercicio


El ejercicio físico es uno de los hábitos más saludables que puede realizar el ser humano, y son muchos los estudios que así lo confirman. Y es que la práctica deportiva aporta muchos beneficios para la salud general: mejora el estado de ánimo, reduce el estrés, mejora la calidad del sueño…

Si eres de esas personas a las que les gusta ejercitarse regularmente y acostumbras a practicar ejercicio a diario, debes saber que, además, le estás haciendo un gran favor a tu organismo, pues esta práctica ayuda a prevenir enfermedades. Por contra, si no te gusta mucho ponerte el chándal, tu salud puede sufrir las consecuencias negativas de tu estilo de vida sedentario.

Enfermedades que pueden prevenirse practicando ejercicio físico

Pero, ¿qué tipo de enfermedades podemos prevenir con la práctica de ejercicio regular?

A continuación puedes encontrar una lista con las 16 enfermedades de las que puedes librarte si tienes un estilo de vida activo.

1. Presión arterial alta

Son muchas las investigaciones que se han realizado para intentar averiguar cuáles son los beneficios del entrenamiento aeróbico. Correr, nadar o ir en bicicleta han demostrado ser muy efectivos para controlar la presión arterial. Además, si combinamos este tipo de ejercicio con una dieta saludable, nuestro cuerpo nos lo agradecerá.

2. Enfermedades cardíacas

Otro de los beneficios que se suelen asociar al entrenamiento aeróbico es que este sistema de entrenamiento previene las enfermedades cardíacas (como el infarto de miocardio, las arritmias, etc.) y los problemas del corazón, además de la ya mencionada hipertensión. El entrenamiento aeróbico moderado es suficiente para mejorar nuestro estado de salud.

3. Sobrepeso y obesidad

El sobrepeso y la obesidad se han convertido en los últimos años en un problema serio de salud pública. El estilo de vida sedentario y la mala alimentación de gran parte de la población de las sociedades industrializadas son algunos de los factores causantes.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo hay 1.900 millones personas adultas que tienen sobrepeso, de las cuales, más de 600 millones sufren obesidad. El entrenamiento planificado puede ser clave para reducir esta enfermedad. Eso sí, siempre acompañado de una dieta saludable.

4. Diabetes tipo II

La diabetes es una enfermedad con una alta prevalencia a nivel mundial, y se caracteriza por una serie de alteraciones metabólicas que aumentan el nivel de glucosa en sangre (hiperglucemia). Las investigaciones recientes muestran que el ejercicio físico reduce en 42% el riesgo de padecerla. Entre otros beneficios, el entrenamiento físico mejora la capacidad del cuerpo para usar la insulina.

5. Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad de los huesos que produce una disminución de la densidad de masa ósea. Y es que el ejercicio físico es clave para tener un esqueleto fuerte. El entrenamiento de fuerza mejora la densidad ósea y previene el deterioro de los huesos. No solo eso, sino que reduce las fracturas en un 17%.

6. Estrés

El estrés, junto con la obesidad, también es una de las epidemias del último siglo, que muchas veces tiene su origen en el estilo de vida de las sociedades occidentales. Según la ciencia, el ejercicio físico puede ser efectivo no solo para prevenirlo sino también para reducirlo, pues disminuye los niveles de una de las hormonas relacionadas con esta condición: el cortisol.

7. Colesterol alto

El colesterol alto está asociado a múltiples enfermedades. Los estudios muestran que tanto el el ejercicio cardiovascular como el entrenamiento de fuerza resultan beneficiosos para reducirlo. Tanto la dieta saludable como el ejercicio físico aminoran el colesterol malo y aumentan los niveles de colesterol bueno o HDL.

8. Enfermedades oculares

Las enfermedades oculares también pueden prevenirse con el entrenamiento físico. Según un estudio realizado por el Investigative Ophtalmology & Visual Science, correr de manera frecuente puede disminuir en un 19% el riesgo de degeneración macular.

9. Artritis

El entrenamiento de resistencia moderado que se centra en una gama completa del movimiento es un efectivo para prevenir y reducir la artritis, pues ayuda a fortalecer lo músculos que rodean las articulaciones.

10. Alzheimer

Uno de los beneficios psicológicos de practicar ejercicio es que mejora la memoria y ayuda a prevenir el alzheimer. Practicar actividad física entre los 25 y los 45 años incrementa las sustancias químicas del cerebro que previenen la degeneración de las neuronas del hipocampo.

11. Depresión

La depresión es una enfermedad mental que puede llegar a ser grave y puede necesitar tratamiento psicológico. Pero existen diferentes tipos de depresión, de ellos menos severos. El ejercicio físico puede ser efectivo para reducir las depresiones menos pronunciadas, pues ayuda a liberar sustancias químicas en el cerebro que se relacionan con el estado de ánimo (por ejemplo, serotonina o endorfinas). Además, mejora la autoestima.

12. Fibromialgia

El ejercicio físico ayuda a prevenir el empeoramiento de la fibromialgia y funciona muy bien para el manejo del dolor. Especialmente aquellos entrenamientos de resistencia moderada como el Tai Chi o Pilates.

13. Cáncer

El cáncer es una enfermedad grave que puede prevenirse si se siguen una serie de hábitos saludables, entre ellos la práctica de ejercicio físico. Según una investigación de la Medicine & Science in Sports & Exercise, las mujeres que practican ejercicio físico moderado durante dos horas y media a la semana tienen menos probabilidad de sufrir cáncer de mama.

14. Ansiedad

La ansiedad es otro de los trastornos psicológicos que pueden prevenirse con el entrenamiento físico. También reduce los síntomas en los casos menos graves, porque los neurotransmisores liberados durante y después de practicar ejercicio pueden ayudar a la gente que sufre ansiedad a calmarse.

15. Resfriados y la gripe

El ejercicio físico también se ha mostrado muy eficaz para fortalecer el sistema inmunológico, lo que ayuda a sufrir menos resfriados e incluso menos procesos gripales.