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Cómo el psicólogo ayuda a reducir los síntomas del colon irritable


Las alteraciones de tipo gastrointestinal suelen suponer para las personas que las padecen un verdadero problema diario, ya que van asociadas generalmente a un cuidado especial con los hábitos alimenticios y con la dieta diaria.

El síndrome del colon irritable es una de las alteraciones más frecuentes de este tipo, ya que la padece aproximadamente un 20% de la población occidental. No obstante, se trata de un problema que suele cursar con sintomatología leve y que incluso puede ser tratado desde el ámbito de la psicología.

En este sentido, aquí verás las maneras en las que un profesional de la psicología ayuda a reducir los síntomas del colon irritable.

El síndrome del colon irritable y su nexo con la ansiedad

El síndrome del colon irritable o intestino irritable es un trastorno de tipo crónico que afecta a miles de personas en nuestro país y que condiciona de manera notable a su nivel de vida en diversos aspectos, entre ellos en su dieta diaria y en su tendencia a evitar ciertos estresores.

Esta alteración afecta al intestino grueso de la persona y se relaciona con una sensibilización excesiva de los nervios responsables de las contracciones intestinales normales que contribuyen a empujar el alimento por el tracto digestivo.

En las personas que padecen de intestino irritable, el interior de la pared de su intestino grueso reacciona de manera desmesurada y fuera de lo normal ante estímulos leves como pueden ser los productos lácteos o el estrés emocional, lo que desencadena una serie de espasmos que causan a su vez dolores de tipo cólico y en otros casos problemas de diarrea, malestar abdominal, hinchazón o estreñimiento.

Cómo el psicólogo ayuda a reducir los síntomas del colon irritable

En la mayoría de personas, este fenómeno tiene síntomas suaves y se relaciona principalmente con el estrés o los altos niveles de ansiedad que puedan padecer en un momento determinado, un aspecto del trastorno en el que los psicólogos pueden intervenir.

¿De qué manera puede un psicólogo ayudarnos a reducir los síntomas del colon irritable?

Desde hace varios años, en el ámbito de la psicología se están tratando con éxito los casos de colon irritable, una afectación que tiene un componente emocional muy particular, relacionado con la aparición de casos de ansiedad o estrés en la persona que inciden rápidamente en el funcionamiento del sistema digestivo tanto inmediatamente como a largo plazo.

Tanto la investigación psicológica como del ámbito de la salud y la medicina han establecido que el síndrome del colon irritable se puede componer en su vertiente psicológica de factores emocionales, cognitivos o conductuales, además de los ya mencionados síntomas físicos de todo tipo y de dolor estomacal.

Para abordar y superar con éxito todos estos factores, especialmente aquellos de tipo emocional, en la actualidad es cada vez más frecuente en aquellas personas con colon irritable acudir a un profesional de la psicología y pasar por un proceso de terapia psicológica para tratar la gestión del estrés y la ansiedad.

¿Qué técnicas y terapias se usan?

Las terapias que han resultado más eficaces a la hora de reducir los síntomas de la ansiedad y el estrés han sido las de la corriente cognitivo-conductual, una de las más utilizadas por los profesionales de la psicología. Mediante este tipo de intervención, los psicólogos podemos ayudar a las personas a modificar sus patrones de comportamiento y su manera de gestionar sus creencias y pensamientos para adaptarse mejor a las dificultades del día a día.

Por otro lado, el Mindfulness y la hipnosis clínica también han mostrado un nivel de eficacia significativo como recursos de apoyo al tratamiento de los problemas de ansiedad.

Ante los casos de colon irritable, la labor del psicólogo consiste en intervenir en los problemas de ansiedad o depresión que pueda tener la persona y también en cualquier otra alteración emocional, malestar, miedo o angustia asociada a este síndrome, ya sea por ser causas o por ser consecuencias (o ambas a la vez).

Esto se puede lograr equipando a la persona con estrategias cognitivas útiles que le permitan reducir sus niveles de ansiedad, estrés o preocupación. Por ejemplo, entrenando modelos de pensamiento más positivos que le ayuden a superar su malestar y la alejen de estados mentales proclives a provocarle cólicos o dolor abdominal.