Las 6 funciones principales del psicólogo (y su papel en la sociedad)
Erróneamente se piensa que la principal misión de los psicólogos es dar respuestas o consejos a la gente que se encuentra en una situación de sufrimiento. No obstante, y en tanto que la psicología es una ciencias con una gran historia y desarrollo, las funciones del psicólogo son tan variadas como importantes.
Tomando esto en consideración, veremos a continuación cuáles son, exactamente, las principales funciones del psicólogo.
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Las 6 principales funciones del psicólogo
Las funciones del psicólogo dependen en gran medida en la subdisciplina o la rama especializada de la psicología que se aplique. Estas puede ser, por ejemplo, la psicología clínica, la psicología educativa, la psicología social o la psicología organizacional. A su vez, estas disciplinas se han creado con un objetivo principal: el de resolver problemas relativos al comportamiento del ser humano.
Es decir, se han generado para ofrecer respuestas a distintos problemas en entornos también distintos. Aunque los fundamentos teóricos y prácticos son los mismos, la psicología no se aplica de la misma manera en un espacio clínico que en una escuela o en una empresa.
1. Brindar acompañamiento emocional
Gran parte de los psicólogos estamos entrenados para “ayudar a los demás”. Esta demanda puede presentarse y solucionarse de muchas maneras distintas, porque la necesidad de ayuda no siempre es la misma en todas las personas.
Así, el psicólogo tiene también la función de detectar cuáles son las herramientas más adecuadas para cada caso. Algunos utilizan manuales diagnósticos, otros utilizan terapias basadas en distintos modelos teóricos, otros recurren a la derivación cuando el caso escapa de sus posibilidades de acción.
Incluso suele pensarse que el acompañamiento emocional se limita a los espacios clínicos o diagnósticos, este acompañamiento emocional no solo ocurre dentro de los consultorios, y tampoco es exclusivo de los manuales. Por ejemplo, hay intervenciones grupales en talleres o terapias de más de una persona e incluso en espacios públicos.
En todo caso, la labor del psicólogo es generar un espacio empático y responsable ante el sufrimiento ajeno, de manera que pueda favorecerse la construcción de herramientas que lo mitiguen.
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2. Comprender cómo creamos y somos afectados por la sociedad
Esta función es más o menos reciente en la historia de la psicología, y se corresponde con la especialidad social de esta. Es más reciente porque la psicología surgió en inicio como una forma de estudiar al individuo y sus procesos mentales.
Pero hubo un grupo de intelectuales que se dio cuenta de que esa psique no existía de manera aislada, sino que estaba influida por otras psiquis, o por “la sociedad”. De hecho, en ocasiones se piensa que la sociedad es una cosa, y los individuos somos otra cosa totalmente distinta. De hecho, gran parte del desarrollo tradicional de la psicología social se ha fundamentado en esta idea.
No obstante, hay también ramas de la psicología social que consideran que la sociedad no es otra cosa que la actividad colectiva de los individuos, con lo cual, no solo “nos afecta”, sino que al mismo tiempo la producimos. Esto es parte de las curiosidades que un psicólogo puede tener e intentar desarrollar en la forma de teorías e intervenciones.
3. Ofrecer estrategias para el desarrollo humano
En tanto que la psicología se ofrece como una herramienta para comprender al ser humano, también se ha desarrollado como objetivo el favorecer o fomentar que ese ser se desenvuelva en condiciones positivas para sí mismo.
Así, una de las funciones más recientes del psicólogo ya no solo se encarga de comprender y acompañar (o incluso “curar”) los malestares, sino de comprender y favorecer los bienestares.
Por ejemplo, una parte de la psicología humanista se dedicó a estudiar las condiciones que son más favorables para nuestro desarrollo, con el objetivo de brindar herramientas tanto individuales como sociales para fomentarlo. Y, más recientemente, podemos encontrar la rama de la psicología positiva, en la que el psicólogo tiene precisamente la función de entender y beneficiar el crecimiento personal.
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4. Conocer y favorecer el desarrollo cognitivo
Otra de las funciones más características del psicólogo ha sido la de estudiar, describir y comprender cómo es que actúan la inteligencia, el razonamiento, la planeación a futuro, la memoria, la atención, el aprendizaje, entre otras actividades que constituyen nuestros procesos cognoscitivos.
A través de esta comprensión y de las propuestas que se han generado en la psicología cognitiva, el psicólogo ha ganado una función más: crear las estrategias necesarias para favorecer dichos procesos.
Esto puede aplicarse en distintos espacios, por ejemplo en las escuelas para fomentar el aprendizaje de los niños, o en terapia clínica para modificar esquemas de pensamiento que causan sufrimiento.
De hecho, la palabra psicología significa “estudio de la psique”, y “psique” es un término que hace referencia a los procesos de la mente humana. Esto último puede estudiarse de manera independiente a la conducta, o en relación con esta, como sería el caso de un psicólogo cognitivo-conductual.
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5. Asesorar procesos de reclutamiento y manejo de personal
Durante su desarrollo, la psicología ha tenido que adaptarse a las distintas necesidades sociales e individuales. En el momento actual de nuestra civilización, las relaciones industriales u organizacionales son fundamentales para nuestra vida diaria.
En este contexto, un psicólogo (que sería por ejemplo, psicólogo organizacional), tiene la principal función de conocer y asesorar un contexto empresarial en concreto. Eso último incluye, desde comprender cuales son los perfiles profesionales que mejor se adecuan a dicho contexto, hasta favorecer las relaciones laborales que se establecen allí.
6. Desarrollar conocimientos sobre la relación entre biología y comportamiento
Una de las tareas principales de psicólogo ha sido siempre conocer la relación entre la conducta y nuestra composición biológica. Esto es, conocer cómo es que nuestras acciones e incluso nuestros sentires se conectan con nuestra fisiología o con la actividad de nuestro cerebro.
Así, recientemente han emergido incluso especialidades en la formación y la investigación en psicología (que a su vez han brindado herramientas para la clínica y para favorecer la cognición), conocidas como fisiología de la conducta, o neuropsicología.
El psicólogo especialista en estas áreas puede tener funciones importantes al momento de diagnosticar, estudiar y tratar por ejemplo el Alzheimer, algunos tipos de depresión y ansiedad, las afasias, entre otras diversidades del desarrollo neurológico.