Efecto Haas: qué es y cómo afecta a la percepción de sonidos
El efecto Haas, muy utilizado en la industria discográfica, es un efecto psicoacústico el cual se da cuando dos sonidos son percibidos como si solamente fueran uno, pese a no haber sido emitidos exactamente al mismo tiempo.
Aunque ha recibido el apellido de Helmut Haas, éste no fue el único quien investigó sobre este particular efecto sonoro. Veamos más a fondo de qué se trata, quienes lo investigaron y algunos ejemplos de aplicaciones en la vida diaria de este efecto.
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¿Qué es el efecto Haas?
El efecto Haas, conocido también como efecto de precedencia o efecto de prioridad, es un efecto que ocurre cuando se escuchan dos sonidos pero estos se emiten casi a la vez. El segundo sonido es emitido al cabo de muy poco tiempo, menos de 50 milisegundos después de haberse emitido el primer sonido.
Como la emisión del segundo sonido es tan rápida, el oído humano no lo percibe como si fuera un eco, sino como si los dos sonidos fueran uno solo, pese a que se han emitido en tiempos distintos.
Este efecto adquiere importancia a la hora de determinar la ubicación de los objetos por el sonido que emiten. Al percibirse dos sonidos como si fueran uno al tener una separación temporal mínima, la ubicación espacial es determinada por el primer sonido que llega al oído, el cual domina por encima del segundo. Los sonidos que vengan después del primero harán que el cerebro interprete que hay cierta profundidad, relacionándolos con el primero más que interpretarlos como sonidos independientes.
Antecedentes históricos
Realmente, y aunque este efecto psicoacústico binaural ha sido nombrado en honor al doctor Helmut Haas, quien lo descubrió en 1949, lo cierto es que antes de él se hicieron investigaciones y hallazgos sobre este mismo efecto.
De hecho, en 1948, Lothar Cremer descubrió este efecto, refiriéndose a él como la "ley de la primera onda frontal". Un año más tarde, Wallach y colaboradores hablaron más extensamente del efecto de precedencia, mostrando cómo si se presentaban dos sonidos casi a la vez éstos se escucharían como si fueran uno solo. Pudieron observar que a partir de los 40 milisegundos de diferencia en la emisión de ambos sonidos empezaba a darse el efecto de eco.
Posteriormente, el grupo de Wallach descubrió que, cuando dos sonidos proceden de diferentes ubicaciones son percibidos como uno solo o fusionados, el cerebro intepretaba que el objeto se ubicaba en un lugar en concreto a partir del primer sonido escuchado, no del segundo. En base a esto, vieron que esto explicaba el porqué a veces, cuando el sonido rebota contra una pared o muebles de una habitación, el oído humano puede interpretar que el objeto que los emite está en un lugar diferente al que realmente está.
Sin embargo, y pese a los grandes descubrimientos llevados a cabo por Cremer y Wallach, el motivo por el que este efecto es conocido como efecto Haas se debe a una publicación de Helmut Haas en 1951. En esta publicación, Haas estudiaba cómo la percepción del habla se ve afectada por la presencia de una repetición rápida de un sonido. Haas descubrió que los humanos localizamos en base a la dirección del primer sonido oído, independientemente de si hay o no repetición del mismo.
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Condiciones de aparición al percibir sonidos
El efecto Haas ocurre si el segundo sonido viene pasados entre 2 y 50 milisegundos. Cabe decir, sin embargo, que el efecto de precedencia varía en función del tipo de sonido. Por ejemplo, en el caso del habla éste efecto desaparece en caso de que pasen más de 50 milisegundos, sin embargo, para la música, el efecto Haas desaparece pasados más de 100 ms.
En los varios experimentos que se han hecho para profundizar sobre este efecto, se ha visto que la ubicación depende de varios aspectos:
1. Localización sumativa
En caso de que el segundo sonido se dé pasados menos de 2 ms, el oyente sólo percibirá un sonido.
2. Dominancia en la ubicación
Si el segundo sonido se presenta pasados entre 2 y 5 ms, el oyente también oirá un único sonido, y la persona interpretará la cercanía del objeto en base al primer sonido.
3. Retraso afecta a la discriminación
A menor tiempo pase entre el primer y segundo sonidos, menor capacidad se tendrá para ser consciente de que se están oyendo dos sonidos.
Aplicaciones
El efecto Haas es importante para oir en habitaciones cerradas, haciendo posible determinar con este efecto la ubicación de un objeto que emite el sonido, aunque cabe decir que la presencia de muros puede hacer confundir a la persona dado que reflejan el sonido.
A continuación veremos algunas situaciones en las que se usa este efecto de forma premeditada.
1. Sistemas de refuerzo de sonido
Este tipo de sistemas se utilizan en eventos públicos. Al colocar varios altavoces, se puede correr el riesgo de que ocurran ecos.
Si se tiene en cuenta el efecto Haas y se configuran los altavoces de tal manera que se asegure de que retransmiten con retrasos inferiores a los 50 ms, se asegurará de que no se perciban dos o varios sonidos.
2. Dolby surround
Este efecto ha sido tenido en cuenta a la hora de elaborar los aparatos con dolby surround. Ya sean televisores o aparatos de música, se tiene bien presente la importancia de que ambos o más altavoces emitan el sonido a la vez o con muy poca demora el uno del otro.
3. Sonido ambiental
El efecto Haas se puede utilizar para incrementar la sensación de estar inmerso en un ambiente determinado, ya sea natural, urbano o de cualquier tipo.
Uno de los casos más conocidos es el del audio del barbero, una reproducción que si se escucha da la sensación de estar en una peluquería y el barbero nos corta el pelo.
En este caso en concreto se juega mucho con el efecto de precedencia, además de hacer que en un auricular se oiga el sonido más fuerte que en el otro, dando la sensación de profundidad y llegándose a pensar que tenemos unas tijeras cerca.
4. DJs
Muchos DJs utilizan este efecto para darle profundidad a sus mezclas, además de jugar con los ecos y el propio volumen de sus composiciones.
Así, pueden hacer que se sienta como más cercana o más lejana la melodía que están tocando, además de jugar con la posición percibida de los altavoces.
Referencias bibliográficas:
- Cremer, L. (1948): "Die wissenschaftlichen Grundlagen der Raumakustik", Bd. 1. Hirzel-Verlag Stuttgart.
- Haas, H. (1951). "Uber den Einfluss eines Einfachechos auf die Horsamkeit von Sprache," Acustica, 1, 49–58.
- Litovsky, R.Y.; Colburn, H.S.; Yost, W.A.; Guzman, S.J. (1999). The precedence effect. The Journal of the Acoustical Society of America. 106 (4 Pt 1): 1633–16.
- Wallach, H., Newman, E. B., & Rosenzweig, M. R. (1949). "The precedence effect in sound localization," The American Journal of Psychology, 62, 315–336.