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Depresión psicótica: síntomas, causas y tratamientos


Las alteraciones o enfermedades psicológicas tienden a modificar o alterar la manera en la que las personas se perciben a sí mismas y a su entorno. En ocasiones, esta distorsión puede llegar a ser tan grave que una afección como la depresión acaba por presentar síntomas propios de una psicosis.

Es lo que ocurre con la depresión psicótica, un subtipo poco común de depresión del cual hablaremos a lo largo de este artículo y que puede aparecer en personas que ya se han visto afectadas por varios episodios de depresión mayor.

¿Qué es la depresión psicótica?

La depresión psicótica, conocida también bajo el nombre de psicosis depresiva, es un subtipo de depresión que ocurre cuando una depresión severa incluye dentro de su cuadro de síntomas alguna forma de psicosis. Según los datos estadísticos, este tipo de depresión psicótica suele afectar, de manera aproximada, a una de cada cuatro personas que son ingresadas en un hospital con un diagnóstico de depresión.

La psicosis en la depresión puede manifestarse mediante alucinaciones de cualquier tipo, como voces que le dicen a la persona que no tiene ningún valor; delirios en forma de sentimientos intensos de inutilidad y fracaso o directamente provocar en el paciente una ruptura total con la realidad.

Como podemos observar, a pesar de que se tratan de síntomas propios de una enfermedad psicótica, el contenido de estos se muestra fuertemente relacionado con algunos de los rasgos de la depresión, como puede ser una baja autoestima.

Aunque la depresión psicótica conforma una calificación diagnóstica por ella misma, también puede aparecer en el contexto de un trastorno bipolar o de un trastorno depresivo mayor. Además, debido a sus similitudes, es muy comúnmente confundida con un trastorno esquizoafectivo. Sin embargo, este diagnóstico requiere la presencia de síntomas puramente psicóticos durante, al menos, dos semanas. Es decir, sin síntomas depresivos o del estado de ánimo.

En cuanto a la depresión psicótica unipolar, requiere que la sintomatología psicótica se manifieste sólo durante los episodios de depresión mayor. Los criterios diagnósticos del Manual diagnóstico y estadísticos de los trastornos mentales (DSM-IV) señalan que, para el correcto diagnóstico de la depresión psicótica, el paciente debe cumplir los requisitos para un episodio depresivo mayor, junto con los criterios para el especificador de “características psicóticas”.

¿En qué se diferencia de otras psicosis?

Tradicionalmente, se entiende que una persona que padece algún tipo de psicosis es una persona que se encuentra fuera de contacto con la realidad. Estos pacientes pueden escuchar voces o presentar ideas extrañas e ilógicas, entre muchos otros síntomas.

Cuando estos síntomas forman parte de un diagnóstico de depresión psicótica suelen comportar conductas como accesos de cólera e ira sin motivo aparente, dormir durante el día para mantenerse despiertos toda la noche, descuidar su imagen e higiene corporal e incluso, dificultades para comunicarse con otras personas.

Por otra parte, las personas que sufren de otro tipo de enfermedades mentales, como la esquizofrenia, también experimentan síntomas psicóticos. Sin embargo, en la depresión psicótica los delirios o las alucinaciones son consistentes con los argumentos de la depresión. Mientras que el contenido de los síntomas psicóticos de la esquizofrenia suele ser extraño e inverosímil y sin ninguna relación aparente con un estado de ánimo.

Además, en la depresión psicótica los pacientes suelen sentirse avergonzados de sus pensamientos, por lo que tratan de ocultarlos. De ahí que este tipo de depresión resulte un poco difícil de diagnosticar. No obstante, un diagnóstico certero resulta muy importante, puesto que, además de influir en el tratamiento, los episodios de depresión psicótica son un factor de riesgo en el desarrollo de un trastorno bipolar con episodios recurrentes de depresión psicótica, manía e incluso suicidio.

¿Qué síntomas presenta?

Las personas con depresión psicótica experimentan los síntomas de un episodio depresivo mayor, entre los que se incluyen: sentimientos de desesperanza, inutilidad o culpa, fatiga constante, retraimiento social y agitación e irritabilidad; acompañados de uno o más síntomas psicóticos entre los que destacan los delirios y las alucinaciones. Asimismo, el paciente puede presentar también cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Anhedonia grave.
  • Retraso psicomotor.
  • Ansiedad.
  • Estreñimiento.
  • Hipocondría.
  • Insomnio.
  • Inmovilidad física.

¿Cuáles son las causas?

A pesar de que, por el momento, no se han determinado qué factores exactos provocan el desarrollo de una depresión psicótica, se ha observado que los síntomas psicóticos tienden a desarrollarse después de que la persona haya atravesado por varios episodios de depresión sin psicosis. Asimismo, una vez que aparecen estos síntomas psicóticos, tienden a reaparecer en cada episodio depresivo futuro.

También se ha observado que las familias en las que alguno de sus componentes ha experimentado una depresión psicótica presentan un riesgo mayor tanto de depresión psicótica como de esquizofrenia. Esto apunta a un posible componente genético de esta enfermedad.

Una gran cantidad de pacientes con depresión psicótica informan haber experimentado un episodio inicial de depresión entre los 20 y los 40 años. De la misma manera que ocurre con otros tipos de depresión, la depresión psicótica también suele ser episódica, con síntomas que aparecen durante un periodo de tiempo determina y van disminuyendo con el tiempo. Además, estas personas tienden a funcionar bien tanto social como profesionalmente entre los episodios depresivos.

Finalmente, si bien la depresión psicótica puede llegar a ser considerada crónica cuando permanece durante más de dos años, la mayoría de episodios depresivos poseen una duración de menos de 24 meses.

¿Cuál es el tratamiento y pronóstico?

Habitualmente, el tratamiento de la depresión psicótica se lleva a cabo en un entorno hospitalario, de manera que el paciente puede estar vigilado para garantizar su máxima seguridad.

Habitualmente se realiza un tratamiento farmacológico acompañado de terapias psicológicas que faciliten la integración del paciente en su entorno. En el tratamiento farmacológico, se suelen utilizar combinaciones de antidepresivos y medicamentos antipsicóticos.

Mientras que los antidepresivos favorecen la estabilización del estado de ánimo, los antipsicóticos permiten que el cerebro sea capaz de percibir y organizar la información del entorno que rodea a la persona.

Un tratamiento adecuado para la depresión psicótica puede llegar a ser realmente efectivo, hasta en punto de permitir la recuperación del paciente en un plazo de tiempo de varios meses. No obstante, debido al carácter episódico de la enfermedad, resulta necesario llevar un seguimiento médico continuo.

En los casos más graves o que no responden a tratamiento farmacológico, puede resultar necesario la aplicación de terapia electroconvulsiva.

En cuanto al pronóstico de esta enfermedad, este tiende a ser mucho más positivo que otros diagnósticos psiquiátricos como los trastornos esquizoafectivos. Aún así, las personas que experimentan un episodio depresivo psicótico tienen más posibilidades de recaída y suicidio. De ahí la necesidad de un seguimiento ajustado.