4 ideas falsas sobre el optimismo (y la cruda realidad)
Nadie puede dudar que el optimismo, en algunas situaciones, puede ser una clave para lograr el éxito en algún aspecto de nuestra vida. Sin embargo, vivimos en tiempos en los que la obsesión por la felicidad hace que muchas personas piensen que el optimismo lo es todo.
Ser optimista tiene sus ventajas, pero siempre y cuando vaya en sintonía con el entorno y la realidad en la que nos movemos. Como todo en esta vida, tanto el exceso como la falta de optimismo son negativos.
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Cómo es una persona optimista
Cada persona tiene sus propias peculiaridades y, evidentemente, ser pesimista no es nada bueno. De hecho, las personas que son sensatas y objetivas y, además, son optimistas, pueden considerarse aventajadas.
Los optimistas son personas que miran el lado positivo de las cosas en vez de pasarse el día entero lamentándose, que no les importa cuántas veces se caigan, pues de cada experiencia sacan aprendizajes positivos. Ahora bien, el optimista no es aquella persona que siempre tiene una sonrisa en la boca a pesar de las adversidades, sino que es una con una autoconfianza alta y es realista con el entorno que le envuelve.
Pero, ¿cómo son las personas optimistas? Este tipo de individuos presentan una serie de características:
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Ven en los fracasos oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Caerse significa levantarse.
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No se autoengaña, sino que tienen una gran capacidad de autorreflexión y son sinceras consigo mismas.
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Son personas objetivas y realistas, por lo que siempre pretenden ser sensatas y coherentes en sus acciones.
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Tienen una buena autoestima y se valoran positivamente.
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No se comparan con los demás, porque han encontrado la paz interior.
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Tienen una gran capacidad de automotivación a pesar de los obstáculos que se presenten en su camino.
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Luchan por lo que quieren y por sus propios sueños.
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Viven en el aquí y el ahora y disfrutan del presente.
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Son emocionalmente inteligentes.
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Si quieres saber más sobre estas características, puedes leer nuestro artículo: “11 características de las personas optimistas”
Falsas creencias sobre el optimismo
Si bien ser optimista es beneficioso, algunas personas pueden poseer falsas creencias sobre esta mentalidad positiva.
1. Ser optimista te hará feliz
La felicidad depende de muchos factores, y pensar que simplemente con adoptar una mentalidad positiva y ser optimista todo irá sobre ruedas es un error. El optimismo no es algo que se impone uno mismo, sino que es una manera de pensar y comportarse que tiene mucho que ver son el nivel de autoconfianza que tiene una persona y cómo ésta se relaciona con los eventos que ocurren a su alrededor.
El optimismo no es mirar hacia otro lado cuando las cosas negativas ocurren, sino que es afrontar la realidad tal y como es y aceptarla. Una vez aceptada, es ponerse en movimiento y trabajar paso a paso para lograr lo que uno desea.
2. El optimismo es una actitud
El optimismo no es algo que un individuo pueda imponerse a sí mismo, y como he dicho, tiene que ver con construir una personalidad fuerte y en ser una persona realista que confía en sí misma. No se trata de ver la vida de color de rosa y vivir ajeno a los problemas. Se trata de analizarlos y aceptarlos. De observar y desapegarse emocionalmente de algunas situaciones poco agradables.
Se trata de mirar hacia al futuro, pero siempre con los pies en el suelo. El optimismo no es vivir en expectativas irracionales. Es ver las cosas como son y aprender de ellas. Las personas optimistas también fracasan, pero entienden que los fracasos son parte de la vida.
3. Los problemas se resuelven con optimismo
El optimismo por sí solo no resuelve problemas. Puede motivarnos a salir adelante, pero nosotros también tenemos que poner de nuestra parte para que todo salga como deseamos. Por tanto, la autoconfianza es clave en este sentido, porque es una variable psicológica que hace referencia a la percepción de las habilidades y recursos que tenemos a la hora de llevar a cabo alguna tarea. Creer en uno mismo sí que resuelve problemas, no el optimismo por sí solo.
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4. Se puede ser optimista todo el tiempo
Pensar que se puede ser optimista todo el tiempo y vivir con la sonrisa en la boca todo el tiempo es algo poco realista, y en este caso estaríamos hablando del falso optimismo. Como dijo el psicólogo humanista Abraham Maslow, “El falso optimismo, tarde o temprano, desilusiona, enfada y desespera”.
El falso optimismo tiene que ver con una autoestima baja y un intento de ocultar la inseguridad que uno siente. De hecho, los falsos optimistas no logran las metas que se proponen, pues no son realistas. A la larga, y como explica Maslow, el falso optimismo termina por frustrar a la persona.
En definitiva, las personas con falso optimismo:
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No se valoran a sí mismas
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No se automotivan
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No viven en el aquí y el ahora ni conectan consigo mismas
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No son sinceras con ellas mismas
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No son realistas
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El falso optimismo es igual de malo que el pesimismo. Si deseas saber más esto, puedes leer nuestro artículo: “Falso optimismo: ¿qué es y cuáles son sus efectos negativos?”