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Las claves para comprender los 10 trastornos de la personalidad


Lo primero que quiero contarte sobre los trastornos de personalidad es que una persona con un trastorno de este tipo piensa, siente, se comporta y/o se relaciona con el resto de las personas de una forma diferente. Entender este punto es importante para comprender a las personas que padecen un trastorno de personalidad.

¿Qué es un trastorno de personalidad?

Un trastorno de personalidad es un patrón a largo plazo de pensamiento, comportamiento y emoción que es disfuncional, extremista y muy rígido. Esta forma de pensar, comportarse y sentir provoca que la persona tenga dificultades en su vida cotidiana. De hecho, les resulta muy complicado cambiar su manera de comportarse. Todo esto hace que tengan dificultades para establecer y mantener relaciones sociales sanas, mantener un trabajo, etc. Por otro lado, es cierto que actualmente desconocemos la causa exacta de los trastornos de la personalidad. Sin embargo, los estudios apuntan a que los genes y las experiencias infantiles tienen un papel importante. Lo más probable es que los trastornos de la personalidad sean multicausales, es decir, que se deban a distintas causas.

Cómo son los trastornos de la personalidad

Las 10 variantes de trastornos de la personalidad

Como iremos viendo a lo largo de este artículo, hay diferentes tipos de trastornos de la personalidad, cada uno con características y síntomas únicos. Aquí encontrarás una breve descripción década uno de ellos.

1. El trastorno de la personalidad paranoide

Este trastorno de la personalidad tiene una característica principal muy llamativa: la paranoia. Son personas que sienten gran desconfianza hacia los demás, así como sospechas y dudas constantes. Es fundamental señalar que estas dudas y sospechas aparecen sin una razón de peso. No hay indicios, ni pruebas. En la misma línea, las personas con este trastorno suelen pensar que los demás intentan humillarlas, dañarlas, menospreciarlas y/o amenazarlas.

2. El trastorno de la personalidad esquizoide

Muchas personas con trastorno esquizoide de la personalidad pueden funcionar bastante bien. A priori, no parecen tener ninguna dificultad. Una persona con trastorno esquizoide de la personalidad no quiere tener relaciones cercanas, se siente más cómoda en la soledad y se muestra emocionalmente fría con los demás. Además, las emociones que muestran a la hora de relacionarse con los demás son muy limitadas.

3. El trastorno de la personalidad esquizotípica

Las personas con trastorno de la personalidad esquizotípica se caracterizan por sus comportamientos excéntricos y/o extraños. En consecuencia, las relaciones sociales suelen verse obstaculizadas por sus puntos de vista distorsionados de la realidad, supersticiones y comportamientos inusuales. A diferencia de la esquizofrenia, por lo general, no experimentaría psicosis. Para una persona con este trastorno las relaciones cercanas suelen ser difíciles e incómodas. Sintiendo ansiedad en las situaciones sociales.

4. El trastorno de la personalidad antisocial

Una persona diagnosticada con trastorno de la personalidad antisocial es impulsiva e imprudente. No piensa en cómo sus acciones afectarán a terceras personas, no tienen respeto por los demás y no siguen las normas o reglas socialmente aceptadas. Del mismo modo, tienen baja tolerancia a la frustración, pueden ser agresivos y utilizar la violencia. Además, pueden utilizar las mentiras para conseguir lo que quieren y no sienten culpa por haber actuado egoístamente.

5. El trastorno de la personalidad límite

Podemos decir que la principal dificultad del trastorno límite de la personalidad es la regulación emocional. Esta dificultad ocasiona que tengan relaciones intensas e inestables. Suelen establecer relaciones en las que pasan de querer mucho a alguien a odiar a esa persona sin que haya pasado nada que lo justifique y de forma muy rápida. También, se caracterizan por tener arrebatos emocionales extremos, autolesionarse, tener comportamientos autodestructivos, cambios de humor y baja autoestima. Asimismo, tienen un miedo muy grande al abandono. Finalmente, otro rasgo que llama la atención es que tienen un sentido frágil de sí mismos.

6. El trastorno de la personalidad histriónica

A las personas que padecen este trastorno suele gustarles ser el centro de atención. Es más, pueden sentir ansiedad si no se les hace caso, lo que las lleva a ser dramáticas y animadas con el fin de llamar la atención. Además, tienen emociones intensas e inestables y una autoimagen distorsionada de sí mismas. Su autoestima depende de la aprobación que recibe de los demás, es decir, que no tienen realmente una autoestima sana.

7. El trastorno de la personalidad narcisista

El trastorno de la personalidad narcisista implica un patrón de necesidad de admiración constante (por ejemplo, en forma de elogios) y falta de empatía hacia los demás. Las personas con este trastorno suelen tener un sentido grandioso de la propia importancia, sienten que tienen más derechos que los demás y se sienten superiores al resto. Todo lo anterior hace que en muchas ocasiones se aprovechen de los demás.

8. El trastorno de la personalidad evitativa

La principal característica de este trastorno es el miedo a ser juzgado negativamente por los demás. Además, estas personas tienen sentimientos de inferioridad constante. Como consecuencia de ello, evitan la interacción social. Normalmente, no les gustan las críticas de ningún tipo. Todo lo anterior no significa que no les guste la interacción social con los demás, es más, muchas veces desean afecto, pero el miedo al rechazo los lleva a la evitación.

9. El trastorno de la personalidad dependiente

Todas las personas necesitamos la ayuda de los demás en momentos puntuales. La necesidad de que nos cuiden o nos ayuden es inherente al ser humano. Pero, al mismo tiempo, es necesario que seamos independientes de los demás. Pues bien, el trastorno de la personalidad dependiente consiste en una necesidad constante y excesiva de ser cuidado por otra persona. Una persona que padece este trastorno se siente necesitada e incapaz de tomar decisiones o funcionar día a día sin la ayuda de la otra persona. Esta dependencia provoca que la persona dependiente se muestre sumisa y que trate de complacer constantemente a la otra persona.

10. El trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo

En primer lugar, quiero aclarar que aquí estamos hablando de un trastorno de la personalidad y que difiere del conocido Trastorno Obsesivo-Compulsivo o, como se lo conoce frecuentemente, TOC. Las personas con este trastorno de la personalidad se caracterizan por preocuparse por las reglas, el orden y valoran el trabajo por encima de otros aspectos de la vida. Son perfeccionistas y necesitan tener la sensación de que ellos tienen el control. No hay lugar para la flexibilidad.

Para finalizar, me parece necesario señalar que el diagnóstico de un trastorno de la personalidad debe ser hecho siempre por un profesional de la salud mental. Muchas veces podemos ver rasgos o síntomas de un trastorno de la personalidad en nosotros mismos u otras personas, pero eso no significa que tengamos un trastorno de la personalidad.