Miedo a perder el trabajo: estrategias de afrontamiento
El contexto laboral es uno de los ámbitos de la vida que más fácilmente se transforman en una fuente de estrés y ansiedad. Y es que la gran mayoría de las personas que trabajan experimentan, en menor o menor medida, una fricción entre sus capacidades y conocimientos, por un lado, y los objetivos diarios o semanales a alcanzar, por el otro.
Pero además, a esto hay que añadirle otro elemento que si bien no se expresa constantemente durante el día a día de los profesionales, casi siempre está ahí, implícito: el hecho de que en algún momento se puede perder el trabajo que se tiene, o al menos el rol que se ocupa en la organización. Y es que no se trabaja en un mundo abstracto en el que todo es estático, sino en un entorno muy cambiante debido a que la economía no es siempre estable y las exigencias van cambiando.
Por eso, en este artículo veremos una serie de estrategias de afrontamiento ante el miedo a perder el trabajo, con indicaciones acerca de qué hacer para combatirlo.
- Artículo relacionado: "Tipos de Trastornos de Ansiedad y sus características"
Estrategias de afrontamiento ante el miedo a perder el trabajo
¿Qué entendemos por miedo a perder el trabajo? Se trata de un estado emocional asociado a la ansiedad y a los pensamientos intrusivos en los que, en la mayoría de los casos, prevemos e imaginamos situaciones que creemos que podrían darse a medio o corto plazo y que llevarían a quedar fuera de una posición profesional que queremos conservar.
Este tipo de pensamientos prospectivos (es decir, proyectados hacia el futuro en forma de previsión de lo que ocurrirá) no son vividos como simples piezas de información verbalizable, sino que tienen una gran carga emocional que nos produce malestar. De esta manera, a fuerza de ir pensando en esas cosas, se va generando un círculo vicioso de ansiedad… a no ser que hagamos algo para evitarlo.
A continuación encontrarás varias estrategias de afrontamiento ante el miedo a perder el trabajo, aunque eso sí, recuerda que el hecho de intentar aplicarlas al día a día por tu cuenta es mucho menos eficaz que acudir al psicólogo, y en algunos casos esta última opción será lo único que funcionará.
1. No intentes eliminar totalmente le miedo
Recuerda que tu objetivo es evitar que el miedo tome el control de ti y dañe significativamente tu salud mental, no eliminarlo de raíz; esto último es imposible, y además, cierta cantidad de ansiedad o miedo puede ser adaptativa y útil. A fin de cuentas, las emociones “desagradables” son una de las fuentes de motivación que nos permiten no adoptar un rol pasivo en el que no podemos prepararnos para actuar a tiempo ante las señales de peligro.
Así pues, una de las claves para evitar que el miedo a perder el trabajo es aceptar que este malestar estará presente en cierta medida en ti, que no lo puedes bloquear por completo ni hacer que se vaya a voluntad. De ese modo no te obsesionarás con su existencia ni lo alimentarás sin querer.
2. Examina las fuentes de miedo
Una de las primeras acciones a realizar es distinguir entre los miedos infundados y aquellas vulnerabilidades reales que podrían llevarte de verdad a perder el trabajo. Para ello, lo recomendable es llevar contigo una pequeña libreta en la que vayas anotando, en el momento en el que te pasen por la mente, los pensamientos asociados a ese temor. Al final de la jornada (aunque preferiblemente no pocas horas antes de irte a dormir), ordénalos según su grado en el que te parecen razonables y ajustados a la realidad, y cuando haya pasado una semana, repasa todo lo anotado para detectar patrones. De este modo, detectarás pensamientos que ya habrás reconocido como claramente como muy sesgados hacia el pesimismo.
3. Usa el miedo para detectar prioridades
¿Cuáles son los aspectos de tu trabajo que más asocias al miedo a perder el trabajo? Esta emoción puede servirte como una brújula para saber qué necesidad es la primera que debes atender en cada momento, interviniendo en los aspectos en los que te sientas más desprotegido o desprotegida. Una vez hayas empezado a canalizar ese temor para hacer que se traduzca en secuencias de acciones concretas y metas a corto plazo, quedará muy limitado y dejarás de prestarle atención, porque tendrás tu mente ocupada en la cadena de tareas que ya has iniciado.
4. Incluye descansos y sesiones de ejercicio en tu día a día
Es importante saber desconectar del trabajo, y para ello, lo mejor es hacer que nuestro horario “nos obligue” a ello. Es decir, imprime un horario detallado de todo lo que debes hacer en el día y que incluya descansos que no te debes saltar, así como dos o tres sesiones de ejercicio moderado de mínimo 40 minutos de duración. En concreto, el ejercicio aeróbico tiene mucho potencial desestresante.
- Quizás te interese: "Rumiación: el molesto círculo vicioso del pensamiento"
5. Usa la imaginería para pensar en vidas alternativas
Otra de las claves para combatir el miedo a perder el trabajo es asumir que incluso si se produjese ese escenario, eso no sería el fin del mundo. Perder una posición profesional no es una interrupción brusca, sino que abre la puerta a otras posibilidades; la investigación científica demuestra que los seres humanos tenemos una extraordinaria capacidad de resiliencia, y somos capaces de adaptarnos y de ser felices en situaciones que años antes, vistas “desde fuera”, habríamos considerado como el fin de una vida.
Por ello, en momentos puntuales y preestablecidos en tu horario, de unos cuatro o cinco minutos de duración, dirígete a un lugar tranquilo, cierra los ojos e imagina estilos de vida sencillos pero satisfactorios a los que podrías aspirar si las responsabilidades de tu trabajo actual no te atasen. No como lo que pasará, sino como un experimento mental en el que se vea que incluso asumiendo que económicamente experimentaremos una crisis (algo que no tiene por qué ocurrir ni aunque pasáramos al desempleo mañana), seguramente también podríamos ser felices así.
¿Buscas ayuda psicológica?
Si estás pensando en recurrir a profesionales de la psicología para superar alguna forma de malestar que te esté afectando, ponte en contacto conmigo. Soy psicólogo con muchos años de experiencia ofreciendo mis servicios a particulares y empresas, y me especializo en el modelo cognitivo-conductual, una de las formas de intervención psicológica más eficaces y versátiles. Puedes contar con mi apoyo profesional tanto presencialmente en mi consulta en Madrid, como de manera online. En esta página están mis datos de contacto.
Referencias bibliográficas:
- American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
- Arce, E.A. (2000). El hombre del siglo XXI: ansiedad o plenitud? Buenos Aires: Editorial Argenta Sarlep.
- Kasper, S.; Boer, J.A. & Sitsen, J.M.A. (2003). Handbook of depression and anxiety. Nueva York: M. Dekker.
- Otte, C. (2011). Cognitive behavioral therapy in anxiety disorders: current state of the evidence. Dialogues in Clinical Neuroscience. 13 (4): 413 - 421.
- Rynn, M.A.; Brawman-Mintzer, O. (2004). Generalized anxiety disorder: acute and chronic treatment. CNS Spectrums. 9(10): pp. 716 - 723.
- Stephan WG, Stephan CW (1985). Intergroup Anxiety. Journal of Social Issues.