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Verborrea: características y ejemplos de este síntoma del habla


Hablar es una necesidad. Comunicar nuestras creencias, opiniones, experiencias, miedos y percepciones es algo fundamental en la especie humana, un síntoma positivo de nuestra evolución intelectual y social.

Sin embargo, a veces, hay personas que no parece que tengan un botón de STOP cuando hablan. Hablan y hablan y no dejan hablar a los demás, haciendo que más que comunicarse lo que buscan es tener una audiencia que los escuche y nada más.

En esencia, eso es la verborrea, un síntoma de varios trastornos mentales, lesiones cerebrales y, también, de personas con una personalidad un tanto egocéntrica. Veamos más a fondo cuáles son sus características, algunos ejemplos, sus causas y cómo se trata.

¿Qué es la verborrea?

La verborrea, también llamada logorrea o lalorrea es una alteración cuantitativa del flujo del lenguaje. Este síntoma se caracteriza porque la persona dice más palabras de las necesarias, su discurso comunicativo está acelerado y tiene dificultad para ser interrumpido. El discurso se vuelve demasiado largo, además de que la comunicación se convierte en un monólogo, dado que la persona verborreica o verborrágica no permite que su interlocutor lo interrumpa o tome parte de la “conversación”.

Otro aspecto destacado de la verborrea es que el hilo de la conversación es espontáneo y repentino, cambiando constantemente y lleno de términos que no vienen a cuenta. La persona habla sin parar, aunque tenga que cambiar de temática sin venir a cuento para poder continuar diciendo algo. Es un monólogo muy fluido aunque carente, en muchas ocasiones, de sentido alguno.

Hay que entender que no es malo que nos guste hablar y es posible que, en más de una ocasión, nos hayamos ido un poco por las ramas. Pero hay un mundo entre hablar un poco más de la cuenta y hablar sin parar, sin dejar que nuestro interlocutor nos diga lo que opina o nos comparta lo que le ha sucedido o piensa.

La verborrea es algo que roza lo patológico, incluso se puede considerar, en algunos casos, como tal. Se trata de un síntoma de incapacidad para establecer una adecuada comunicación con los demás.

Características de la verborrea

La característica principal de la verborrea es la necesidad constante de hablar. Las personas quienes la manifiestan pueden tener una prosodia normal, aunque el ritmo va desde ligeramente acelerado a casi sin tener tiempo para hidratar la boca.

Su forma de hablar es impulsiva, muchas veces desordenada y con un hilo argumentativo muy desestructurado. Pasan de un tema a otro sin que haya conexión.

Uno de los aspectos más relacionados con la verborrea es el uso de neologismos, palabras nuevas sin una derivación clara, usadas como sinónimos, o sustituir palabras por otras que no tienen relación alguna en significado pero que simplemente le suena mejor (p. ej., “hipotenusa” por “hipocresía” o “hiposería”, palabra inventada, por “hipocresía”). Añadido a esto, en los casos más extremos, las personas verborrágicas se inventan construcciones morfosintácticas nuevas, sin ser conscientes de los errores gramaticales que cometen.

Ejemplo de verborrea

Para entender gráficamente qué es la verborrea vamos a ver unos cuantos ejemplos de la misma.

Caso 1. Dos amigos se encuentran en un bar

Dos amigos se encuentran en un bar, y uno de ellos, quien sufre verborrea, empieza a contarle al otro que ha encontrado trabajo:

“He encontrado trabajo. ¿Sabes dónde está? Está cerca de la plaza de la Constitución, delante de un quiosco y detrás de un hospital, justo al lado de un gran árbol. Me ha tocado trabajar bien al lado de la ventana. Me gustan las ventanas. Siempre que voy en bus intento cogerme la ventanilla, pero no me gusta ir en ventanilla en el avión. Es que me da un poco de miedo. Siempre me han dado miedo las alturas. Ya de pequeño no podía ni coger un columpio ni subirme al tobogán...”

Caso 2. La chica de los azulejos

Como hemos dicho antes, su forma de hablar es compulsiva y muchas veces desordenada, pasando de un tema a otro de forma espontánea. Aquí tenemos un ejemplo de saltos repentinos de tema.

Una chica está en un restaurante explicando a su amiga que el otro día vio un azulejo:

“El otro día vi un pájaro azul, creo que se llaman azulejos. ¿Sabías que los azulejos del cuarto de baño de mi casa no son azules, sino verde pistacho? ¿o era verde quirófano? Buah, no me gustan los quirófanos. Son tan fríos… y hay tanta sangre, a veces. Ay, el otro día me hice una herida y salió mucha sangre, pero ya se me curó. Bueno, no estoy seguro. Creo que mi vecino tuvo un accidente hace un par de semanas y todavía se está curando… Por cierto, mi postre favorito es el helado de fresas, ¿crees que debería pedírmelo?”.

Causas y trastornos en los que puede aparecer

Aunque no siempre, la verborrea puede aparecer relacionada con una lesión a nivel cerebral, especialmente en el lóbulo frontal, junto también con lesiones en el tálamo y el sistema reticular activador ascendente.

Estas lesiones se suelen relacionar con afasias, siendo de especial mención la afasia de Wernicke, dado que en ella puede darse la verborrea. Entre los síntomas de esta afasia tenemos la utilización de palabras sin significado o neologismos (en su sentido clínico), habla y escritura incomprensibles e incoherentes, como si fueran una ensalada de palabras, aunque hay una fluidez del habla y de la escritura, tanto mantenida como en exceso. Hay falta de conciencia de los errores lingüísticos, es decir, anosognosia.

En cuanto a los trastornos mentales, la verborrea puede aparecer en una amplia variedad de ellos, teniendo una gran relación con la taquipsiquia. La taquipsiquia es un síntoma que se caracteriza por un pensamiento acelerado, casi como si hubiera fuga de ideas en el paciente. La verborrea sería la manifestación oral de esa taquipsiquia o pensamiento acelerado.

Por todo esto no es de extrañar que el habla acelerada se presente en trastornos en donde hay taquipsiquia, como los episodios maníacos del trastorno bipolar, la hiperactividad y la esquizofrenia. También puede estar presente en estados de ansiedad y agitación, además de en psicosis orgánicas e intoxicaciones por alcohol y anfetaminas.

Sin embargo, a veces lo que causa que una persona sea verborreica no es una lesión a nivel cerebral ni tampoco un trastorno mental, sino tener una personalidad egocéntrica. La persona centra la conversación en su necesidad de hablar sobre sí mismas y sin dejar que el otro interlocutor pueda hablar. Pese a esto, cabe destacar que la verborrea no es una etiqueta diagnóstica ni tampoco un estilo de personalidad, aunque sí que se puede relacionar con ambos.

Tratamiento

La verborrea es un estilo de comunicación que puede indicarnos que o bien la persona tiene algún trastorno mental o su tipo de personalidad tiende hacia el egocentrismo sin límite.

Si bien tener una personalidad egocéntrica no es ningún trastorno, sí que puede ser algo que requiera de cierta intervención psicológica, para hacer que la persona gane un poco de control sobre su vida y bienestar, además de dejar de ser un incordio para quienes la tienen que aguantar. El tratamiento de la verborrea depende del tipo de trastorno con el que venga asociada.

En el caso de que sea debida a un trastorno mental subyacente, se debe intervenir mediante psicoterapia y psicofarmacología. No únicamente para hacer que el ritmo y coherencia del discurso de la persona verborreica sea normal, sino también para tratar el trastorno mental y garantizar que su bienestar es incrementado.

La vía farmacológica para la verborrea pueden ser los antipsicóticos, no únicamente para este síntoma en sí sino que también para el trastorno psicótico detrás, como la esquizofrenia. El litio es usado como suplemento para tratar a pacientes quienes han presentado un episodio maníaco.

En caso de que se deba a una lesión a nivel cerebral, será necesario que se realicen las pruebas de neuroimagen pertinentes con el fin de detectar la ubicación de la lesión y plantear una intervención terapéutica. En estos casos se puede recurrir también a la psicoterapia, sobre todo enfocada en afasias, psicofarmacología y, en caso de que se pudiera y fuera necesario, intervención quirúrgica.

Por último, en caso de que la persona sea verborreica por tener una personalidad egocéntrica, el tratamiento psicológico se orientará en hacerla más eficiente a la hora de establecer una comunicación de doble vía. Es decir, que aprenda que una conversación implica, como mínimo, a dos personas y que él o ella no es el centro de la charla. Aprender a escuchar, dejar hablar a los demás y comprender que todos tienen el derecho y la necesidad de hablar son aspectos fundamentales a trabajar.

De todas formas cabe decir que los verborreicos por personalidad egocéntricas son casos un poco difíciles de trabajar en consulta. Lo mejor que puede hacer el entorno cercano es no prestarse para formar parte de su juego narcisista.

Referencias bibliográficas:

  • Hallowell, B. (2008). Introduction to language intervention strategies in adult aphasia. Language Intervention Strategies in Aphasia and related neurogenic communication disorders. 5: 3–19.
  • Obler, L. (1999). Language and the Brain. Cambridge: Cambridge University Press. ISBN 0-521-46641-5.
  • Arseni, C.; Dănăilă, L. (1977). Logorrhea Syndrome with Hyperkinesia. European Neurology. 15 (4): 183–7. doi:10.1159/000114831. PMID 872837.