¿Con qué frecuencia hay que acudir al psicólogo durante la terapia?

Probablemente ya lo sabías, pero ir a psicoterapia no es como ir al médico a que nos receten una pastilla; el efecto de la intervención psicológica se hace notar al cabo de varias sesiones, no de una sola.

A fin de cuentas, acudir a terapia psicológica es como un proceso de entrenamiento, en el que los beneficios reales de dedicar unas horas a estar con el entrenador se van acumulando hasta que se hacen evidentes en unas pocas semanas. Ahora bien... ¿cuál es la frecuencia con la que hay que ir al psicólogo para superar el problema que nos ha llevado a pedir apoyo profesional? Y... ¿qué pasa si estas sesiones se ven interrumpidas durante un tiempo? Aquí responderemos a estas preguntas.

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¿Cuál es la frecuencia con la que hay que acudir a psicoterapia?

Si tienes la duda acerca de con qué frecuencia deberías acudir a psicoterapia, es normal, se trata de una duda habitual entre quienes no han ido demasiado al psicólogo.

Lo primero que debes saber es que no debes preocuparte, porque en todos los casos los profesionales de la intervención psicológica ya te indicarán cuándo y cómo deberías estar pasando por estas sesiones, no es algo que simplemente debas elegir. Pero si sientes curiosidad y quieres saber los criterios que se siguen para determinar la frecuencia de las sesiones de terapia, aquí encontrarás un resume de ello.

Los casos más habituales

La opción "por defecto", la que tiene lugar en la mayoría de casos de personas que van al psicólogo, es el plan de una sesión de terapia a la semana, siempre el mismo día.

¿Por qué es necesario mantener esta constancia? Una manera resumida de decirlo es que el paciente necesita apoyo constante para ir introduciendo cambios en su vida. A fin de cuentas, la psicoterapia consiste en abrazar nuevos hábitos a la hora de comportarse, de sentir y de pensar, y esto no es algo que se consiga simplemente sentándose a hablar con el terapeuta: entre sesión y sesión hay trabajo que realizar, eso sí, siguiendo las indicaciones del profesional.

De esta manera, en las sesiones semanales se va haciendo un seguimiento de los progresos que ha ido realizado el paciente, se resuelven sus dudas para que pueda seguir mejorando, se le enseñan nuevos métodos y técnicas para superar su problema de forma gradual, y se le proponen nuevos retos un poco más complejos que los de las sesiones anteriores. Esta lógica de trabajo requiere de constancia, y para ello es imprescindible tener sesiones con el psicólogo de forma periódica, sin dejar que pase mucho tiempo entre una consulta y la siguiente.

¿Qué pasa si pasan las semanas sin acudir a terapia, a pesar de las recomendaciones del psicólogo? En estos casos, normalmente, buena parte de los progresos se perderán, y será necesario volver a empezar desde una etapa que ya se había superado. Y eso si se vuelve a terapia, porque muchas veces el hecho de dejar de ir a terapia durante demasiado tiempo hace que el paciente tire la toalla, y ya no siga tratándose.

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Los casos de crisis o en fase aguda

En algunos casos, los síntomas que expresa la persona son tan severos, y su malestar tan intenso, que se hace necesario pasar por sesiones de psicoterapia más de una vez por semana.

Por ejemplo, no es raro que ocurra esto en internamientos hospitalarios o en otros centros de salud en los que los pacientes permanecen ingresados**, como los centros de desintoxicación. De esta manera se le proporciona un extra de apoyo a personas que se encuentran en una situación especialmente vulnerable.

Una vez cada dos, tres o cuatro semanas

También existen casos en los que el paciente acude al psicólogo menos de una vez a la semana. No son tan frecuentes como las ocasiones en las que se realiza una sesión semanal, pero tampoco son raras; suelen tener lugar cuando el tratamiento está llegando a su fin, y en la fase de seguimiento.

En esta etapa, el psicólogo monitoriza los cambios que se han ido produciendo en la vida del paciente, para detectar señales de que pueda estar recayendo en su problema y reaccionar a tiempo. Además, le resuelve dudas, algo muy común en esta fase, porque a medida que pasa el tiempo surgen situaciones que no habían sido comentadas en las sesiones de terapia, y en casos así el paciente puede sentirse confuso, sin saber qué hacer.

Si no puedes desplazarte al centro de psicología... terapia online

Hace un tiempo era un problema no poder ver al psicólogo durante algunas de las sesiones programadas; como hemos visto, si queremos superar un trastorno psicológico o solucionar algún otro problema de tipo emocional o comportamental, es importante comprometerse con el proceso terapéutico y apostar por la constancia.

Por suerte, hoy en día no es necesario ir a la consulta del psicólogo para beneficiarse de su apoyo. La terapia online, basada en las videollamadas, es tan eficaz como la que tiene lugar cara a cara, e incluso presenta algunas ventajas que el "formato tradicional" no tiene.

Por ejemplo, nos permite ahorrarnos el tiempo de desplazamiento, y hace posible contar con ayuda profesional incluso en situaciones en las que no podemos movernos de nuestro domicilio, ya sea por una lesión o ante un contexto de cuarentena por pandemia como la del coronavirus. Y, por supuesto, ayuda a no interrumpir las sesiones de terapia.

Es por ello que muchos centros de psicología dedicamos buena parte de nuestro trabajo a realizar terapia online, además de la presencial. Si te interesa esta modalidad, te animamos a ponerte en contacto con nuestro equipo de Avance Psicólogos, entidad con varias décadas de experiencia atendiendo a pacientes y que ya hace años que ofrece servicios online. Para ver nuestra información de contacto y leer más acerca de nosotros, haz clic aquí.

Referencias bibliográficas:

• Cuijpers, P.; Huibers M.; Daniel Ebert, D.; Koole, S.L.; & Andersson, G. (2013). How much psychotherapy is needed to treat depression? A metaregression analysis. Journal of affective disorders, 149 (1-3): pp. 1 - 13
• Spurgeon, J.A.; Wright, J.H. (2010). Computer-assisted cognitive-behavioral therapy. Current Psychiatry Reports. 12 (6): pp. 547 - 52.