Lidia Dols: «Las personas con mucho estrés cometen más errores»
Durante mucho tiempo, lo que hoy conocemos como problemas de estrés laboral era visto como algo completamente natural, un elemento más del trabajo.
Por suerte, en la actualidad se ha ido extendiendo una sensibilización acerca de los temas relacionados con la salud mental y ya no se asume que sufrir un exceso de estrés en el trabajo es algo que debemos normalizar. En esta entrevista hablamos de ello con Lidia Dols, creadora de Gurumind.
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Entrevista a Lidia Dols: Cómo reducir el estrés laboral
Lidia Dols es la creadora de la aplicación de contenidos de meditación y Mindfulness Gurumind, así como del programa de formación en gestión del estrés que lleva el mismo nombre. En esta entrevista Lidia nos habla sobre los efectos del estrés laboral y lo que se puede hacer para "domarlo".
¿Se asume que el estrés es algo que escapa totalmente a nuestro control y que hay que resignarnos a sufrir?
Por desgracia la palabra estrés se ha normalizado demasiado en nuestro vocabulario y sin darnos cuenta lo hemos adoptado como algo normal, sin pensar en las graves consecuencias que puede tener.
En la prehistoria, cuando el hombre tenía hambre y salía en búsqueda de alimentos, el hecho de tenerse que enfrentar con animales o adentrarse a lugares desconocidos le producía estrés, pero ese estrés le ayudaba a buscar la manera de sobrevivir y volver a su casa con la recompensa de la comida
Así pues, el estrés es una respuesta automática de nuestro cuerpo frente a circunstancias que sentimos difíciles o amenazadoras en nuestro día a día.
En nuestras vidas actuales no debemos enfrentarnos a fieras, pero nuestro entorno y modo de vida ha evolucionado tan rápido que no nos ha dado tiempo para que nuestro cerebro se adapte a los cambios. Cualquier cosa que percibimos como estresante, nuestro cerebro lo traduce como: ¡Peligro! ¡Peligro! ¡Y en ese momento empieza nuestro estrés!
Pero para nada es algo que escapa a nuestro control, ni hay que resignarse a sufrirlo. Todo lo contrario.
¿Por qué está tan normalizado el estrés laboral?
En una época, se creía que las personas rendían más con cierta presión y sometiéndolas a cierto nivel de estrés. Por otro lado, las circunstancias actuales tampoco nos están ayudando. El ritmo de estos tiempos es muy intenso y frenético.
Por suerte, hoy en día, el estresar al personal ha quedado totalmente fuera de lugar, porque se ha demostrado que lo adecuado es todo lo contrario. Se empieza a tener conciencia de la realidad y a saber que el estrés es sinónimo de bloqueo. Las personas con mucho estrés cometen más errores, y debido a ello, se sienten más torpes. Cuando notan la pérdida de capacidad de concentración, tardan más tiempo en realizar una tarea, por lo que pasan a ser automáticamente menos productivas.
¿Cuáles son las principales características del malestar por acumulación de estrés laboral?
El “mal estrés” nos lleva a sentir ansiedad, angustia, miedo, burnout, insomnio, odio, impaciencia, nerviosismo, ira, mal humor, sensación de incapacidad, falta de comunicación asertiva… estos son los primeros síntomas que se desatan
Y en el momento de tomar decisiones las personas con problemas de estrés no reaccionan adecuadamente sobre los estímulos externos, no calibran las repercusiones del problema, y no valoran los problemas en su justa medida, lo que estos problemas hace que se intensifiquen y se junten con otros, aumenten la intensidad o se repitan. Todo eso nos lleva a experimentar emociones inadecuadas o parásitas, que se repiten constantemente.
La persona actúa contaminada por sus emociones, las cuales forman una cadena y se mezclan con otras emociones existentes, lo que le hace sentir la realidad distorsionada que no se corresponden con la intensidad del estímulo real.
Si no se presta atención a estos síntomas, más tarde llegan las somatizaciones físicas… Y las bajas por enfermedad.
¿Cuáles son algunos de los hábitos de vida que, según tu perspectiva, permiten gestionar el estrés laboral?
Yo trabajo siete aspectos, pero sin duda, para mí el más importante es saber respirar.
Puede parecer tonto, porque todos respiramos, pero cuando sufrimos estrés, modificamos nuestra respiración sin darnos cuenta y esto nos lleva a modificar formas de actuar y sentir la realidad y termina afectando nuestra salud psíquica y física.
Una vez aprendemos a respirar, ya podemos ir avanzando a los otros campos que bajo mi punto de vista y experiencia necesitan desestresarse
En ese momento empieza el trabajo de entrenar a las personas para trabajar sin estrés y ser más felices. Trabajando: lo mental, lo creativo, lo físico, lo emocional, lo social, la gestión del tiempo, y el self care. Cada uno de ellos es fundamental para conseguir los objetivos para equilibrar cuerpo, mente y entorno, y para poder afrontar el estrés desde todos los ángulos, así como para tener unas buenas herramientas que puedan ser aplicadas en cualquier momento, al detectar el más mínimo inicio de estrés en nuestras vidas o en nuestro entorno
Las personas que actualmente ya incorporan estos entrenamientos, tienen una clara ventaja en su calidad de vida y en sus trabajos.
¿Por qué la meditación puede cambiar nuestra manera de experimentar el trabajo?
Porque nos enseña a poner distancia para ver y observar las cosas con perspectiva, por lo que podemos buscar soluciones mucho más resolutivas que si estamos bloqueados por culpa del estrés y enredados con nuestras propias emociones.
Podemos observar nuestras emociones sin que estas nos arrastren como muñecos de trapo…. Conseguimos sentirnos más seguros en nuestras vidas.
Más allá de los beneficios individuales en el bienestar de la persona, ¿cuáles son las ventajas de crear una cultura de empresa que ayude a los trabajadores a gestionar el estrés?
El estrés afecta directamente a la productividad tanto en cantidad como en calidad, y en posibles bajas laborales de las personas. Cuando un equipo es sometido a niveles altos de estrés, sus miembros pasan automáticamente a ser menos productivos.
Para entenderlo, cuando se gestiona el estrés de las personas, aumenta la felicidad de cada uno. Nos sentimos más felices, ya que eso nos predispone a tener más ilusión en nuestro trabajo, nuestra vida, nuestros proyectos… A involucrarnos más
Nos ayuda a ser más productivos, resolutivos y creativos… Nos ayuda a reducir el mal humor. El trabajo fluye de manera distinta, la comunicación es asertiva y la motivación es mucho más elevada. Además, disminuye potencialmente el burnout de las personas y “la fuga de talento” de las empresas.
Y por supuesto, descienden las somatizaciones físicas: dolores musculares, de cabeza, vértigo, insomnio... Y con ello se reducen las bajas laborales.
Así que los equipos de trabajo donde se gestiona el estrés funcionan totalmente diferente en comparación con los equipos en los que nunca se ha gestionado.
¿Se tarda mucho en aprender a manejar el estrés laboral?
Generalmente, enseño a eliminarlo con ocho horas de formación, pero luego las personas han de aplicar lo aprendido. En general siempre lo hacen, porque su calidad de vida mejora cualitativamente.
Igual que entrenamos nuestro cuerpo, hay que entrenar nuestro modo de regular el estrés, nuestra respiración, nuestra mente y nuestras emociones… ¡Cierto es que ayuda el hecho de ser proactivo y empezar a entrenar cuanto antes!