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¿Por qué tengo que ir al psicólogo?


Todo el mundo debería acudir a un psicólogo, al menos una vez en su vida. Tanto si te encuentras bien como si no, consultar a un profesional en salud mental nos va a hacer más bien que mal.

De la misma manera que vamos al dentista para revisar cómo está nuestra salud bucodental, ir al psicólogo no debería verse como cosa de “locos” sino una forma de asegurarse de que todo está bien en nuestra mente, y si tenemos algún problema, ver cómo podemos solucionarlo.

Son muchos los motivos por los que toda persona debería ir al psicólogo. A modo de motivación para aquellas personas que estén indecisas sobre si acudir a psicoterapia, a continuación encontrarás una lista de los motivos por los que le recomendamos consultar a un psicólogo.

¿Por qué debería ir al psicólogo?

Decidir ir al psicólogo y comenzar una psicoterapia es una decisión difícil para la mayoría de las personas. A pesar de estar sufriendo, muchas personas no se atreven a acudir a terapia psicológica por diversos motivos. Puede que sea por temor, vergüenza o no saber muy bien en qué consiste la terapia, a parte de sus reticencias económicas y temor de que no les sea provechoso acudir a psicoterapia. También suele pasar que no se va al psicólogo porque no se cree que lo que pasa sea algo “merecedor” de consulta psicológica.

La gente no tiene claro por qué debería ir al psicólogo. Es normal porque, a pesar de la cada vez mayor concienciación sobre la importancia de la salud mental, sigue existiendo estigma sobre lo de acudir uno. Todavía existe la idea de que ir a psicoterapia es “ir al loquero”, o que cuando se tiene un problema psicológico se usen frases como “vete al médico” con una connotación muy negativa y menospreciando la salud mental. Aún queda mucho trabajo por hacer.

Siempre es recomendable acudir al psicólogo. La psicoterapia ayuda a muchas personas a resolver su malestar y, también, previene futuros problemas. Los tratamientos psicológicos son motores de cambio personal, una herramienta mediante la que adquirimos estrategias para enfrentarnos a la adversidad. La psicoterapia no está solo orientada a personas que sufren trastornos, sino también sirve para crecer como personas o solucionar problemas que, por muy leves que pudieran parecer, nos duelen.

Aquí te explicamos los principales motivos por los que deberías ir al psicólogo.

1. Estás pasando por una crisis personal

La vida no es un camino de rosas. Todos vivimos una crisis personal en algún momento de nuestras vidas, situaciones difíciles que nos superan como, por ejemplo, divorcios, crisis laborales, infidelidades, peleas con amigos, la muerte de un ser querido… También puede ser que nos hayan pasado situaciones personales de gran impacto emocional, como accidentes, malos tratos o desastres.

Cuando nos encontramos en una crisis personal, las emociones nos desbordan y parece que la vida se descontrole. Es cierto que estas crisis forman parte de nuestra vida, pero esto no quiere decir que debamos enfrentarnos a ellas sin ayuda de nadie. Es muy recomendable la ayuda profesional para recuperar la estabilidad, reparar el daño emocional y evitar que la crisis vaya a más.

Aunque la crisis nos parezca leve y poco importante, como mínimo deberíamos consultar con un profesional para que vea si hay riesgo de que suponga un problema de salud mental al cabo de un tiempo. No haciéndolo corremos el riesgo de que suframos secuelas de la crisis, en forma de profundo dolor y malestar, además de que puede incrementar el riesgo de padecer un trastorno mental. Es mejor prevenir que curar.

Motivos por los que ir a psicoterapia

2. Te sientes solo/a

Hay personas que les gusta la soledad, y eso no tiene nada de malo. Sin embargo, hay otras que están solas sin quererlo ni buscarlo, y esa situación es fuente de mucho sufrimiento. Las relaciones interpersonales son un factor determinante de nuestra salud mental pues, al fin y al cabo, los seres humanos somos animales sociales, necesitamos de la compañía y el apoyo de los demás para sentirnos bien.

La ausencia de contacto con los demás puede provocarnos sentimientos de soledad. Muchas personas que viven solas, como viudos o jóvenes emancipados, pueden sentir profundos sentimientos de tristeza e inseguridad a causa de sentir que están apartados del mundo.

También pasa que hay personas que, a pesar de interactuar con otros individuos, tienen un profundo sentimiento de soledad con todo lo malo que ello implica, especialmente si se sienten incomprendidos, que nadie los apoya o se sienten aislados.

También hay el caso de personas que tienen mucho miedo a la soledad. Temen tanto quedarse solos que están dispuestos a quedarse en relaciones insatisfactorias y no pueden dejar de quedar con amigos, familiares u otras personas de forma obsesiva. Este y los otros casos son motivos por los que deberíamos acudir al psicólogo.

3. Tienes pensamientos que te agobian

Otro motivo por el que acudir al psicólogo es cuando nos vemos atrapados en toda clase de pensamientos negativos, obsesivos, circulares y catastrofistas. Es difícil controlar lo que uno piensa e, irónicamente, cuanto más lo intenta más difícil se hace. Los diálogos negativos, las ideas, las críticas y otros mensajes que nos decimos a nosotros mismos pueden amargarnos la existencia. Nos resulta imposible evitar que a la mente nos vengan ideas como “soy un vago”, “soy un inútil”, “¿por qué no valgo para nada?”...

También es frecuente que no dejemos de darle vueltas a un asunto en concreto y que nos provoque mucha ansiedad. O que tengamos creencias negativas e irracionales sobre cómo somos y que nos limiten a la hora de enfrentarnos a determinadas situaciones.Las obsesiones son pensamientos muy comunes, pero también muy limitantes.

A pesar de que todo el mundo tiene estos pensamientos de vez en cuando, no hacer nada para contrarrestarlos condiciona enormemente nuestra vida. Un psicólogo nos puede ayudar a hacerles frente, gestionarlos cuando aparecen y evitar que nos provoquen las emociones negativas que usualmente los acompañan.

4. Sientes que nada de lo que te propones te sale bien

Un buen motivo para ir al psicólogo es cuando sentimos que no somos capaces de hacer lo que nos proponemos. Ya sea porque no cumplimos las metas que nos proponemos o no conseguimos deshacernos de hábitos malos (por ejemplo, adicciones) hay situaciones que nos agobian porque sentimos que no somos capaces de hacer nada de lo que queremos conseguir.

Es normal que, cuando fracasamos en algo, pensemos que no tenemos suficiente fuerza de voluntad, que somos vagos pero, ¿y si realmente no es así? ¿Y si hay un problema psicológico detrás que lo explique? Acudiendo al psicólogo podremos descubrirlo e intervenir adecuadamente. Y si no es el caso, seguro que el psicólogo nos dará herramientas para gestionar nuestro tiempo, incrementar nuestra fuerza de voluntad y ponerse a ello.

Debajo de estos bloqueos suelen haber causas más complejas que es necesario identificar con la ayuda de un profesional. Puede que sea falta de motivación, estrés, una depresión encubierta… También sucede que hay decisiones a tomar tan importantes que, lejos de tomarlas, nos paralizan, nos producen mucho estrés y las acabamos postergando por miedo, inseguridad o indecisión.

5. Te sientes con la autoestima baja

Los problemas de autoestima son muy frecuentes y uno de los principales motivos de consulta psicológica. Muchas personas tienen un autoconcepto muy bajo de sí mismas, sintiendo que no valen nada o que no merecen ser queridas. También ocurre que hay personas tan inseguras que tienen mucho miedo a decir que no a los demás y acepten hacer cosas con las que no se sienten bien o permiten que los demás los pisoteen.

Quizás por miedo al rechazo o al conflicto, a veces pasa que no confiamos en nuestro propio criterio y dejamos que sea la opinión de los demás que tome el timón de nuestras vidas. Vivir así no es vivir de forma libre. Los psicólogos nos pueden hacer recuperar el control de nuestra vida, valorarnos por cómo somos y entender que la única opinión que importa en nuestras vidas es la nuestra.

6. Tus relaciones no van bien

Los conflictos relacionales afectan a nuestra salud mental. Las discusiones con nuestra pareja, amigos, compañeros de trabajo, familiares o cualquier persona importante en nuestras vidas no nos hacen ningún bien.

Son temas fundamentales a trabajar en psicoterapia. También pasa que pueden haber problemas de relacionabilidad, como excesiva timidez, vergüenza o un problema como la ansiedad social. Esto hace que uno se aísle y no se muestre tal y cómo es, sintiendo nervios, miedo, paranoia o estrés en presencia de otras personas.

7. Tienes problemas en el trabajo

Los problemas en el trabajo son uno de los principales motivos de consulta psicológica. No es de extrañar pues el empleo puede llegar a ser fuente de todo tipo de problemas psicológicos, en especial estrés, ansiedad y depresión. Los lugares de trabajo no dejan de ser entornos sociales en los que uno tiene que lidiar con sus compañeros y jefes que, aunque haya hasta amistad con ellos, también pueden haber desencuentros, luchas de poder y agresividad.

Otro tema relacionado es el de la carga laboral. Está claro que el empleo implica cierto grado de sacrificio y esfuerzo, pero a veces este puede llegar a ser tan excesivo que el trabajador se queme (el famoso síndrome de “burnout”). Esto no solo le producirá malestar e insatisfacción con su puesto de trabajo, sino además hará que desempeñe peor sus tareas.

Acudiendo al psicólogo podremos averiguar hasta qué punto nuestro empleo está perjudicando nuestra salud mental. Si el problema no es el tipo de trabajo, sino cómo gestionamos el estrés y la ansiedad estando trabajando, la psicoterapia nos podrá ayudar a tomarnos las tareas laborales de forma más calmada y eficiente, incrementando nuestra productividad y satisfacción en el empleo.

8. Estás estresado/a y tu cuerpo habla

Muchas experiencias nos pueden provocar estrés. Añadido a esto, hay personas que son más propensas a manifestarlo que otras. Incluso si la fuente de estrés y ansiedad es algo que nos parece nimio, acudir al psicólogo para aprender a gestionarla es el mejor favor que nos podremos hacer. No hay nada de malo en pedir ayuda cuando uno se siente estresado, por el motivo que sea.

Da igual si la fuente de estrés es más o menos leve, lo importante es lo que nos provoca. Niveles demasiado altos de malestar acabarán repercutiendo en nuestra salud, con consecuencias que no se limitan a lo psicológico, sino también en forma de síntomas físicos (psicosomatización). El estrés nos agota, nos cansa psicológica y físicamente, altera nuestro sueño, nos duele los músculos y altera nuestro estómago, entre otros problemas que justifican por qué deberíamos ir al psicólogo.

9. Padeces un trastorno mental

Si sabes que tienes un trastorno mental, lo más probable es que sea porque acudiste a un psicólogo en su momento. También puede pasar que tengas la sospecha de que padeces uno a pesar de no haber consultado todavía a un profesional de la salud mental. Sea cual sea tu caso, este es el motivo de más peso para acudir a un psicólogo.

Puede que te digas a ti mismo que lo tienes controlado o que de nada te sirve ir a psicoterapia ahora que sabes qué es lo que te sucede. Saber cuál es el diagnóstico puede ayudarnos a comprender mejor qué nos pasa, pero no va a mejorar nuestra situación por arte de magia. Aunque el trastorno sea crónico, siempre cabe la posibilidad de mejorar nuestro estado mental y para ello se necesita la ayuda de un profesional.