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Qué esperar y qué no esperar de la terapia psicológica


Los tiempos de la crisis del COVID-19 no solo han tenido un impacto político y económico en prácticamente todos los países del mundo; además, han hecho emerger una nueva forma de sensibilización ante los problemas de salud mental y el modo en el que estos pueden ser abordados desde la psicoterapia.

Si bien antes de la pandemia ya se ponía en duda la creencia de que solo un determinado tipo de personas muy desafortunadas tiene la necesidad de acudir al psicólogo, después de estos meses de crisis sanitaria queda claro que casi todos los seres humanos somos muy sensibles a nuestro contexto, y que cambios aparentemente sutiles en el día a día (pasar a trabajar desde casa, tener miedo al contagio, o poder asistir a reuniones familiares, etc.) nos predisponen a sufrir problemas psicológicos importantes.

Pero si bien la manera de concebir la profesión del psicólogo ha cambiado, esto no significa que no permanezcan muchos mitos y desconocimiento acerca de lo que es la psicoterapia. Es por ello que en este artículo abordaremos el tema de qué esperar y qué no esperar de la terapia psicológica, dando consejos acerca de cómo afrontar la primera sesión con el psicólogo.

¿Qué esperar de la terapia psicológica?

Estas son las principales ideas clave que debes tener en cuenta para saber qué esperar de la psicoterapia.

1. Se ofrece un apoyo para entender la raíz del problema

No hace falta acudir a la primera sesión de psicoterapia sabiendo exactamente qué es lo que nos produce el malestar que queremos superar. De hecho, parte del trabajo del psicoterapeuta consiste en ayudar a los pacientes a responder estas preguntas. A fin de cuentas, los seres humanos no tenemos por qué disponer de los recursos necesarios para saber con precisión cuáles son los procesos mentales que hay detrás de nuestra consciencia. A través del diálogo con el psicólogo es posible realizar progresos en el auto-conocimiento.

2. Hay más actividades a realizar más allá del diálogo

Aunque esté muy extendida la creencia de que la psicoterapia consiste básicamente en hablar acerca de nuestras vivencias y lo que nos hace sentir mal, esto es una simplificación. En las sesiones con el psicólogo no todo se reduce a la palabra o al diálogo.

Un claro ejemplo de ello lo tenemos en las sesiones en las que se ayuda a los pacientes a superar sus miedos irracionales; en casos así, se crean situaciones en las que la persona debe exponerse a aquello a lo que teme, ya sea a través de ejercicios de imaginación vívida, utilizando estímulos fóbicos reales o también con el uso de herramientas de realidad virtual.

3. Es importante la constancia

La psicoterapia es más que cada una de las sesiones de reunión con el terapeuta por separado. Estas reuniones son la columna vertebral de un proceso, y lo que hacemos entre sesión y sesión es de suma importancia. Es por ello que los psicólogos casi siempre mandan “deberes” para realizar en el día a día; por ejemplo, una de las actividades más habituales consiste en ir rellenando un diario o auto-registro de emociones.

4. Siempre hay una meta específica

Aunque el problema que el paciente debe superar pueda estar basado en pensamientos abstractos y difíciles de definir en pocas palabras, el psicólogo siempre propone un objetivo terapéutico específico, una meta a la que llegar, aunque nunca la impone de manera unilateral y debe acordarla con el paciente.

Esta referencia servirá para saber si el proceso terapéutico avanza a buen ritmo, y también es un apoyo para que la persona que acude al psicólogo se dé cuenta de sus avances y le sea más fácil auto-motivarse.

4. Se busca la colaboración de la familia

Cuando es posible, en psicoterapia se intenta disponer de la colaboración de las personas del entorno familiar del paciente, aunque siempre respetando la confidencialidad aplicada sobre lo que la persona revela acerca de sí misma en las sesiones. De este modo, se intenta que las personas que el paciente ve en su día a día se lo pongan más fácil para progresar e ir llegando al objetivo terapéutico.

Características de la terapia centrada en soluciones

¿Y qué no esperar de ella?

Ahora que hemos visto las ideas clave acerca de lo que es la psicoterapia, es momento de desmentir ciertos mitos sobre ella. ¿Cuáles son aquellas cosas que no encontrarás en la consulta de un psicólogo especializado en terapia psicológica?

1. No se recetan psicofármacos

La psicoterapia forma parte del ámbito de la salud mental, pero eso no significa que esté englobada dentro de la medicina. La actividad del psicólogo no parte del enfoque biomédico ni asume que los problemas tienen su origen en disfunciones principalmente orgánicas del sistema nervioso en general o del cerebro en particular.

Aunque comparte algunas características con la profesión del psiquiatra (que sí es un médico), a lo largo de las sesiones de terapia psicológica se pone el foco en la gestión de las conductas y de la gestión de las emociones y de los pensamientos, sin intentar modificar el funcionamiento de partes del cuerpo.

En España, los psicólogos no están autorizados a recetar fármacos. Pero si en algún momento el terapeuta considera que es necesario, podría recomendar acudir primero al psiquiatra con el fin de, a través de la farmacología, estabilizar al paciente antes de abordar las sesiones de psicoterapia.

2. No se dan consejos sobre cómo vivir la vida

La psicoterapia es muy diferente a los libros de autoayuda y a las charlas de “gurús” espirituales que podemos encontrar en Internet. De hecho, su razón de ser está en que no existe un manual de instrucciones para vivir la vida de una manera feliz, dado que cada persona es única y también lo son sus circunstancias; de ahí que sea necesario dar apoyo personalizado y previo análisis del problema que afecta al paciente o la necesidad que busca satisfacer.

Así, la psicoterapia debe ser entendida como un programa de entrenamiento emocional y comportamental adaptado al individuo, a la pareja o a la familia que acude a la consulta. En el trabajo del psicólogo no existe una única forma de intervención. “A priori” todas las decisiones son tomadas desde el consenso y después de realizar una exploración de lo que ha llevado a la persona a acudir a la consulta.

3. No se ofrecen “curaciones” al instante

Es totalmente imposible superar un problema psicológico en una sola sesión de psicoterapia. La actividad realizada en la terapia psicológica es todo un proceso que incluye cambios graduales, en los que es necesario modificar una serie de hábitos y rutinas del pensamiento. Para lograr que los cambios a mejor se consoliden y permanezcan de manera estable en el tiempo, es importante la constancia, acudir a las sesiones con regularidad y realizar actividades entre un encuentro con el psicólogo y el siguiente.

4. No se da la posibilidad de eliminar recuerdos ni sentimientos

La psicoterapia ofrece herramientas y soluciones que parten de la aceptación de lo ocurrido: no aporta una sensación de constante felicidad, sino la capacidad de mantener una calidad de vida correcta y fundamentada en el equilibrio emocional. De hecho, buena parte de los problemas que llevan a las personas a necesitar apoyo psicoterapéutico son los intentos de suprimir totalmente el malestar.

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