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Memoria de reconocimiento: qué es, características, y cómo funciona


La memoria declarativa, también denominada con frecuencia como memoria explícita, es una de las dos clases fundamentales de memoria a largo plazo en las personas (siendo la otra la memoria procedimental/implícita). Esta memoria permite evocar recuerdos de manera consciente, siendo estos eventos o hechos concretos. Dentro de la memoria declarativa podemos encontrar, entre otras, la memoria de reconocimiento.

En este artículo explicaremos en qué consiste un fenómeno memorístico de la memoria de reconocimiento y cuál es su utilidad en la vida cotidiana de las personas, siendo un elemento fundamental a nivel cognitivo.

¿Qué es la memoria de reconocimiento?

La memoria de reconocimiento es ese tipo de memoria que permite a las personas ser conscientes de que un estímulo determinado presente frente a ellas se había encontrado tiempo atrás. En otras palabras, este tipo de memoria es esa capacidad que poseen las personas para identificar un estímulo determinado, persona, objeto o situación como algo que ya se ha vivido, visto o conocido con anterioridad; siendo la memoria de reconocimiento un subtipo dentro del conjunto global que compone la memoria declarativa de las personas.

La memoria declarativa, como ya habíamos comentado anteriormente, es ese tipo de memoria que permite evocar de forma consciente los recuerdos, pudiendo ser estos eventos o hechos concretos. Por lo tanto, la memoria declarativa es la que nos permite acceder al conocimiento de todo lo que puede ser declarado como datos, conceptos, hechos, sucesos; en otras palabras, nos posibilita la accesibilidad a toda esa información que puede recordarse y declararse de manera consciente.

La memoria de reconocimiento se puede procesar de dos maneras, ya sea a través del recuerdo/identificación (he coincidido con esa persona la semana pasada en un evento) o de la familiaridad (por ejemplo, su cara me resulta familiar) de un estímulo o situación determinados. En el primer caso, la identificación de esa persona ha requerido de un proceso consciente de elaboración para lograr reconocerla al implicar un camino de identificación indirecto, mientras que en el segundo caso de identificación directo en el que no se ha necesitado un procesamiento consciente.

En ambos casos (memoria de reconocimiento por recuerdo o por familiaridad), debe estar presente un estímulo relacionado que favorezca que se active el recuerdo. Una vez que algún estímulo ha logrado que se desencadene el recuerdo a través de la memoria de reconocimiento, dicho recuerdo puede ubicarse en cualquier punto a lo largo de un continuo en la memoria, de forma que pueden emerger más recuerdos relacionados, partiendo desde una sensación poco certera de recordar correctamente de qué le suena ese estímulo o situación vivida hasta lograr recordar con todo lujo de detalles una experiencia del pasado.

Algunos de los aspectos que hacen que la memoria de reconocimiento sea una herramienta a nivel cognitivo fundamental, que facilita en muchos sentidos el día a día de las personas, es debido a que permite recuperar y utilizar a voluntad ciertos recuerdos que han sido almacenados en la memoria a largo plazo, de forma que gracias a algún estímulo la memoria de reconocimiento permite a las personas recuperar recuerdos que estaban “enterrados” en su memoria y a la vez examinar partes de esa información recuperada.

Funcionamiento de la memoria de reconocimiento

Lo que diferencia principalmente a la información que se puede recuperar gracias a la memoria de reconocimiento de otros tipos de memoria a largo plazo es esa posibilidad de recuperar y examinar los recuerdos y la información relacionada a medida que la persona lo necesita; mientras que otros recuerdos de la memoria a largo plazo, como saber andar en bicicleta no se recuperan de la misma forma, y es que aunque llevemos años sin andar en bicicleta, si ahora montamos en una no tendríamos dificultades para ponernos a pedalear sin necesidad de pensar en la mecánica de cómo se debe hacer.

Ejemplos de la vida cotidiana en los que interviene la memoria de reconocimiento

La memoria de reconocimiento interviene en numerosas situaciones de nuestro día a día como en aquellos casos en los que nos encontramos con alguien por la calle y sentimos la extraña experiencia de tener casi total certeza de que conocemos a esa persona; sin embargo, no somos capaces de recordar quién es, en qué momento nos conocimos, ni mucho menos cuál es su nombre.

A veces, puede que en cuestión de segundos o también puede más tiempo se nos venga a la mente en qué situación nos habíamos encontrado en el pasado o incluso recordemos su nombre gracias a un estímulo o recuerdo relacionado que nos evoque a ese momento en el que conocimos a esa persona, siendo en estos casos en los que la memoria de reconocimiento ha jugado correctamente su papel para favorecer la evocación de un recuerdo.

Otra experiencia bastante parecida en la que la memoria de reconocimiento interviene es cuando estamos realizando un examen tipo test, donde hay que elegir la respuesta correcta entre varias alternativas que hay para cada pregunta, y nos decantamos por una opción concreta debido a que tenemos bastante certeza en que su contenido es el que más concuerda con lo que se está preguntando, aunque no recordamos en qué parte del temario que hemos estudiado se afirmaba esto; no obstante, en esta situación no necesitamos un recuerdo que incluya elementos de experiencias previas relacionadas.

A la hora de responder a un examen tipo test, los estudiantes podrían contestar a las preguntas de manera correcta basándose en la familiaridad que les produce lo que han leído. Es por ello que la memoria de reconocimiento es una herramienta muy importante para los estudiantes que deben realizar una examen tipo test como suele ocurrir en muchos exámenes que se realizan en la etapa universitaria, a la hora de realizar el examen teórico para sacar el carnet de conducir o incluso en diversas oposiciones (p. ej., exámenes de acceso a la formación especialista sanitaria como el PIR, MIR, FIR, etc.).

Modelos teóricos de doble proceso sobre la memoria de reconocimiento

Existen una serie de modelos teóricos de proceso doble que han servido para investigar acerca del funcionamiento de la memoria de reconocimiento, por lo que es conveniente que expliquemos los más importantes a continuación.

1. El modelo neuroanatómico

El modelo neuroanatómico de Aggleton y Brown sobre la memoria de reconocimiento postula que la región cerebral del hipocampo es fundamental para el recuerdo, así como las estructuras próximas al hipocampo lo son para la familiaridad. Esto explicaría el motivo por el cual los pacientes que sufren un daño concreto en el hipocampo presentan un déficit selectivo del recuerdo; asimismo, los pacientes que tienen daños más extensivos, estando afectado el giro parahipocampal presentan dificultades tanto para el recuerdo como para la familiaridad.

Por otro lado, muchos modelos neuroanatómicos han asociado la memoria de reconocimiento con el circuito que conecta el hipocampo con el tálamo anterior por medio del fórnix, de forma que se facilite el proceso de recuerdo; mientras que el circuito que conecta al tálamo medial con la corteza perirrinal (un área adyacente al hipocampo), facilita el proceso de familiaridad. Además, aquellas proyecciones cerebrales que parten desde el tálamo hacia el lóbulo frontal propician que esta parte del cerebro participe en ambos procesos de la memoria de reconocimiento (recuerdo y familiaridad).

2. El modelo de Atkinson

El modelo de Atkinson y sus colaboradores es otro de los modelos teóricos que permiten explicar los procesos que intervienen en la memoria de reconocimiento de los seres humanos. Estos investigadores en los años 70 propusieron un modelos de búsqueda condicional en el que los individuos evaluados debían contestar de manera rápida al ítem, basándose en la familiaridad, siempre y cuando este proceso no produjera una respuesta ambigua, lo que propiciaría que tuvieran que involucrarse en una estrategia de búsqueda más extensa.

Este modelo concibe el proceso de familiaridad en la memoria como una activación de nódulos en un almacén léxico, de manera que cada uno de los nódulos representaría un objeto o palabra concreta.

Entonces cuando la persona accede a un nódulo, se propicia una activación, disminuyendo ésta de manera gradual a medida que pasa el tiempo. Por ello, cuando se realiza un test de memoria de reconocimiento, aquellos nódulos que se corresponden con los ítems estudiados previamente suelen estar, en promedio, más activados que aquellos otros que corresponden a los ítems que no habían sido estudiados y es por ello que medir la activación de los nódulos permite discriminar entre dos tipos de ítems diferentes.

Según este modelo teórico sobre la memoria de reconocimiento, el proceso de recuerdo apoya las informaciones semánticas, mientras que el proceso de familiaridad aporta la memoria para las informaciones perceptivas.

3. El modelo de Mandler

El modelo de Mandler y sus colaboradores sostiene que en la memoria de reconocimiento una decisión promedio podría llegar a basarse tanto en el proceso de búsqueda en la memoria como en la evaluación de la familiaridad del ítem.

Por ello, cuando es estudiado un evento, se produce un incremento en la familiaridad o en la activación, siendo esta la integración intraítem de los factores perceptivos del ítem estudiado. Asimismo, el recuerdo apoya ese proceso de búsqueda que sostiene los procesos de reconocimiento y recuperación, gracias a los cuales se puede recobrar informaciones intraítems (información que permita relacionar un evento con su contexto o también con otros eventos); en cambio la familiaridad, apoya las decisiones tomadas a través de la memoria de reconocimiento.

Para estos autores la familiaridad y el recuerdo son dos procesos independientes que operan de forma paralela, siendo la familiaridad un proceso más rápido que el recuerdo. Además, es un modelo que postula que hay una asociación entre un desempeño bajo en tareas de recuerdo con padecer lesiones en el lóbulo temporal medial.