¿En qué consiste el tratamiento psicológico para la adicción al tabaco?
El tabaco mata alrededor de 8 millones de personas cada año. Lo que la mayoría de esas personas tenían en común es que probablemente no esperaban formar parte de esa negra estadística mientras fumaban cigarros unos años antes.
Fumar mata, pero eso ya lo sabes. Años de cajetillas de tabaco con desagradables imágenes de pulmones negros o sanguinolentos no han bastado para hacer que pasaras a la acción.
Dejar de fumar no es fácil, por mucho que te lo diga alguien que lo haya conseguido. La adicción al tabaco es un problema complejo, como cualquier otra adicción, y los consejos bienintencionados no ayudan a todo el mundo, porque cada caso es diferente, cada fumador es diferente. Tenemos que tener en cuenta la genética de la persona, sus hábitos de consumo, el miedo al cambio, la estrategia de prevención de recaídas...
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¿Cómo es el tratamiento psicológico para la adicción al tabaco?
En este artículo te voy a explicar en qué consiste un tratamiento psicológico para la adicción al tabaco y cuáles son los pilares fundamentales.
Encontrar la motivación para dejar de fumar
La mayoría de fumadores se pasan la vida pensando en dejar de fumar. Pero no se atreven (tienen miedo a fracasar) o no lo consideran una prioridad.
Desde que trabajo en adicciones, cientos de personas me han contado cómo han estado planteándose la idea de dejar de fumar durante varias décadas, pero que nunca parecía el momento indicado, siempre encontraban alguna excusa para posponer el tema todavía más.
Uno de los primeros temas que se trabajarán en la terapia psicológica para dejar el tabaco serán las razones de la persona para desear el cambio. La mayoría de fumadores llevan tantos años fumando que ya no recuerdan cómo se sentían antes de empezar a fumar (la mayoría de la gente empieza a fumar en la adolescencia o en sus 20).
Desafortunadamente, en los casos de adicciones es poco común que la gente tome la decisión de dejarlo por sí mismas, sino que muchas veces son empujados por sus familiares o la pareja. En los casos de tabaquismo, porque los seres queridos del fumador se empiezan a preocupar por su estado de salud y las posibles consecuencias.
Al principio del proceso de terapia de deshabituación del tabaco, el psicólogo se asegurará de que la persona ha encontrado razones propias para dejar de fumar.
Moverse por la presión familiar puede ayudar al principio a dar los primeros pasos, pero en la mayoría de casos no basta: la persona ha de conectar con sus razones personales para querer dejar el tabaco, conectar con su deseo para el cambio. De lo contrario, el tratamiento para dejar de fumar estará condenado al fracaso.
Lo más importante sobre la motivación es que es imposible mantenerla intacta todo el tiempo. La ventaja de llevar un seguimiento con un profesional de la psicología es que te acompañará en el proceso y te ayudará a recordarte tus razones para querer dejar de fumar.
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Analizar los hábitos de consumo de tabaco
Un psicólogo experto en el tratamiento de la adicción al tabaco enfocará tu caso de manera estratégica. Como con cualquier otro problema de adicción, cualquier fumador que quiera dejar los cigarros deberá conocer sus hábitos de consumo.
¿Cuántos años lleva fumando? ¿Cuántos cigarrillos fuma al día normalmente? ¿Cuándo los fuma, en qué momentos del día? ¿Dónde fuma, en qué lugares y situaciones? ¿Fuma siempre a solas o pasa tiempo con otros fumadores? ¿Qué cigarros fuma con más ansiedad, y cuáles más en “piloto automático” o por inercia? ¿Qué es lo que siente antes, durante y después de cada cigarro? ¿Ha tenido intentos de dejar de fumar en el pasado? ¿Por qué no funcionaron? ¿Cuáles son las principales causas de recaída en su caso? ¿Cómo de largos han sido sus mayores periodos de abstinencia?
Y estas son solo unas pocas. En las primeras sesiones se hará una extensiva evaluación del problema de adicción, y se sacarán conclusiones, se establecerán objetivos a corto plazo, y se elegirán las estrategias que más se adecúen al caso.
Porque lo que ayudó a una persona (Carlos, 32 años fumando, alrededor de paquete y medio al día, su mujer murió de cáncer de pulmón, fuma en el trabajo y ha recaído 2 veces yendo de cervezas con los amigos) no será igual de efectivo para otro (María, 15 años fumando, su pareja no fuma y no le gusta que fume, baja autoestima y mucha culpabilidad, nunca he intentado dejar de fumar por miedo a la ansiedad, fuma 10 cigarros al día de media).
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Superar el síndrome de abstinencia de la nicotina
El síndrome de abstinencia del tabaco es la razón principal por la que la mayoría de fumadores siguen pagando a las grandes tabacaleras por envenenarles.
El mecanismo del tabaco es sencillo. La nicotina es altamente adictiva, así que el cerebro desarrolla dependencia rápidamente, después de unas pocas dosis. A más fuma la persona, mayor tolerancia a la nicotina desarrolla el cuerpo. Esto hará que la persona necesite dosis de nicotina cada vez mayores para sentirse bien.
A los 30 minutos de haber fumado un cigarro, el cuerpo ya ha metabolizado (eliminado) gran parte de la nicotina. El cerebro detecta que los niveles de nicotina en sangre han bajado, por lo que empieza a “echar de menos” la nicotina. Ahí es cuando la mayoría de fumadores empiezan a sentir malestar. Los síntomas del síndrome de abstinencia del tabaco más comunes son:
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Tristeza o apatía
- Cansancio
- Temblores o incluso pánico
- Cambios de humor bruscos
- Dificultad para pensar con claridad
- Problemas para dormir
Por diferencias genéticas, cada persona experimentará el síndrome de abstinencia de una manera diferente. Hay personas que han conseguido dejar de fumar de un día para otro, sin prácticamente ansiedad. Por desgracia, es una minoría.
La mayoría de personas experimentan algún tipo de síndrome de abstinencia, en su mayoría sensaciones desagradables o incluso llegar a la ansiedad.
En muchos casos, el síndrome de abstinencia puede ser tan desagradable que la persona termine encendiendo un cigarrillo solo para hacer que el malestar desaparezca rápido. Por eso la gente recae. No es una cuestión de fuerza de voluntad.
Por eso es tan importante contar con el apoyo y acompañamiento de un psicólogo durante el tratamiento para la adicción. Un buen psicólogo especializado en adicciones ayudará al fumador a afrontar el malestar del síndrome de abstinencia, y a perderle el miedo.
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Cómo superar la dependencia emocional al tabaco
Además de los síntomas físicos del síndrome de abstinencia de la nicotina, el fumador que quiera superar su adicción habrá de superar también su dependencia emocional al tabaco. En muchos casos, el tabaco ha estado presente en la vida de la persona durante muchos años. Ha formado parte de muchísimas situaciones y rituales, se ha integrado profundamente en la vida de la persona.
Un fumador puede haber construido muchísimos rituales alrededor del tabaco, como el cigarro de después de comer, el del café, el del descanso en la oficina con los compañeros, el de salir de clase, el que acompaña a las cervezas del viernes, el de salir al balcón a tomar al aire, el cigarro de mientras se ve una película o una serie... Y todo eso sin contar con los estados de ánimo a los que haya quedado condicionado el tabaco: relajación, celebración, en momentos estresantes, etc.
La persona deberá aprender a afrontar todas esas situaciones sin tabaco. Estas serán también algunas de las dianas terapéuticas para la fase de mantenimiento y prevención de recaídas.
Actividades alternativas, evitar determinadas situaciones con gran riesgo de recaída, construir un nuevo estilo de vida… son pasos fundamentales que la mayoría de fumadores se saltan cuando intentan dejar el tabaco por su cuenta sin tratamiento psicológico.
Cualquier persona puede dejar de fumar unos días o semanas sin demasiado esfuerzo, pero mantenerse sin recaídas es la parte difícil. Muchas personas sufren recaídas, y lo viven con mucha frustración y sensación de fracaso.
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¿Buscas ayuda profesional?
Soy Luis Miguel Real, y desde hace años me dedico a ayudar a personas con problemas de adicción. He ayudado a cientos de personas a dejar de ser esclavas del tabaco y a dejar de fumar sin recaídas.
Si has tomado la decisión firme de dejar de fumar, puedo ayudarte. Ponte en contacto conmigo y nos pondremos a trabajar en ello lo antes posible.