Hibristofilia: la atracción por las personas peligrosas
Desde hace ya muchos siglos, tendemos a pensar que el ser humano se caracteriza por ser un animal racional. Sin embargo, a la práctica hay muchos aspectos de nuestra conducta que revelan que esto no es así. La hibristofilia, que es una tendencia a sentir atracción por las personas peligrosas o propensas a dañar a los demás, es una de ellas.
Y es que en lo que se refiere a compartir una relación basada en la intimidad y la confianza con alguien, parece muy claro que cuanto más peligrosa sea la pareja elegida, mayores posibilidades existirán de que la cosa salga mal. En muchos casos, de hecho, pueden darse casos de maltrato psicológico y físico.
Así pues, ¿qué es lo que explica la existencia de la hibristofilia? De qué manera se da? Veámoslo.
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Las características de la hibristofilia
La hibristofilia, término acuñado por el psicólogo John Money, es la tendencia a sentir atracción por individuos que han demostrado ser propensos a dañar a los demás. A modo de ejemplo, los delincuentes, asesinos y criminales en general pueden ser considerados un objetivo romántico o sexual justamente por su condición, por encontrarse al margen de la ley.
Así pues, la hibristofilia puede ser considerada un tipo de parafilia, ya que su existencia puede poner en peligro la integridad física y mental de las personas. De hecho, la propensión a cometer actos de violencia doméstica es significativamente mayor en el caso de delincuentes y criminales, lo cual significa que el riesgo es alto.
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Ejemplos de criminales y asesinos con fans
Según John Money este fenómeno puede darse en prácticamente cualquier perfil de personalidad, pero a la práctica se da con más frecuencia en mujeres heterosexuales. Esto se corresponde con muchos de los casos más mediáticos de hibristofilia, que tienen que ver con asesinos y criminales de alta peligrosidad que, a pesar de no poder disimular su culpabilidad en casos en los que hubo víctimas mortales, contaron con varias admiradoras interesadas en ellos en un sentido romántico.
Algunos ejemplos de hibristofilia los encontramos en los auténticos fenómenos “fan” que aparecieron durante el procesamiento judicial o el encarcelamiento de asesinos y criminales.
1. Charles Manson
Charles Manson, conocido por estar involucrado en varios asesinatos y organizar una secta, contó con varias amantes a pesar de sus actos y de su estrafalaria personalidad.
2. Ted Bundy
Otro caso similar fue el de Ted Bundy, asesino en serie y responsable de la muerte de decenas de personas que llegó a casarse con una admiradora después de haber sido condenado y recibía multitud de cartas de amor en la cárcel. Mandadas por diferentes mujeres.
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3. Josef Fritzl
El conocido como Monstruo de Amstetten ha ido recibiendo cartas de amor durante su encarcelamiento, a pesar de estar condenado por encerrar a su hija durante 24 años, casarse con ella y tener varios hijos e hijas con ella.
¿Cuáles son sus causas? ¿Por qué se da más en mujeres?
No hay una explicación definitiva que nos permita entender por qué existe la hibristofilia. A pesar de que desde una perspectiva evolucionista se puede llegar a considerar que existan personas con genes que las lleven a buscar una pareja fuerte, poderosa y con la capacidad de someter a los demás por la fuerza, esta explicación deja demasiados cabos sueltos. También se ha propuesto que las personas violentas tienden a presentar una combinación de tres rasgos de personalidad que es considerada atrayente: la Dark Triad.
Por el contrario, es posible entender la hibristofilia tal y como la perspectiva conductista entiende las parafilias en general. El hecho de haber pasado por el aprendizaje de ciertas contingencias (asociación entre estímulos y acciones) puede hacer que algunas personas se acostumbren a concebir la peligrosidad como un rasgo personal deseable. Por ejemplo, a causa de la ausencia de una figura fuerte y de autoridad durante la juventud, algo que se percibe como una oportunidad perdida de organizar bien la propia vida.
Sin embargo, a la hora de explicar por qué la hibristofilia se da más en mujeres, no se puede pasar por alto en concepto de patriarcado, un sistema de autoridad y poder en cuya cima están siempre los hombres. Se hipotetiza que a causa del patriarcado las características masculinas son vistas como algo extremadamente deseable, y la violencia y el sometimiento del resto expresa de forma consistente esta clase de valores.
Así pues, la hibristofilia puede ser una de las consecuencias de lo que ocurre cuando las lógicas del patriarcado son aprendidas “demasiado bien” y son llevadas hasta las últimas consecuencias: si la mujer debe ser sumisa y aceptar la autoridad del hombre con el que forma una pareja, es mejor que este tenga la capacidad de eliminar a los posibles enemigos, o de anularlos.
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¿Hay un tratamiento?
No existe un tratamiento específico para la hibristofilia, entre otras cosas porque a día de hoy no aparece en los manuales de diagnóstico como trastorno mental.
Además, no se trata de una parafilia que se base en un elemento erotizante muy concreto, como podrían ser unos tacones o unos guantes. Lo que produce atracción es algo más abstracto, y por consiguiente difícil de controlar en un contexto clínico.