Rosa Parks: biografía de esta activista por los derechos civiles en EEUU
En pocas ocasiones un acto tan nimio se ha convertido en un auténtico acto de protesta contra las injusticias, en este caso contra la segregación racial. Rosa Parks, una humilde modista negra, se convirtió en todo un símbolo por los derechos civiles al negarse a cederle su asiento a un pasajero blanco, desafiando a una norma injusta.
Esto hizo que acabara arrestada y juzgada y, lo que hubiera podido ser smplemente otra injusticia de las tantas que tenían que sufrir los negros en los 50’, se convirtió en toda una manifestación que demostró cómo los afroamericanos pueden desestabilizar y tumbar a un sistema racista.
A continuación aprenderemos sobre la trayectoria vital de esta referente de la lucha antirracista, qué hizo y cómo ha sido ampliamente recordada y condecorada desde su incidente con el asiento del autobús, a través de una biografía de Rosa Parks.
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Breve biografía de Rosa Parks
Rosa Parks nació como Rosa Louise McCauley el 4 de febrero de 1913 en Tuskegee, Alabama, Estados Unidos. Sus padres fueron James, un carpintero, y Leona McCauley, maestra quien se dedicaría a enseñar a la pequeña Rosa a leer a temprana edad. Cuando Rosa solo tenía dos años sus padres se separaron, trasladándose junto con su madre a casa de sus abuelos maternos Rose y Sylvester Edwards en Pine Level.
Sus abuelos serían muy importantes para Rosa en su lucha contra las desigualdades raciales puesto que fueron ex esclavos y fuertes defensores de la igualdad. Además, Rosa Parks quedaría marcada ya desde su infancia al presenciar cómo un día su abuelo se tuvo que situar enfrente de su casa con una escopeta mientras los miembros del Ku Klux Klan marchaban calle abajo.
Estando en Pine Level y gracias a que su madre le había enseñado a leer, Rosa Parks pudo asistir a la escuela de la localidad que, al igual que en la mayoría de escuelas del país, estaba segregada. El trato entre los alumnos blancos y los negros era evidente. Mientras que los blancos disponían de autobús ofrecido por el municipio y podían dar clases en un edificio nuevo, los negros tenían que ir a clase andando y apenas tenían equipamiento para dar clases de calidad.
Rosa tuvo que dejar sus estudios con 16 años puesto que su madre y abuela enfermaron y tenía que cuidarlas. Aunque no pudo retomarlos sí logró conseguir un trabajo como costurera en una fábrica de camisas en la ciudad de Montgomery, lo cula le valió para poder subsistir. En 1932, con apenas 19 años contraería matrimonio con Raymond Parks, barbero de profesión y miembro activo de la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP). Fue gracias a la ayuda de Raymond que Rosa podría obtener su título de secundaria un año después.
Tras graduarse Rosa Parks se involucró activamente en la lucha por los derechos civiles, uniéndose a la NAACP en 1943 y sirviendo como líder juvenil y secretaria del presidente de la asociación Edgar Daniel Nixon, cargo que ocupó hasta 1957. El matrimonio Parks nunca tuvo hijos, pero lo que sí tuvieron fue una muy reivindicativa vida juntos que les dio una muy extensa fama dentro de la lucha por los derechos de los afroamericanos.
Sentándose por la igualdad
El 1 de diciembre de 1955 ocurre el evento que cambiaría la vida de Rosa Parks y la de miles de afroamericanos. Ese día Rosa Parks acabaría arrestada por un hecho muy simple y nimio: no ceder el asiento. No lo cedía no porque estuviera cansada, sino porque estaba agotada de que a los blancos se les tratara con privilegios en detrimento de los negros. Su obligación legal, aunque injusta, era la de tener que cederle su asiento a aquel ciudadanos blanco que así lo deseara.
El Código de la Ciudad de Montgomery en aquel momento era claramente racista. Requería que todo el transporte público estuviera segregado y que los conductores de los vehículos tuvieran los mismos poderes que un oficial de policía mientras estaban al cargo del autobús, debiendo hacer que se cumpliera la normativa racial. Los conductores debían asignar asientos separados a los pasajeros blancos y negros, delimitando una línea a mitad del autobús: los blancos iban delante, los afroamericanos detrás.
No obstante, esta división podía ser cambiada en función de cuántos blancos hubieran en el bus. Si el bus se llenaba de personas blancas, las de color estaban obligadas a cederle su asiento e ir más atrás o estar de pie, cosa que ocurrió ese 1 de diciembre de 1955. El vehículo en el que viajaba Rosa Parks se llenó de blancos y el conductor le dijo a ella y tres pasajeros negros más que renunciaran a sus asientos. La normativa permitía que en caso de negativa el conductor llamara a la policía.
Los otros tres pasajeros se levantaron y obedecieron al conductor, pero Parks se negó, aún sabiendo lo que ello implicaba. Iba a permanecer sentada, no iba a ceder su asiento por ser negra. Este acto tan valiente pasaría a la historia como una de las protestas más importantes del siglo XX, con un montón de repercusiones sociales y políticas. Con su gesto, Rosa Parks fue arrestada y acusada de violar el Capítulo 6, Sección 11, del Código de la Ciudad de Montgomery Fue llevada a la jefatura de policía y esa misma noche fue puesta en libertad bajo fianza.
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Boicot a los autobuses
Pocos días después, el 5 de diciembre se llevó a cabo el juicio contra Rosa Parks. El suceso corrió como la pólvora y a la entrada del tribunal una bulliciosa multitud de 500 personas la esperaba para darle apoyo. Por la mañana de ese día un grupo de líderes afroamericanos se reunieron en el monte Zion Church, en Montgomery, para discutir estrategias y decidiendo promocionar un boicot a los autobuses. Así surgió la Asociación de Mejoramiento de Montgomery (MIA) la cual consideraba que el caso de Rosa Parks brindaba la ocasión perfecta para iniciar un cambio real.
Tras una audiencia de 30 minutos Rosa Parks fue declarada culpable de violar la ordenanza local y sentenciada a pagar una multa de 10 dólares junto con otros 4 más en tasas judiciales. La MIA pidió a los afroamericanos de Montgomery que, como acto de protesta, no usaran los autobuses urbanos. Como la mayoría de los negros no solía usar el autobús los organizadores de la protesta consideraron que su punto fuerte debía ser el tiempo. Cuánto más durara el boicot más presión se lograría.
Esta multa de 14$, que nos puede parecer pequeña, era enormemente injusta y grande tanto por el motivo por el que se había puesto como para el bolsillo de una mujer afroamericana de los 50s. Por esto la convocatoria de boicot tuvo mucho seguimiento, haciendo que los autobuses de la ciudad se quedaran vacíos. Los 40.000 viajeros negros que solían usarlos decidieron que, a partir de ese momento, irían a su trabajo a pie, habiendo quienes incluso tuvieron que recorrer 30 kilómetros andando.
Los negros, tanto tiempo menospreciados y rechazados sus derechos, descubrieron como con sus actos podían desestabilizar a una sociedad blanca racista. Al dejar de usar los autobuses públicos muchos de ellos quedaron parados, dañando severamente las finanzas de la compañía de transporte. Por muy ciudadanos de segunda que fueran los negros el hecho de que boicotearan el uso del transporte supuso graves pérdidas para el transporte y la ciudad de Montgomery.
Naturalmente muchos segregacionistas orquestaron violentas represalias contra la población negra. Se quemaron iglesias de afroamericanos y las casas de Martin Luther King y E. D. Nixon fueron arrasadas. También hubo afroamericanos que trataron de poner fin al boicot, puesto que muchos de ellos estaban ya cansados de recorrer largas distancias a pie para acudir a sus puestos de trabajo. Las injusticias seguían sucediéndose, habiendo muchos negros arrestados con la excusa de que se aplicaba una ley, muy anticuada, que prohibía los boicots.
Victoria legal
Como respuesta a estas duras represalias los miembros de la comunidad afroamericana tomaron acciones legales, llevando el caso de la segregación en los sistemas de transporte público al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito Medio de Alabama. Quien presentó la demanda fue el abogado de Rosa Parks, Fred Gray.
En junio de 1956 las conocidas “leyes de Jim Crow” segregacionistas fueron declaradas inconstitucionales por el Tribunal del Distrito. Aún así, la ciudad de Montgomery apeló la sentencia el 13 de noviembre de 1956, en un claro intento por seguir adelante con su sistema racista y reprimir a los negros. Igualmente, la Corte Suprema de los Estados Unidos falló a favor de la causa de Rosa Parks, declarando que la segregación en el transporte era inconstitucional.
El dictamen legal junto con las pérdidas financieras asociadas al boicot hizo que la ciudad de Montgomery, a regañadientes, levantara la aplicación de la segregación en los autobuses públicos en diciembre de 1956. Gracias a la combinación de la acción legal y la determinación de la comunidad afroamericana manteniendo su boicot, que duró 381 días, lograron acercarse a la igualdad racial. Al no ceder su asiento Rosa Parks hizo surgir uno de los movimientos de masas más grandes y exitosos de la historia racial norteamericana.
Tras el boicot
Tras convertirse en un símbolo del Movimiento por los Derechos Civiles, además de lograr amplia fama, Parks no pudo salvarse de ser víctima de represalias. Tanto ella como su marido fueron despedidos de sus respectivos trabajos y no pudieron encontrar uno nuevo en Montgomery, con lo cual tuvieron que irse de la ciudad estableciéndose en Detroit junto con la madre de Rosa.
En su nueva ciudad Rosa Parks trabajaría como secretaria y recepcionista en la oficina del Congreso del Representante de los Estados Unidos, John Conyer. También sirvió en la junta de la Federación de Planificación de la Familia de América. En 1987 junto con su amiga Elaine Eason Steele fundó el Rosa and Raymond Parks Institute for Self-Development.
Fallecimiento
Rosa Louise McCauley Parks falleció el 24 de octubre de 2005 en su apartamento de Detroit, Michigan, con 92 años de edad a causa de un infarto de miocardio. El año anterior le habían diagnosticado una demencia progresiva que, seguramente, llevaba manifestando desde el año 2002. Su muerte, al igual que su icónico incidente del asiento, no pasó desapercibida, recibiendo la atención de todos los medios y teniendo un resonado entierro.
Fue velada en el Capitolio de Washington, lugar en el que se reunieron cerca de 50.000 personas. Se convirtió en la primera mujer y la segunda persona de raza negra en recibir un entierro de estado de semejante calibre, concedido solamente a 28 personas en la historia de los Estados Unidos. Posteriormente, fue enterrada al lado de su esposo y su madre en el cementerio de Woodlawn de Detroit. Poco después, esto se convertiría en una capilla que se llamaría Rosa L. Parks Freedom Chapel.
Reconocimientos
Rosa Parks recibió muchos reconocimientos por su valentía y lucha reivindicativa a favor de la igualdad y los derechos de los afroamericanos. En sus condecoraciones encontramos la medalla Spingarn, el cual es el premio más importante de la NAACP, además del prestigioso Premio Martin Luther King Jr. El 15 de septiembre de 1996 el presidente Bill Clinton le otorgó a Parks la Medalla Presidencial de la Libertad, el premio de más alto honor que puede concebir el poder ejecutivo norteamericano. Al año siguiente ganaría la Medalla de Oro del Congreso, ofrecida por el poder legislativo de los Estados Unidos.
En 1999 la revista TIME nombró a Parks como una de las 20 personas más influyentes del siglo XX. En 2000 la Universidad de Troy inauguró el Museo de Rosa Parks ubicado en el mismo lugar donde fue arrestada en 1955. El 4 de febrero de 2013, día en el que Rosa Parks hubiera cumplido 100 años, se marcó la fecha estrenando un sello conmemorativo del Servicio Postal de los Estados Unidos llamado sello “Rosa Parks Forever”. En febrero de ese mismo año el presidente Barack Obama inauguró una estatua en su honor en el Capitolio.
Referencias bibliográficas:
- Beito, David T.; Royster Beito, Linda (2009). Black Maverick: T. R. M. Howard''s Fight for Civil Rights and Economic Power. Urbana: University of Illinois Press. pp. 138–39.
- Garrow, David J (1986). Bearing the Cross: Martin Luther King Jr. and the Southern Christian Leadership Conference. ISBN 0-394-75623-1, p. 13.
- Parks, Rosa; James Haskins (1992). Rosa Parks: My Story. Dial Books. p. 116. ISBN 0-8037-0673-1.